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12 de marzo de 2024

"Diálogo con la guitarra de Paco Escobar" en La Hora Azul programa de Radio Clásica (RTVE) dirigido por Jon Bandrés

"Nos acompaña un músico y docente apasionado de la música, del flamenco y de traspasar todas sus fronteras en la búsqueda de nuevo sonidos que beben de múltiples culturas, géneros y períodos históricos. Charlamos con Paco Escobar sobre su mundo, su guitarra y su último trabajo, Támiris, un libro-disco que nos sugiere en 7 cuadros, a la manera expositiva de Mussorgsky, una meditación estética que nos invita a la introspección".

Podcast 👉👉 AQUÍ.  📻




“El flamenco es repasar el universo afectivo de los andaluces”, Revista US.

 

"El guitarrista y profesor de la Universidad de Sevilla Paco Escobar ha publicado recientemente su discolibro ‘Támiris’, un “emocionario” de sentires que danza entre el flamenco y la poesía. Desde la cuna escuchaba cantar a su madre y esa pasión primera le llevó a estrechar la guitarra ya con siete años. Rescata, a través de la memoria viva del flamenco de antaño, las esencias más puras, dotándolas de nuevos sonidos y de las voces de cantaoras de la talla de Esperanza Fernández, Rocío Márquez o Inés Bacán. Paco Escobar ha hecho de esta devoción su trabajo y tiene la oportunidad de transmitirla en sus clases de Literatura Española e Hispanoamericana, en su prolijo trabajo como investigador y también en su labor como codirector, tanto de Enclaves -la Revista de Literatura, Música y Artes Escénicas de la US-, como de la colección monográfica Flamenco de la Editorial de la Universidad de Sevilla (EUS)".

Lectura completa de la entrevista 👉👉 AQUÍ







17 de noviembre de 2022

Entrevista al profesor y compositor Paco Escobar, El Giraldillo (Por José Cenizo Jiménez)




Preguntamos ya a Paco Escobar para conocer más y mejor su trayectoria, así como sus ideas y preferencias en el flamenco.

P. ¿Cómo fueron tus inicios en el flamenco y quiénes fueron tus maestros?

R. Mis inicios están vinculados a la tradición oral y la cultura popular que fui asimilando en el seno familiar durante mi niñez. En este sentido, iba integrando a mi vida, sin darme cuenta de ello, letras cantadas que escuchaba bien en la voz de mi madre o en la banda sonora que se respiraba en el hogar, desde flamenco a copla, pasando por melodías muy cantábiles procedentes de la zarzuela y otras modalidades genéricas.

    En cuanto a los maestros en estos primeros compases de mi trayectoria formativa se remontan, a la edad de siete años, en la academia de baile de José Galván cuando un profesor, Pepe Montes, me fue adiestrando las manos y enseñando un repertorio tanto de géneros del flamenco como de piezas clásicas un tanto avanzadas para mi corta edad. Allí recuerdo a Israel (Galván) haciendo sus tempranas incursiones en el baile, con un año más que yo, si mal no recuerdo, vestido con la camiseta del Betis. A la Academia de José acudían granadas figuras de la danza flamenca. De hecho, he atesorado un nutrido número de recuerdos vivenciales y de convivencia entre los siete y ocho años, por ejemplo, con los hermanos Antonio y David Hurtado, niños como yo, acompañados de Lolita Valderrama.

P. Aparte de tocar y componer, ¿bailas, cantas o escribes letras para el cante?

R. A partir de los trece años, tras haber interiorizado un rico caudal de letras que acompañaba con la guitarra, comencé no solo a componer musicalmente sino también a nivel literario, de ahí que hasta la fecha continúe escribiendo letras o textos para ser cantados. Por lo general, suelo trabajar el fraseo armónico-melódico, como voz de referencia, en marcos métrico- rítmicos, para tratar de transmitirle las ideas musicales a los intérpretes que son los que, pertrechados de su exquisita calidad vocal, convierten en joyas interpretativas mis composiciones literario-musicales.

P. En tu caso, que has tocado para acompañar al cante y al baile, ¿qué importancia le das a esta experiencia?

R. Resulta decisiva y capital en la formación paulatina de un guitarrista flamenco. Ya con nueve años estaba tocando los estilos principales del flamenco y acompañando a mi madre al cante, primero en casa, y luego en escenarios. Después, se incorporó a esta andadura mi hermana, también al cante, para pasar a un duradero recorrido por las peñas flamencas, sobre todo de Andalucía, acompañando al cante y al baile, giras por el extranjero, especialmente Europa, etc.

    A esta dilatada y fructífera experiencia hay que añadir mi aprendizaje en la academia de Matilde Coral y Rafael el Negro, donde coincidí con El Mimbre, Chano Lobato, Manolo Domínguez, Quique Paredes y otras figuras, con paradas puntuales en casa de los padres de Rafael Riqueni, en Pagés del Corro, quien me preguntaba siempre, con suma amabilidad y cariño, qué estaba componiendo o interpretando en ese momento. Tenía entonces trece años y por entonces ya leía y escribía en el pentagrama dado que un buen guitarrista con formación en el Conservatorio Superior de Sevilla, Antonio Carmona, estuvo trabajando conmigo no solo en dúos de guitarra flamenca y clásica, sino también en la paulatina asimilación de los planes de estudio de dicho marco de enseñanza con clases particulares los fines de semanas durante años, es decir, desde solfear hasta trabajar nociones teóricas de lenguaje musical, armonía, contrapunto o composición. Así pude tocar, durante años, transcripciones para guitarra de numerosos compositores: desde Bach, los estudios de Sor, Aguado o Carulli, sin olvidar a Tárrega, y el repertorio nacionalista de Albéniz o Falla, hasta piezas de autores hispanoamericanos como Barrios, Piazzolla o Leo Brouwer. 

    Luego llegaron a mi vida formativa otros grandes compositores como Mario Escudero, con clases durante sus últimos años en su domicilio sevillano de Heliópolis, Manolo Sanlúcar, Riqueni, volviendo a coincidir con él ya no en su casa sino en cursos, José María Gallardo del Rey, el propio Brouwer o Eliot Fisk, en seminarios de especialización, de los que aprendí el rigor y la disciplina a la hora de componer e interpretar.

P. Y de las colaboraciones que has tenido con otros artistas del flamenco y de otras músicas, ¿puedes contarnos qué te han aportado?

R. Son bien numerosas las experiencias vivenciales y de enriquecimiento estético que he integrado a mi bagaje personal con artistas de diferentes generaciones no tanto por el hecho de concluir las obras y cerrar  los proyectos, sino por el placer de disfrutar el proceso artístico, ya sea a nivel de composición o de interpretación, con especial atención en el acompañamiento. En este sentido, me acuerdo de artistas que por desgracia ya no están entre nosotros, aunque sí en nuestro sentir y memoria afectiva, como Sordera, en su última etapa, Manolo Mairena, Paco Taranto, Chano Lobato o Antonio Chacón, pasando por El Chozas, Inés Bacán, Esperanza Fernández, David Lagos, Antonio el Pipa o Rafael de Utrera, hasta llegar a las generaciones recientes a las que pertenecen artistas como Rocío Márquez, Exequiel Benítez, Antonio Campos, María Marín, Jeromo Segura, Pedro Niño de la Fragua o Carmen Molina.

P. Conocemos tu experiencia como docente de flamenco. ¿Crees que te ha enriquecido y que es necesaria la didáctica del flamenco desde la escuela a la universidad? ¿Qué prejuicios hay aún y qué logros se han conseguido y qué queda por hacer en este sentido?

R. Entiendo que la didáctica del flamenco es crucial a la hora de ofrecer de manera rigurosa y experimentada, pero también con claridad divulgativa, claves, nociones conceptuales y análisis detallados para que nuestros niños puedan ir aprendiendo progresivamente el dominio del flamenco y de esta manera, cuando lleguen a la Universidad, puedan contar con esa compleja base en su acervo cultural y mimbres formativos. En mi caso, no solo me sigue enriqueciendo, dado que enseñar es aprender por partida doble, sino que constituye para mí un baluarte y asidero fundamental a efectos de vocación y como misión de vida. Además, entiendo la didáctica como un proceso y oportunidad para seguir renovándome gracias a nuevas metodologías, planteamientos epistemológicos y gnoseológicos, destrezas y estrategias sustentadas en la investigación tanto teórico-analítica como a nivel de creatividad compositiva e interpretativa. Sin embargo, todavía un sector de la comunidad universitaria, y por desgracia también del flamenco, se muestra reticente a la hora de aceptar que todos los agentes de la cultura debemos cooperar de manera concertada y colegiada en aras de sumar esfuerzos y avances al servicio de una manifestación artística única en el mundo que hunde sus raíces en nuestra tierra.

P. ¿Cómo ves la evolución de la investigación sobre flamenco desde finales del siglo pasado hasta ahora?

R. Estamos asistiendo a una notoria renovación y revisión crítica respecto al estado de la cuestión o del arte habida cuenta de los importantes aportes que se están haciendo hasta la fecha. Solamente atendiendo a la investigación cualitativa que estamos disfrutando a nivel de tesis doctorales y proyectos de investigación I + D + i, pero también en el plano de la epistemología de la creatividad escénico performativa, debemos estar muy satisfechos, si bien esperamos todavía renovadas perspectivas de análisis que ofrezcan futuros avances, porque así se hace ciencia: aportas un modesto granito de arena y lo brindas a los demás, y como fruto de ese legado, luego viene otro investigador y suma a lo existente, y así, por fortuna, ad infinitum.

P. Un momento importante en tu carrera hasta ahora.

R. Sentir cariño, afecto y gratitud por parte de mis alumnos y de los artistas, ya sean músicos o escritores.

P. Un momento especial de “duende” (como aficionado y como artista)

R. Escuchar por soleá, con aires de Cádiz, a Tomás Pavón, o por seguiriya a Manolo Caracol.

P. Coméntanos la producción y la experiencia que has tenido en el ámbito de la discografía hasta llegar a tu último trabajo, el disco-libro Támiris. ¿Qué has querido expresar?

R. Los discos que llevo a cabo en el plano de la composición exploran siempre las fronteras e intersección de códigos entre música y literatura hasta el punto de que incluyo tanto los textos musicalizados como una poética musical: A contratiempo (2009), Palimpsesto. Morente «in memoriam» (2012), Eurídice XXI (2014), Miniaturas espirituales para niños (Suite en dos movimientos), en Anjara. Musica del mondo per Jangany (2016), y, por último, Támiris (2022).

    Támiris, en concreto, es el resultado natural en el que convergen mis dos facetas ligadas a la creatividad compositiva: el discurso musical y el verso. El propio concepto del disco-libro se refiere a un legendario aedo o rapsoda que armonizaba ambas artes, si bien se trata de un arquetipo que me ha permitido ofrecer un recorrido, a modo de novela musical polifónica y desde la mayor autenticidad posible, por las distintas emociones que experimenta el ser humano, con sus alegrías y penas, con sus luces y sus sombras. En este sentido, las voces de los artistas, a los que estoy muy agradecido por su extraordinaria profesionalidad y ejemplar calidad humana, se integran en mi discurso compositivo como si fueron los personajes de un relato literario-musical: Inés Bacán, Ezequiel Benítez, Esperanza Fernández, David Lagos, María Marín, Rocío Márquez, Carmen Molina, Mayte Salgueiro o ‘El Zapatero’. Las colaboraciones instrumentales en Támiris son: Calia Álvarez, Artefactum, Juan M. Jiménez, Antonio Moreno y Rafael Mira. Por último, dialogan con mi poética musical y versos las aportaciones literarias de Silvia G. Coillard, Miguel Florián, Juan Peña, Alberto Prieto, José Luis Rodríguez Ojeda y Javier Salvago.

P. ¿Cómo ves la situación del flamenco hoy?

R. Esperanzadora por el gran nivel estético que se está alcanzando a partir de propuestas estéticas muy diferentes, pero un tanto desalentadora por la manifiesta escasez de recursos económicos e infraestructuras que se destinan en España para dar salida a tan extremada calidad artística. Sucede también con la ridícula y precaria partida económica que se destina a la investigación, motor y estandarte de la ciencia, en nuestro país, comenzando por las Comunidades autónomas.

P. ¿Crees que hay un flamenco de gitanos y un flamenco de no gitanos?

R. Creo que hay un flamenco auténtico y sincero cuando el artista atesora profundidad y verdad en su alma no solo a nivel creativo sino también en lo que se refiere al plano humano y espiritual. Es cierto, porque lo he comprobado con grandes amigos míos, que los artistas gitanos atesoran unas señas de identidad étnico raciales que permiten una transmisión expresiva característica en el flamenco. Sin embargo, también me emociono, por supuesto, con artistas que no son gitanos e incluso que proceden de otras culturas ya que tienen una capacidad de transmisión estética y de sensibilidad sutil. Eso es lo que busco en el arte y en la vida: emoción desde la autenticidad.

P. ¿Qué opinión tienes sobre el últimamente muy comentado, con diferentes visiones, machismo en el flamenco de antes y de ahora, en cuanto a los artistas, las letras, los cantes, etc.?

R. Esta cuestión sumamente delicada requiere una revisión crítica decidida y responsable, al igual que sucede en campos de estudio como los relativos a las perspectivas de género, en lo que atañe a la investigación. Esta acción debe venir acompañada de una auténtica renovación de mensajes musicalizados del pasado que ahora no solo no tienen cabida, sino que han de rechazarse cuando se ofenden a las personas, en general, y a la mujer, en particular. En tiempos todavía tan duros e incomprensibles como los que estamos transitando, baste pensar en la violencia de género a diario, no podemos permitirnos cerrar los ojos y dejar que los niños que vayan a aprender, con rigor y vocación, flamenco canten letras remozadas de mensajes ofensivos y temática lesiva. Corren tiempos en los que hemos de alejarnos de la involución para trazar puentes modulatorios hacia el respeto, la comprensión y la escucha del otro, la libertad, la apertura y la pluralidad, siempre con el amor como principal universal del sentimiento.

P. ¿Qué opinas sobre la dinámica tradición y renovación en el flamenco, sobre todo en el momento actual, el flamenco del siglo XXI?

R. Crucial, puesto que es fundamental mantener los pilares constitutivos del flamenco, pero siempre en continua renovación, como sucede con cualquier manifestación artística identificable en la historia cultural de las mentalidades, ideas y representaciones estéticas. De hecho, considero la tradición en el sentido etimológico, esto es, como el legado que, a modo de tesoro, recibimos no para conservarlo en un museo de manera estática y anquilosada, sino para transmitirlo y compartirlo con los demás de un modo dinámico, vivo y edificante.

P. Tu músico preferido (de la historia y de la actualidad).

R. Bien difícil me lo pones, pero si he de quedarme con uno solo: Johann Sebastian Bach, por su profundidad literario-musical y trascendencia humanamente espiritual.

P. Tu cantaor preferido (de la historia y de la actualidad).

R. Más difícil todavía: Tomás Pavón, por su sentido del tiempo, el tempo y la profunda expresión emocional.

P. Tu cantaora preferida...

R. Vaya tela: La Niña de los Peines, por su sentido rítmico y expresividad jonda.

P. Tu bailaor/bailarín...

R. Antonio Gades, por su elegancia en los movimientos y sutileza en los matices de su propia gramática corporal.

P. Tu bailaora...

R. Carmen Amaya, por su sentido de la percusión corporal, del ritmo y de la inspiración gitana en estado puro.

P. Tu tocaor o tocaora (que las hay)...

R. Ramón Montoya, piedra angular de la historia de la guitarra clásico-flamenca, junto a Manolo de Huelva, por su sabor rítmico flamenco.

P. Un estilo de cante que te gusta especialmente.

R. Soleá, por su majestuosidad y profunda elegancia estilizada.

P. Un estilo de baile.

R. Bulería, con sus matices sutiles y sabor en el acompañamiento al toque, es decir, al aire jerezano y lebrijano, sin olvidar Morón o Utrera, entre otros enclaves significativos.

P. Un estilo de toque.

R. Aunque resulte una paradoja: cuando no hay estilos, ni géneros, ni límites o fronteras, sino solo el alma desnuda del guitarrista que conoce y siente la tradición para sumar su voz auténtica y profunda a la cadena de testimonios estéticos del flamenco.

P. Una letra que te guste, de la tradición (y tuya, en su caso).

R. De la tradición literario-musical me quedo con esta simbólica letra que atesora la memoria, todavía viva, desde La Serneta y La Niña de los Peines hasta Fernanda de Utrera, como bien supieron ver José Ángel Valente, José Manuel Caballero Bonald o Blas de Otero:

Fui piedra y perdí mi centro
y me arrojaron al mar
y al cabo de mucho tiempo,
mi centro vine a encontrar.

    En cuanto a mis letras, seguramente estos versos, cantados por Ezequiel Benítez en la bulería “Risa azul” de Támiris, reflejen mi forma de ser en el arte y en la vida:

Como vuelo sin huella
en azul para acuarela,
dejo mi música de agua
y la escritura en la arena.

P. Proyectos a corto y medio plazo.

R. A corto plazo, me gustaría seguir desarrollando mi labor docente, a diario, con dedicación y vocación entre literatura y música; y a largo plazo, quiero continuar elaborando mi programa de radio para Canal Sur Guitarra flamenca: diapasón y trastes al tiempo que aporto mi grano de arena, a nivel de investigación, en los Proyectos de I + D + I Andalucía literaria y crítica. Fondos documentales para una historia inédita de la Literatura Española y su estudio: los fondos Alborg y Canales de la Universidad de Málaga y Presencia del flamenco en Argentina y México (1936-1959): espacios comerciales y del asociacionismo español (FLA/AMEX). Por último, he de cerrar la segunda parte de la bilogía, también un disco-libro, que he iniciado con Támiris.

P. Tu sueño es...

R. Disfrutar cada instante de la vida con ilusión, como si fuera un sueño, junto a mi familia y acompañado de buenos amigos, como es tu caso, siendo coherente con lo que siento, pienso y hago en la vida y en el arte.

    Despedimos aquí al querido y admirado amigo, profesor y compositor Paco Escobar, deseándole siempre lo mejor con un abrazo cabal.

 

3 de abril de 2022

Colores sonoros impresionistas y tradición cultural sevillana: Entrevista didáctico-analítica a Rafael Riqueni (La Musa y el Duende. Revista Internacional de Flamenco)


ENLACE A LA ENTREVISTA COMPLETA: 👉👉 AQUÍ



Francisco J. Escobar, Manuel Alcántara, Eulalia Pablo y José Luis Navarro, "Colores sonoros impresionistas y tradición cultural sevillana: Entrevista didáctico-analítica a Rafael Riqueni", La Musa y el Duende. Revista Internacional de Flamenco, 40 (2022), pp. 6-20.

22 de mayo de 2020

“Ciencia y Flamenco: construcción crítica vs. realidad histórica”, La cuadratura del círculo





Emilio J. Gallardo /Francisco Javier Escobar

Escuela de Estudios Hispano-Americanos y Universidad de Sevilla 

5-03-2020


   En determinados círculos académicos, y hasta artísticos, si cabe, aún puede sorprender la asociación simbiótica existente entre flamenco y universidad. De esta compleja circunstancia se coligen y plantean interrogantes al trasluz de la dicotomía construcción crítica vs. realidad histórica, planteada, a nivel epistemológico-conceptual, por el distinguido y erudito bibliógrafo Rodríguez-Moñino: ¿Resulta factible un acercamiento científico y poliédrico al arte flamenco? ¿Existe una línea matriz de investigación ceñida a estudios flamencos o bajo una denominación similar? Incertidumbres lábiles al margen, lo cierto es que las evidencias en este sentido se remontan, con un nutrido cúmulo de pruebas al paso y como si de un proceso de ósmosis se tratase, a un eje cronológico concreto, a saber: finales del siglo XIX.

   Pues bien, en aquellos prístinos momentos ven la luz títulos axiales en la historia de una disciplina de investigación que a veces, y con injustificada sorna jocoseria en algunas de ellas, se conoce como flamencología, denominación homónima respecto al conocido libro de Anselmo González Climent de 1955. En 1881, concretamente, el padre de los hermanos Machado, el distinguido folclorista Antonio Machado y Álvarez, Demófilo, da a la imprenta el volumen y obra instrumental de referencia, hasta la fecha, Colección de cantes flamencos; y será en ese mismo año cuando este arte secular merezca la atención y admiración de un prestigioso académico alemán, el lingüista Hugo Schuchardt, quien se acercó a estas complejas lides, con cuestiones fonéticas, fonológicas y grafemáticas de fondo, para avezados y expertos en su obra Die “Cantes Flamencos”.

    Tanto es así que, a partir de estos hitos historiográficos, ha venido prosperando una amplia y variada producción bibliográfica, de carácter interdisciplinar, que, si bien tradicionalmente se ha vinculado por lo general a las Humanidades y las Ciencias Sociales, desde hace unas décadas se ha hecho más plural hasta el punto de atraer el interés investigador de matemáticos, ingenieros o podólogos, por citar tan solo varios ejemplos y paradigmas fidedignos de estos recientes cauces de transferencia de conocimiento y divulgación científica, con vocación de raigambre flamencológica.


    Flamenco en Triana


   Es más, esta notable tradición de calado bibliográfico, junto con varias de las novedades editoriales más sobresalientes, están siendo aquilatadas, como si de un crisol reticular se tratase, en un proyecto de divulgación científica desde el que venimos cartografiando la histórica relación que el flamenco ha mantenido con la ciudad de Sevilla, urbe ineludible para entender su génesis, forja y desarrollo evolutivo. De hecho, este laborioso empeño se está llevando a cabo en virtud de la elaboración y diseño epistemológico de una serie de rutas científicas que se ofrecen a un público adulto, en un principio sin necesarios conocimientos técnicos previos.

   Sea como fuere, desde esta atalaya conceptual, tienen lugar en los distintos eventos de divulgación científica, así La Noche Europea de l@s Investigador@s, la Semana de la Ciencia y la Tecnología, o en festividades emblemáticas con significado simbólico. En este último caso se encuadra, en fin, el último itinerario realizado, habida cuenta de que ha sido puesto en práctica durante la celebración del pasado Día de Andalucía (28 de febrero), en tanto que tuvo como núcleo temático-espacial el flamenco en el barrio de Triana, y donde contamos, además, con la valiosa colaboración de colegas pertenecientes a la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas (FAKALI).

   En efecto, conforme a un dilatado paseo por un total de siete paradas o postas, se introdujo progresivamente a los asistentes en temas y debates centrales para comprender de manera certera la simbiosis intrínseca y connatural entre flamenco y esta singular zona hispalense, esto es: la sobresaliente presencia e impronta de la comunidad gitana, o gitanería, y su relación socio-musical con artistas no gitanos a efectos de la dualidad cava de los gitanos/cava de los civiles; el paulatino desarrollo de formas musicales medulares dentro del género, es decir, palos, estilos o modalidades flamencas del calado de la soleá, la seguiriya, los martinetes, los tangos e incluso la bulería acompasada, con tempo lento y sabor arromanzado; o, por traer a colación un último ejemplo: la misma relación osmótica entre flamenco y ciencia que ahora abordamos desde la construcción crítica y la realidad histórica.


   Criterio pluriartístico


   En cualquier caso, esta se muestra palmariamente al trasluz de un guion elaborado desde el estado de la cuestión y nuevas perspectivas críticas que sirve a los asistentes como vademecum que les acompaña y orienta a nivel de directrices y discusiones mantenidas con los guías o mediadores entre el grupo y el entorno (paisaje sonoro). En ese documento, de hecho, pueden hallar cuidados fragmentos especializados en lo que hace a estudios críticos, si bien, al estar concebidos desde un criterio pluriartístico, al aparato teórico le acompañan, además, referencias específicas a obras literarias, una selección musical, con archivos fonográficos originales, y, en ocasiones, fílmica y pictórica en lo que atañe a recepción y pervivencia.

   En cuanto a la naturaleza de las paradas, fue variada al hilo de distintos elementos urbanos consagrados a la memoria y al reconocimiento canónico. En este sentido, aunque siempre se puede seguir construyendo y edificando al respecto, Triana se erige como un barrio que se ha preocupado por salvaguardar y preservar la memoria de esa constelación de artistas señeros nacidos en el margen derecho del Guadalquivir; de ahí que sea fácil, claro está, enhebrar elementos como monumentos, son los casos de Triana al Arte Flamenco y A los alfareros, ceramistas y al cante por soleá, o azulejos conmemorativos: a los gitanos y gitanas de Triana, a Naranjito de Triana o a los padres de los Machado.

   En un futuro inmediato, tenemos por delante el reto de completar la cartografía flamenca de Sevilla y ofrecer, al tiempo, en calidad de producto textual conclusivo de la experiencia, una granada guía de viaje temática. No obstante, tal propuesta monográfica resulta además fácilmente extrapolable a otros contextos y enclaves geográficos representativos: por supuesto, a ciudades de visible sabor flamenco como Cádiz capital y provincia, con Jerez, El Puerto de Santa María y otros núcleos a la cabeza, Málaga, Granada, etc.; pero también a otras que contaron con comunidades españolas migradas por causas económicas, bélicas y de índole varia, como pueden ser Buenos Aires o Ciudad de México.


   Categoría de ciencia


   En fin, respondamos, si no lo hemos hecho ya, a los interrogantes que han constituido nuestra hipótesis de partida desde el binomio construcción crítica y realidad histórica: sí, en efecto; la relación sinérgica entre flamenco y ciencia no sólo es factible, sino bien necesaria y deseable. De hecho, vibra cada vez más con mayor vitalidad alimentada por el ingente trabajo y decidida cooperación colectiva de académicos, verdadera comunitas científica y flamenca, al servicio del análisis cabal y riguroso de nuestro arte.


   Así lo auspició ya Antonio Machado y Álvarez, Demófilo, considerado piedra angular de la flamencología, tal como la formuló González Climent; y lo hizo a propósito de la forja de un Folk-lore andaluz, entonces una ciencia niña, pero, eso sí, con indudable categoría de ciencia. Tanto es así que había acarreado materiales, entendidos a efectos de imaginario como coplas populares y anónimas, más allá de la rúbrica autorial, con exquisito tono emocional y vida en variantes, al decir de Menéndez Pidal, en aras del conocimiento de la naturaleza y evolución del espíritu humano.

4 de febrero de 2018

Entre émotions et technique, à la découverte de l'art flamenco


Documental de Louise Klipfel  dedicado a las emociones y la técnica en el Flamenco


Os invito a disfrutar, al compás de las emociones y las técnicas del Flamenco, de este documental. Se adentra, entre la ciencia y el arte, en la mirada creativa de la nueva savia de nuestra tierra. Es una gran alegría haber participado en tan ilusionante proyecto.




8 de febrero de 2011

ENTREVISTA A PACO ESCOBAR EN JONDOWEB CON MOTIVO DE SU ACTUACIÓN EN LA XVI BIENAL DE ARTE FLAMENCO DE SEVILLA







    Aglutina en su currículum tantos méritos académicos como falsetas en su sonanta. El guitarrista Paco Escobar, primer profesor universitario en actuar en la Bienal de Flamenco de Sevilla, es el mejor paradigma para derrocar el tópico de que el flamenco es un arte reservado a iletrados. Compositor culturalista, con propuestas barrocas y honda raíz flamenca, el sevillano confiesa ser antes músico que filólogo. Embriagado de sensibilidad musical y de un vasto conocimiento poético, el doctor en Filología Hispánica parece extrapolar las metáforas y motivos literarios que enseña en sus clases a las cuerdas de su guitarra.'A contratiempo' es su primera publicación musical, un disco en el que busca un equilibrio entre la tradición flamenca, pero con la mirada abierta al aprendizaje de otros discursos musicales. Adalid del humanismo y la música, Escobar aboga por un flamenco sin anclajes recalcitrantes, destapado hacia una continua evolución y, por supuesto, presente en las aulas universitarias.

Su disco busca la intertextualidad del flamenco con otras músicas, ¿cree que al flamenco se le pueden poner límites? ¿Hay una barrera entre la ortodoxia y la innovación?

    Si queremos hacer una propuesta estética de contenido, resulta imprescindible conocer, en primer lugar, las fuentes y modelos que han forjado las bases del Flamenco. Sin embargo, respetando este principio esencial, procuro, además, buscar mi propio lenguaje y señas de identidad. Por esta razón, el Flamenco, desde nuestra óptica contemporánea, no puede ser considerado únicamente como mera arqueología del pasado sino que debe estar abierto a un continuo enriquecimiento y evolución, como sucede en las restantes manifestaciones artísticas.

¿De qué otras fuentes aparte de la flamenca bebe su música?

    Analizo diferentes discursos musicales tanto de la música clásica, principalmente antigua y contemporánea, junto a otros de variadas músicas del mundo. También, en un plano de composición conceptual, trabajo las poéticas de maestros en artes tan variadas como la literatura, la filosofía, el cine o las artes plásticas. En definitiva, persigo un equilibrio entre el respeto y conocimiento de la tradición en armonía con una mirada abierta al aprendizaje en virtud de otros discursos musicales y estéticos.


¿Cómo acogió el público de la Bienal su espectáculo?

    La verdad es que estoy muy agradecido por varias razones. La primera es que llevaba una propuesta compleja de concierto en un doble formato: por un lado, mis composiciones vinculadas al Flamenco y otras de cámara que enlazaban, al tiempo, con el contrapunto barroco y la estética contemporánea; de ahí las transcripciones para marimba, viola da gamba, violín, bandoneón o percusión junto a un piano flamenco o voces de cantaoras. La segunda razón que hacía compleja la puesta en escena del espectáculo era la duración: aproximadamente casi dos horas de música real. Por último, aunque durante buena parte del concierto ponía en escena mi cd A contratiempo –por lo que a un sector del público podía resultarle la música un tanto conocida–, otras piezas como la seguiriya, inmersa de pleno en la estética contemporánea, o la suite dedicada a mi hija Marina las estrené allí y era la primera vez que se podían escuchar. Si a eso se le suma que a la gente, por lo general, le sorprende que haya sido el primer profesor universitario en treinta años de la Bienal que haya llevado a cabo un concierto íntegro de esta envergadura, estoy contento de haber cumplido las expectativas generadas. Al final, después del concierto todo el público se puso en pie y con bis incluido. Esta reacción me ayuda, de verdad, a continuar buscando mis señas de identidad como músico.

¿Se considera más guitarrista, compositor o filólogo?

    Comencé con siete años a tocar la guitarra, antes de ser filólogo. Luego durante mis estudios universitarios realicé la doble especialidad de filología hispánica y clásica, porque he valorado siempre la formación humanística e integral no sólo del profesor-investigador sino también del músico. Ahora me dedico a investigar tanto en el campo del humanismo como a nivel musical (en este último plano conciliando teoría musical y práctica creativa). En definitiva, procuro conciliar, con mucho esfuerzo y dedicación vocacional, estas dimensiones en la música que propongo como señas de identidad artísticas propias.

Usted que es doctor en Filología Hispánica, ¿cree que los artistas adolecen todavía de falta de cultura? ¿Se le hace todavía extraño a muchos ver a un flamenco con títulos universitarios?

    Creo que en los albores del siglo XXI este concepto de figuras estereotipadas está cambiando. Cuando viajo a otros países, compruebo, con alegría, que buena parte de los profesores universitarios con los que trabajo a nivel musical (música clásica, por lo general) son excelentes compositores; incluso la Universidad está vinculada al Conservatorio. Precisamente, hace unos días estuve dando un concierto en el sur de Francia en un festival de músicas del mundo y contemporánea y coincidí con profesores-músicos de la Universidad de Patras. Esta relación tan natural y sin fisuras, en contraste, la echo de menos cuando hablamos de Flamenco. Por ello, mi figura resulta, en un principio, un tanto anómala para el común de los aficionados al Flamenco (si bien me he dedicado antes a la música que a la filología) pero es sintomática de que están surgiendo nuevas figuras que van a romper el estereotipo de que el flamenco es una persona “iletrada” y el de música clásica, en cambio, es muy “culta”, u otro cliché habitual consistente en que un profesor universitario es muy “letrado”, al parecer, para componer música flamenca.

¿El flamenco debería estar más presente en la Universidad?

    Por supuesto. Estamos dando sólo los primeros pasos y queda mucho por hacer: implantación de estudios reglados en grado, máster, etc., formación de personal docente-investigador cualificado ... Por mi parte, estoy abriendo una línea de investigación en el doctorado de Flamenco en la Universidad de Sevilla en la que doctorandos que van desde profesores de conservatorio hasta artistas profesionales del Flamenco con formación académica están haciendo su Tesis doctoral en un maridaje metodológico que propongo entre música flamenca, literatura y procesos de comunicación.

¿Qué ofrece A contratiempo?

    Una suite de formas genéricas flamencas que he compuesto para voz y diferentes instrumentos (algunos un tanto novedosos para el Flamenco como el bandoneón o el corneto) junto a varias piezas de cámara que no podemos encuadrar dentro de la naturaleza habitual de palos habituales en el Flamenco. Al tiempo, estas composiciones ofrecen unas implicaciones simbólicas con la literatura y otras disciplinas estéticas (para eso me dedico a investigar sobre las relaciones entre música, literatura y procesos de comunicación). Por ello, presento la obra con mi texto “Poética musical o de los sentidos” en los que explico las claves compositivas en diálogo con los paratextos de poetas prestigiosos como Jaime Siles y José Mª Velázquez-Gaztelu.

Han definido su música como postmoderna, ¿cómo la definiría usted mismo?

    Sencillamente música fruto de años de reflexión compositiva para todo aquel que quiera acercarse a ella con sensibilidad y apertura estética acorde con nuestra época contemporánea.

¿Qué le evoca Almería con respecto a la guitarra flamenca? ¿A qué suena esta tierra?

    Un referente espacial y sonoro imprescindible para conocer formas genéricas del Flamenco capitales como los estilos de Levante. En estos momentos estoy indagando precisamente sobre la ejecución de estos estilos en sus formas más autóctonas como revisión canónica para varias composiciones que daré a conocer en un próximo proyecto: taranta, minera, bulería, con armonía de “Levante”, y también una rumba-tango evocando, desde mi universo compositivo, las sonoridades que tantas veces he escuchado en peñas flamencas como la del Taranto, en las calles de la Chanca incluso en las palabras de admiración de un poeta tan allegado a Almería como José Ángel Valente, del que estoy realizando, por cierto, una investigación sobre las relaciones entre música y literatura en su obra.

¿Cómo ve la situación del flamenco en la provincia almeriense?

    Veo que, a nivel artístico-cultural, continúa, por fortuna, siendo un referente crucial para todo aquel que quiera conocer con rigor la tradición flamenca. Sin embargo, para preservar tan rico caudal que atesora la provincia haría falta una buena inversión económica, como en otras provincias andaluzas, para seguir dando pasos adelante.


Antonio Alcántara

Jondoweb

Noviembre 2010


20 de septiembre de 2010

Paco Escobar presenta "A contratiempo" (EL PAÍS)

Paco Escobar presenta 'A contratiempo'

Espectáculo en el Teatro Alameda





    Francisco Javier Escobar presenta hoy A contratiempo. Compositor culturalista y filólogo, su obra se caracteriza por ser una profunda investigación en los significantes, lo que, según la web de la bienal, se traduce en el mosaico de un doble discurso: el suyo propio y el del meta-discurso que genera. De modo que asistimos a un acústico juego de espejos, en el que las imágenes se reflejan las unas a las otras y los sonidos establecen constantes correspondencias entre sí.

    Música, pues, postmoderna por su historia y su naturaleza, la de Escobar es, sobre todo, lírica por esos surtidores de sentido que conforman sus tonos y esa modulación del ritmo que taracea su expresión, confiriéndole ese lirismo narrativo que tiene y que, como en la poesía de Horacio, desarrolla y despliega una especial morosidad: la del fluir dentro del detenerse.

    Paco Escobar es profesor Titular de Literatura Española de la Universidad de Sevilla, imparte, conjugada con su labor docente como filólogo, Seminarios de Doctorado y Máster sobre música flamenca, literatura y procesos de comunicación. También ha ofrecido el curso anual de Composición para Guitarra Flamenca en la Fundación de Flamenco Cristina Heeren y el Curso Internacional de Flamenco en Oromana, en la especialidad de la guitarra de concierto.

EL PAÍS - Sevilla - 20/09/2010

A contratiempo (Flamenco) Canal Sur







    A contratiempo es el título del disco de guitarra solista que Paco Escobar ha logrado introducir en la programación de esta XVI Bienal de Flamenco de Sevilla. Este profesor titular de Literatura Española de la Universidad de Sevilla y aficionado a la guitarra flamenca llevaba años soñando con tener la oportunidad de subir a las tablas del festival de flamenco más importante del mundo. Paco ha terminado llevándose el gato al agua, para colarse en una programación en la que la guitarra vuelve a ser la hermana marginada del flamenco. Si a ello le añadimos el hecho de que los recitales elegidos son algo más que flojos, no es difícil entender la felicidad que le produjo la noticia de la inclusión de su recital en esta edición.

    El lunes a las 23:00 horas en el Teatro Alameda Paco Escobar deberá defender con los argumentos que las seis cuerdas le proporcionen el por qué de su elección. Así pues, los aficionados a la guitarra flamenca de concierto tienen una cita en la Alameda. Una cita a contratiempo, con Paco Escobar.

Paco Escobar presenta su flamenco adaptado a los nuevos tiempos en el Teatro Alameda (Diario de Sevilla)





 
  El guitarrista Paco Escobar interpretará esta noche -Teatro Alameda, 23:00- los temas de su disco A contratiempo, un trabajo en la que este estudioso de la composición propone "un concepto de obra de espíritu flamenco -con un conocimiento de la tradición canónica- pero en consonancia con las denominadas Músicas del Mundo". Pese a que en la propuesta hay "una poética musical desde el metadiscurso y el compromiso estético", Escobar no quiere que su creación sea percibida como "una obra culturalista" ya que, anticipa, ofrece "múltiples lecturas" que disfrutarán los espectadores de su actuación.

    El intérprete estará respaldado hoy por un grupo de músicos, la mayoría de ellos presentes en su álbum: Luis Caruana (bandoneón), Antonio Carmona (guitarra), Antonio Moreno (percusión y marimba), Jaime Hernando (violín), Calia Álvarez (viola de gamba) y Laura de los Ángeles (piano). Es precisamente la incorporación del piano una de las variaciones más significativas con respecto al álbum. "Quería aprovechar ese auge del piano", explica Escobar sobre una formación en la que "nunca hay una actitud servil. Partimos de una base y se ven todas las posibilidades. Los músicos trabajan con rigor pero con toda la flexibilidad". Para Domingo González, director de la Bienal de Flamenco, la cita de esta noche respaldará a un músico "con una carrera dilatada" y "una apuesta compositiva no habitual en los conciertos de guitarra flamenca. Desde la Bienal teníamos el compromiso de dar a conocer a Escobar sobre el escenario y no sólo detrás de los libros y las partituras", afirma González.

B. O. / Sevilla Actualizado 20.09.2010