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12 de marzo de 2024

"Diálogo con la guitarra de Paco Escobar" en La Hora Azul programa de Radio Clásica (RTVE) dirigido por Jon Bandrés

"Nos acompaña un músico y docente apasionado de la música, del flamenco y de traspasar todas sus fronteras en la búsqueda de nuevo sonidos que beben de múltiples culturas, géneros y períodos históricos. Charlamos con Paco Escobar sobre su mundo, su guitarra y su último trabajo, Támiris, un libro-disco que nos sugiere en 7 cuadros, a la manera expositiva de Mussorgsky, una meditación estética que nos invita a la introspección".

Podcast 👉👉 AQUÍ.  📻




“El flamenco es repasar el universo afectivo de los andaluces”, Revista US.

 

"El guitarrista y profesor de la Universidad de Sevilla Paco Escobar ha publicado recientemente su discolibro ‘Támiris’, un “emocionario” de sentires que danza entre el flamenco y la poesía. Desde la cuna escuchaba cantar a su madre y esa pasión primera le llevó a estrechar la guitarra ya con siete años. Rescata, a través de la memoria viva del flamenco de antaño, las esencias más puras, dotándolas de nuevos sonidos y de las voces de cantaoras de la talla de Esperanza Fernández, Rocío Márquez o Inés Bacán. Paco Escobar ha hecho de esta devoción su trabajo y tiene la oportunidad de transmitirla en sus clases de Literatura Española e Hispanoamericana, en su prolijo trabajo como investigador y también en su labor como codirector, tanto de Enclaves -la Revista de Literatura, Música y Artes Escénicas de la US-, como de la colección monográfica Flamenco de la Editorial de la Universidad de Sevilla (EUS)".

Lectura completa de la entrevista 👉👉 AQUÍ







13 de enero de 2024

Reseña del disco libro "Támiris" por Norberto Torres Cortés en la Revista de Investigación sobre Flamenco "La madrugá"

"Este nuevo opus del catedrático de Literatura de la Universidad de Sevilla Paco Escobar es sin duda alguna, entre las más recientes grabaciones de guitarra flamenca, una de las propuestas más originales por su concepto de la guitarra flamenca y su instrumentalización poética".



Descargar PDF y lectura: 👉AQUÍ


Norberto Torres Cortés, "Támiris [CD-libro]. Columna Música. Colección Siglo XX y XXI", Revista de Investigación sobre Flamenco "La madrugá", 20 (2023).

21 de marzo de 2023

Entrevista a Paco Escobar por José Cenizo - FLAMENCO - JONDOWEB -






Reseña del disco-libro Támiris de Paco Escobar en Alianza Hispánica



Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de MUSICAS)


TAMIRIS PACO ESCOBAR es un cd de adquisición obligada para todos los amantes de la música

Paco Escobar es profesor universitario en materia de Literatura. También guitarrista.

Es, en realidad, un estudioso del género. Aquí invoca a Tamiris, quien en la ‘Ilíada’ de Homero desafía a las musas. Lo hace con un sinfín de colaboraciones dispares para abordar el espacio mitológico desde diferentes prismas.

Si Rocío Márquez representa la ternura, el lamento cadencioso de Inés Bacán se localiza en las antípodas. Márquez El Zapatero, David Lagos, Ezequiel Benítez, María Marín, Esperanza Fernandez y otros tantos participan. La aparición de esta última, sin duda, alcanza uno de los cenits del disco en ‘Oscura voz helada’. Poesía, filosofía y música han vuelto a quedar prendadas.

Muy bien ideado, documentado y compuesto por PACO ESCOBAR


Enlace a la reseña: https://alianzahispanica.es/index.php/tamiris-paco-escobar/




Presentación del disco-libro Támiris en el programa Duendeando bajo la dirección de Teo Sánchez (Radio 3, RTVE)


 

Analizamos algunas de las obras del disco a nivel compositivo.
🎵
Os dejo el enlace para que podáis escucharlo.

Támiris, de Paco Escobar entre los diez mejores discos de flamenco en la lista de ABC Cultural 🎵




https://www.abc.es/cultura/diez-mejores-discos-flamenco-2022-20221229134054-nt.html

17 de noviembre de 2022

Entrevista al profesor y compositor Paco Escobar, El Giraldillo (Por José Cenizo Jiménez)




Preguntamos ya a Paco Escobar para conocer más y mejor su trayectoria, así como sus ideas y preferencias en el flamenco.

P. ¿Cómo fueron tus inicios en el flamenco y quiénes fueron tus maestros?

R. Mis inicios están vinculados a la tradición oral y la cultura popular que fui asimilando en el seno familiar durante mi niñez. En este sentido, iba integrando a mi vida, sin darme cuenta de ello, letras cantadas que escuchaba bien en la voz de mi madre o en la banda sonora que se respiraba en el hogar, desde flamenco a copla, pasando por melodías muy cantábiles procedentes de la zarzuela y otras modalidades genéricas.

    En cuanto a los maestros en estos primeros compases de mi trayectoria formativa se remontan, a la edad de siete años, en la academia de baile de José Galván cuando un profesor, Pepe Montes, me fue adiestrando las manos y enseñando un repertorio tanto de géneros del flamenco como de piezas clásicas un tanto avanzadas para mi corta edad. Allí recuerdo a Israel (Galván) haciendo sus tempranas incursiones en el baile, con un año más que yo, si mal no recuerdo, vestido con la camiseta del Betis. A la Academia de José acudían granadas figuras de la danza flamenca. De hecho, he atesorado un nutrido número de recuerdos vivenciales y de convivencia entre los siete y ocho años, por ejemplo, con los hermanos Antonio y David Hurtado, niños como yo, acompañados de Lolita Valderrama.

P. Aparte de tocar y componer, ¿bailas, cantas o escribes letras para el cante?

R. A partir de los trece años, tras haber interiorizado un rico caudal de letras que acompañaba con la guitarra, comencé no solo a componer musicalmente sino también a nivel literario, de ahí que hasta la fecha continúe escribiendo letras o textos para ser cantados. Por lo general, suelo trabajar el fraseo armónico-melódico, como voz de referencia, en marcos métrico- rítmicos, para tratar de transmitirle las ideas musicales a los intérpretes que son los que, pertrechados de su exquisita calidad vocal, convierten en joyas interpretativas mis composiciones literario-musicales.

P. En tu caso, que has tocado para acompañar al cante y al baile, ¿qué importancia le das a esta experiencia?

R. Resulta decisiva y capital en la formación paulatina de un guitarrista flamenco. Ya con nueve años estaba tocando los estilos principales del flamenco y acompañando a mi madre al cante, primero en casa, y luego en escenarios. Después, se incorporó a esta andadura mi hermana, también al cante, para pasar a un duradero recorrido por las peñas flamencas, sobre todo de Andalucía, acompañando al cante y al baile, giras por el extranjero, especialmente Europa, etc.

    A esta dilatada y fructífera experiencia hay que añadir mi aprendizaje en la academia de Matilde Coral y Rafael el Negro, donde coincidí con El Mimbre, Chano Lobato, Manolo Domínguez, Quique Paredes y otras figuras, con paradas puntuales en casa de los padres de Rafael Riqueni, en Pagés del Corro, quien me preguntaba siempre, con suma amabilidad y cariño, qué estaba componiendo o interpretando en ese momento. Tenía entonces trece años y por entonces ya leía y escribía en el pentagrama dado que un buen guitarrista con formación en el Conservatorio Superior de Sevilla, Antonio Carmona, estuvo trabajando conmigo no solo en dúos de guitarra flamenca y clásica, sino también en la paulatina asimilación de los planes de estudio de dicho marco de enseñanza con clases particulares los fines de semanas durante años, es decir, desde solfear hasta trabajar nociones teóricas de lenguaje musical, armonía, contrapunto o composición. Así pude tocar, durante años, transcripciones para guitarra de numerosos compositores: desde Bach, los estudios de Sor, Aguado o Carulli, sin olvidar a Tárrega, y el repertorio nacionalista de Albéniz o Falla, hasta piezas de autores hispanoamericanos como Barrios, Piazzolla o Leo Brouwer. 

    Luego llegaron a mi vida formativa otros grandes compositores como Mario Escudero, con clases durante sus últimos años en su domicilio sevillano de Heliópolis, Manolo Sanlúcar, Riqueni, volviendo a coincidir con él ya no en su casa sino en cursos, José María Gallardo del Rey, el propio Brouwer o Eliot Fisk, en seminarios de especialización, de los que aprendí el rigor y la disciplina a la hora de componer e interpretar.

P. Y de las colaboraciones que has tenido con otros artistas del flamenco y de otras músicas, ¿puedes contarnos qué te han aportado?

R. Son bien numerosas las experiencias vivenciales y de enriquecimiento estético que he integrado a mi bagaje personal con artistas de diferentes generaciones no tanto por el hecho de concluir las obras y cerrar  los proyectos, sino por el placer de disfrutar el proceso artístico, ya sea a nivel de composición o de interpretación, con especial atención en el acompañamiento. En este sentido, me acuerdo de artistas que por desgracia ya no están entre nosotros, aunque sí en nuestro sentir y memoria afectiva, como Sordera, en su última etapa, Manolo Mairena, Paco Taranto, Chano Lobato o Antonio Chacón, pasando por El Chozas, Inés Bacán, Esperanza Fernández, David Lagos, Antonio el Pipa o Rafael de Utrera, hasta llegar a las generaciones recientes a las que pertenecen artistas como Rocío Márquez, Exequiel Benítez, Antonio Campos, María Marín, Jeromo Segura, Pedro Niño de la Fragua o Carmen Molina.

P. Conocemos tu experiencia como docente de flamenco. ¿Crees que te ha enriquecido y que es necesaria la didáctica del flamenco desde la escuela a la universidad? ¿Qué prejuicios hay aún y qué logros se han conseguido y qué queda por hacer en este sentido?

R. Entiendo que la didáctica del flamenco es crucial a la hora de ofrecer de manera rigurosa y experimentada, pero también con claridad divulgativa, claves, nociones conceptuales y análisis detallados para que nuestros niños puedan ir aprendiendo progresivamente el dominio del flamenco y de esta manera, cuando lleguen a la Universidad, puedan contar con esa compleja base en su acervo cultural y mimbres formativos. En mi caso, no solo me sigue enriqueciendo, dado que enseñar es aprender por partida doble, sino que constituye para mí un baluarte y asidero fundamental a efectos de vocación y como misión de vida. Además, entiendo la didáctica como un proceso y oportunidad para seguir renovándome gracias a nuevas metodologías, planteamientos epistemológicos y gnoseológicos, destrezas y estrategias sustentadas en la investigación tanto teórico-analítica como a nivel de creatividad compositiva e interpretativa. Sin embargo, todavía un sector de la comunidad universitaria, y por desgracia también del flamenco, se muestra reticente a la hora de aceptar que todos los agentes de la cultura debemos cooperar de manera concertada y colegiada en aras de sumar esfuerzos y avances al servicio de una manifestación artística única en el mundo que hunde sus raíces en nuestra tierra.

P. ¿Cómo ves la evolución de la investigación sobre flamenco desde finales del siglo pasado hasta ahora?

R. Estamos asistiendo a una notoria renovación y revisión crítica respecto al estado de la cuestión o del arte habida cuenta de los importantes aportes que se están haciendo hasta la fecha. Solamente atendiendo a la investigación cualitativa que estamos disfrutando a nivel de tesis doctorales y proyectos de investigación I + D + i, pero también en el plano de la epistemología de la creatividad escénico performativa, debemos estar muy satisfechos, si bien esperamos todavía renovadas perspectivas de análisis que ofrezcan futuros avances, porque así se hace ciencia: aportas un modesto granito de arena y lo brindas a los demás, y como fruto de ese legado, luego viene otro investigador y suma a lo existente, y así, por fortuna, ad infinitum.

P. Un momento importante en tu carrera hasta ahora.

R. Sentir cariño, afecto y gratitud por parte de mis alumnos y de los artistas, ya sean músicos o escritores.

P. Un momento especial de “duende” (como aficionado y como artista)

R. Escuchar por soleá, con aires de Cádiz, a Tomás Pavón, o por seguiriya a Manolo Caracol.

P. Coméntanos la producción y la experiencia que has tenido en el ámbito de la discografía hasta llegar a tu último trabajo, el disco-libro Támiris. ¿Qué has querido expresar?

R. Los discos que llevo a cabo en el plano de la composición exploran siempre las fronteras e intersección de códigos entre música y literatura hasta el punto de que incluyo tanto los textos musicalizados como una poética musical: A contratiempo (2009), Palimpsesto. Morente «in memoriam» (2012), Eurídice XXI (2014), Miniaturas espirituales para niños (Suite en dos movimientos), en Anjara. Musica del mondo per Jangany (2016), y, por último, Támiris (2022).

    Támiris, en concreto, es el resultado natural en el que convergen mis dos facetas ligadas a la creatividad compositiva: el discurso musical y el verso. El propio concepto del disco-libro se refiere a un legendario aedo o rapsoda que armonizaba ambas artes, si bien se trata de un arquetipo que me ha permitido ofrecer un recorrido, a modo de novela musical polifónica y desde la mayor autenticidad posible, por las distintas emociones que experimenta el ser humano, con sus alegrías y penas, con sus luces y sus sombras. En este sentido, las voces de los artistas, a los que estoy muy agradecido por su extraordinaria profesionalidad y ejemplar calidad humana, se integran en mi discurso compositivo como si fueron los personajes de un relato literario-musical: Inés Bacán, Ezequiel Benítez, Esperanza Fernández, David Lagos, María Marín, Rocío Márquez, Carmen Molina, Mayte Salgueiro o ‘El Zapatero’. Las colaboraciones instrumentales en Támiris son: Calia Álvarez, Artefactum, Juan M. Jiménez, Antonio Moreno y Rafael Mira. Por último, dialogan con mi poética musical y versos las aportaciones literarias de Silvia G. Coillard, Miguel Florián, Juan Peña, Alberto Prieto, José Luis Rodríguez Ojeda y Javier Salvago.

P. ¿Cómo ves la situación del flamenco hoy?

R. Esperanzadora por el gran nivel estético que se está alcanzando a partir de propuestas estéticas muy diferentes, pero un tanto desalentadora por la manifiesta escasez de recursos económicos e infraestructuras que se destinan en España para dar salida a tan extremada calidad artística. Sucede también con la ridícula y precaria partida económica que se destina a la investigación, motor y estandarte de la ciencia, en nuestro país, comenzando por las Comunidades autónomas.

P. ¿Crees que hay un flamenco de gitanos y un flamenco de no gitanos?

R. Creo que hay un flamenco auténtico y sincero cuando el artista atesora profundidad y verdad en su alma no solo a nivel creativo sino también en lo que se refiere al plano humano y espiritual. Es cierto, porque lo he comprobado con grandes amigos míos, que los artistas gitanos atesoran unas señas de identidad étnico raciales que permiten una transmisión expresiva característica en el flamenco. Sin embargo, también me emociono, por supuesto, con artistas que no son gitanos e incluso que proceden de otras culturas ya que tienen una capacidad de transmisión estética y de sensibilidad sutil. Eso es lo que busco en el arte y en la vida: emoción desde la autenticidad.

P. ¿Qué opinión tienes sobre el últimamente muy comentado, con diferentes visiones, machismo en el flamenco de antes y de ahora, en cuanto a los artistas, las letras, los cantes, etc.?

R. Esta cuestión sumamente delicada requiere una revisión crítica decidida y responsable, al igual que sucede en campos de estudio como los relativos a las perspectivas de género, en lo que atañe a la investigación. Esta acción debe venir acompañada de una auténtica renovación de mensajes musicalizados del pasado que ahora no solo no tienen cabida, sino que han de rechazarse cuando se ofenden a las personas, en general, y a la mujer, en particular. En tiempos todavía tan duros e incomprensibles como los que estamos transitando, baste pensar en la violencia de género a diario, no podemos permitirnos cerrar los ojos y dejar que los niños que vayan a aprender, con rigor y vocación, flamenco canten letras remozadas de mensajes ofensivos y temática lesiva. Corren tiempos en los que hemos de alejarnos de la involución para trazar puentes modulatorios hacia el respeto, la comprensión y la escucha del otro, la libertad, la apertura y la pluralidad, siempre con el amor como principal universal del sentimiento.

P. ¿Qué opinas sobre la dinámica tradición y renovación en el flamenco, sobre todo en el momento actual, el flamenco del siglo XXI?

R. Crucial, puesto que es fundamental mantener los pilares constitutivos del flamenco, pero siempre en continua renovación, como sucede con cualquier manifestación artística identificable en la historia cultural de las mentalidades, ideas y representaciones estéticas. De hecho, considero la tradición en el sentido etimológico, esto es, como el legado que, a modo de tesoro, recibimos no para conservarlo en un museo de manera estática y anquilosada, sino para transmitirlo y compartirlo con los demás de un modo dinámico, vivo y edificante.

P. Tu músico preferido (de la historia y de la actualidad).

R. Bien difícil me lo pones, pero si he de quedarme con uno solo: Johann Sebastian Bach, por su profundidad literario-musical y trascendencia humanamente espiritual.

P. Tu cantaor preferido (de la historia y de la actualidad).

R. Más difícil todavía: Tomás Pavón, por su sentido del tiempo, el tempo y la profunda expresión emocional.

P. Tu cantaora preferida...

R. Vaya tela: La Niña de los Peines, por su sentido rítmico y expresividad jonda.

P. Tu bailaor/bailarín...

R. Antonio Gades, por su elegancia en los movimientos y sutileza en los matices de su propia gramática corporal.

P. Tu bailaora...

R. Carmen Amaya, por su sentido de la percusión corporal, del ritmo y de la inspiración gitana en estado puro.

P. Tu tocaor o tocaora (que las hay)...

R. Ramón Montoya, piedra angular de la historia de la guitarra clásico-flamenca, junto a Manolo de Huelva, por su sabor rítmico flamenco.

P. Un estilo de cante que te gusta especialmente.

R. Soleá, por su majestuosidad y profunda elegancia estilizada.

P. Un estilo de baile.

R. Bulería, con sus matices sutiles y sabor en el acompañamiento al toque, es decir, al aire jerezano y lebrijano, sin olvidar Morón o Utrera, entre otros enclaves significativos.

P. Un estilo de toque.

R. Aunque resulte una paradoja: cuando no hay estilos, ni géneros, ni límites o fronteras, sino solo el alma desnuda del guitarrista que conoce y siente la tradición para sumar su voz auténtica y profunda a la cadena de testimonios estéticos del flamenco.

P. Una letra que te guste, de la tradición (y tuya, en su caso).

R. De la tradición literario-musical me quedo con esta simbólica letra que atesora la memoria, todavía viva, desde La Serneta y La Niña de los Peines hasta Fernanda de Utrera, como bien supieron ver José Ángel Valente, José Manuel Caballero Bonald o Blas de Otero:

Fui piedra y perdí mi centro
y me arrojaron al mar
y al cabo de mucho tiempo,
mi centro vine a encontrar.

    En cuanto a mis letras, seguramente estos versos, cantados por Ezequiel Benítez en la bulería “Risa azul” de Támiris, reflejen mi forma de ser en el arte y en la vida:

Como vuelo sin huella
en azul para acuarela,
dejo mi música de agua
y la escritura en la arena.

P. Proyectos a corto y medio plazo.

R. A corto plazo, me gustaría seguir desarrollando mi labor docente, a diario, con dedicación y vocación entre literatura y música; y a largo plazo, quiero continuar elaborando mi programa de radio para Canal Sur Guitarra flamenca: diapasón y trastes al tiempo que aporto mi grano de arena, a nivel de investigación, en los Proyectos de I + D + I Andalucía literaria y crítica. Fondos documentales para una historia inédita de la Literatura Española y su estudio: los fondos Alborg y Canales de la Universidad de Málaga y Presencia del flamenco en Argentina y México (1936-1959): espacios comerciales y del asociacionismo español (FLA/AMEX). Por último, he de cerrar la segunda parte de la bilogía, también un disco-libro, que he iniciado con Támiris.

P. Tu sueño es...

R. Disfrutar cada instante de la vida con ilusión, como si fuera un sueño, junto a mi familia y acompañado de buenos amigos, como es tu caso, siendo coherente con lo que siento, pienso y hago en la vida y en el arte.

    Despedimos aquí al querido y admirado amigo, profesor y compositor Paco Escobar, deseándole siempre lo mejor con un abrazo cabal.

 

28 de septiembre de 2022

Reseña del disco libro Támiris en la revista Melómano



Ut poesis musica. La desgarradora expresividad de una guitarra y los quejíos más profundos de la voz que grita y duele, susurra y narra, historias nunca contadas y siempre vividas. Támiris, contando y cantando el arte por el arte, desde las ideas y la guitarra de Paco Escobar y diferentes voces que buscan la estrecha unidad áurea de la literatura y la música. Desde la sonoridad de la guitarra, la heredera de la lira que —junto a la voz— costara la vista y el talento artístico del vate griego, el tracio Támiris, quien tuvo la osadía de enfrentarse a las Musas.


Una grabación que simboliza un recorrido estético-espiritual con distintos conceptos sonoros, desde sus 16 piezas dispuestas en una columna de 7 vértebras o cuadros: I. Támiris, memoria ancestral, II. Matriz de sonido, III. Búsqueda del sonido primigenio, IV. Frecuencia dorada y éter de luz, V. Luz blanca, vibración, VI. Namasté, solsticio de verano y VII. Renacer, la vuelta de Lázaro y el sonido del alma, ese viaje hacia adentro que solo se puede realizar desde la mano del arte, un paseo por las emociones humanas.


Nos encontramos ante una investigación sonora que construye un mosaico complejo y de infinitas caras —o sonidos—. Con antecedentes musicales y artísticos en palos flamencos, armonías y ritmos arcaicos de diferentes culturas y melismas que evocan y desvelan nuevos caminos musicales. Todo ello expuesto en el generoso libreto que acompaña al disco y desde las palabras del propio Paco Escobar.


Desde mi propio viaje interior, «siento» que es un álbum que alberga un misterio que atrapa desde la primera nota. Un conjunto de cuentos cantados, una novela musical. Un camino —como un juego— para desvelar los orígenes y descubrir de esa forma una nueva concepción de la música y el arte desde la esencia de «lo sencillo» de la propia existencia, la simplicidad de una guitarra y una voz acunadas con vientos y giros de otros lares y tiempos conocidos y por conocer. Y con el haiku de Javier Salvago que introduce este álbum, acabo esta reseña:

                        Solo una caja

                       de madera, con cuerdas.

                       Pero con alma.



                                                 Sara Guerrero Aguado





16 de abril de 2022

Támiris disco de la semana en ABC: Desafío a las musas. Reseña de Luis Ybarra

 

    Como Támiris en la Ilíada de Homero, Paco Escobar se enfrenta a las ideas superlativas de la composición en este proyecto discográfico, un salto mortal de técnica avanzada y elevado tono poético. Con letras de Francisco Javier Escobar Borrego, José Luis Ojeda y de autoría popular, crea todo un paraíso de melodía que transita diferentes territorios sentimentales. Risas azules, pozos negros, muerte, dolor, alborozo, recogimiento... De todo hay en este álbum coral, donde los ecos dispares de Inés Bacán, Márquez El Zapatero, Esperanza Fernández, Tomás de Perrate, David Lagos, Rocío Márquez, Ezequiel Benítez y María Marín se encargan de hilvanar ternuras y quejas. Las percusiones de Antonio Moreno, otro que aporta a todo lo que toca, y algunos instrumentos medievales se suman al discurso.

    La sonanta de este hombre, profesor de Literatura Española de la Universidad de Sevilla, como ya demostrara en numerosos seminarios y álbumes como "A contratiempo" experimenta con el ritmo y la armonía. Cambia los esquemas propios de las cuerdas. Busca. En Támiris, un disco-libro, además, se dedica a encontrar. Su guitarra, como la poesía, se mueve por los hallazgos, que son frutos del estudio y la herencia. Algo pasado islámico se concreta en este disco. de gitanismo y música barroca, también. De nacionalismo musical, metafísica y pintura. Va dibujando con el estómago pinceladas que se traga la boca que golpean sus manos. Hace, déjeme decirlo, cosas raras, introspectivas, que se me diluyen en el oído si me acerco y que entiendo cuando no trato de explicarlas. De altura e intimismo presume, pero el conjunto parece una rareza extraordinaria. Siendo así podía poner en apuros a las musas.