25 de marzo de 2012

Palimpsesto. Morente in memoriam. Paco Escobar y José Manuel Castillo (Nuevo disco de Flamenco)


Palimpsesto
Morente in memoriam

Paco Escobar y José Manuel Castillo



  1. Alegato contra la guerra. Neotientos      
  2. Cárcel del olvido. Fandangos-sevillanas
  3. Palimpsesto. Bulería étnica-pop             
  4. Aroma de arena. Alegrías                       
  5. Ave Fénix. Farruca-tango argentino       
  6. Soleá del camino (A Luigi Nono)          
  7. Noche oscura. Seguiriya de los metales 
  8. Nana bajo la luna (A mi hija Marina). Nana contemporánea 
  9. Palimpsesto II (Bonus track). Bulería flamenca 






Palimpsesto, música gráfica o la reescritura en las artes: Flamenco conceptual en los albores del siglo XXI

Caminante, no hay caminos.
(Antonio Machado)

No hay caminos; hay que caminar.
(Luigi Nono)
 
    La obra artística atesora, al margen del tiempo y épocas definidas, huellas indelebles de modelos que han inspirado al autor como herencia o legado durante el proceso de creación. Es como si pudiéramos leer bajo la corteza de un manuscrito o tablilla las trazas punteadas de otra escritura oculta pero que conviven como música callada con la preexistente en armonía y concierto. Nos referimos, en efecto, a un palimpsesto, metáfora extrapolable al discurso musical que suele albergar dichos vestigios arcanos de un pasado remoto, evocadores, a su vez, de la memoria del tiempo. La música flamenca, como arte de la memoria –concepto este último trazado desde el humanista Giordano Bruno al músico contemporáneo Luigi Nono–, constituye un excelente ejemplo de dicho proceder, hecho constatable en estos primeros compases del siglo XXI, en los que estamos asistiendo a la plena convivencia del Flamenco con otras artes. Así lo pone de relieve la sutil armonización del mensaje poético-musical con las acuarelas, el maquillaje corporal, la caracterización, la performance o la fotografía. Bien lo sabía el maestro Enrique Morente, a la vista de la obra que nos ha legado para la posteridad.

Por las razones expuestas, la obra que el oyente-lector tiene entre sus manos se erige como el fruto de una producción musical que parte del concepto de palimpsesto, entendido como reescritura de modelos primigenios y en diálogo interdisciplinar entre las artes. El contexto de investigación musical en el que se ha llevado a cabo se enmarca en la Universidad de Sevilla, tanto en un plano metodológico como de recursos profesionales, puesto que la esencia del proyecto viene dada por la labor de investigadores o colaboradores vinculados a este centro. Además, el programa de Doctorado de esta Universidad circunscrito al análisis interdisciplinar del Flamenco proporciona, a su vez, las herramientas y el marco académico necesarios para dicha investigación.

En el pórtico de entrada bosquejado, los mensajes literarios del Flamenco clásico que nos dejara como legado, entre otros, Demófilo en su conocida compilación dialogan con universales del sentimiento llevados a nuestro tiempo mediante la reescritura: de la pena a la alegría, del campo a la sombra, de la madre a la compañera, de la denuncia de la explotación y de la guerra a cualquier sentimiento del ser humano. Por ello, en virtud del palimpsesto, el texto literario trae a la memoria el mensaje de modelos y fuentes del Flamenco identificables como Antonio Mairena, Terremoto y Borrico de Jerez, así como Fernanda de Utrera y Enrique Morente, por citar algunos de los referentes más representativos. No menos cabida tiene, en lo que hace a las implicaciones simbólicas contenidas en el disco, la huella del tango argentino desde Carlos Gardel a Astor Piazzolla en Ave fénix o las resonancias armenias o africanas, en consonancia con estilemas del pop o el legado musical de Pat Metheny, en Alegato contra la guerra o Palimpsesto.

Ahora bien, el trazado musical del Flamenco en la interpretación vocal merece un análisis detenido. Así, en lo que atañe a la identificación precisa de los modelos contemporáneos en la interpretación vocal, cabe referir a Morente, Calixto Sánchez o Miguel Vargas, entre otros, en Alegato contra la guerra. En Cárcel del olvido se perciben, además, variantes personales de los fandangos de Isidro y Rengel junto a estilemas de las sevillanas con una voz natural impostada y registro de cabeza. Igualmente, tanto en Palimpsesto como en Aroma de arena tiene cabida la voz impostada, in máscara, con huellas de las Cantiñas de Cádiz. Ave fénix, en contraste, en una conjugación de voz natural impostada y falsete, armoniza la farruca tradicional, al decir de la Niña de los Peines y Rafael Romero, con los tangos y el pop-rock argentinos, a la manera de Andrés Calamaro.

Prosiguiendo con este recorrido, en la Soleá del camino resultan perceptibles ecos de Alcalá, en la lectura de El de la Paula, para la primera letra y coda, así como de las modalidades de Triana y Cádiz, con la evocación de la Perla para esta última. Completan este legado poliédrico varios apuntes de la soleá de la Andonda en lo que hace al tercer texto literario, con ecos de Antonio Mairena y Talega. En esta misma senda, en Noche oscura, con voz natural impostada, tienen cabida las variantes de Manuel Torre, Dulce, El Marruro y La Luz. Acompañan, además, a estos modelos las reminiscencias de Antonio Mairena, Joselero y Perrate para la cabal. Nana bajo la luna constituye, asimismo, una reescritura, en el plano vocal y contemporáneo, de las nanas tradicionales de Calixto Sánchez mediante una voz natural impostada, registro in máscara y de pecho. Se cierra el disco con la armonización de los estilos tradicionales de Lebrija y Jerez en diálogo con la versión contemporánea.

Pero en el enfoque interdisciplinar propuesto, la reescritura o palimpsesto poético-musical quedaría tan sólo en un mero bosquejo inconcluso si no prestásemos atención a la labor realizada en el campo del Body Art o maquillaje corporal, la caracterización, las acuarelas o la fotografía, perceptibles en el disco-libro. De hecho, este espacio de integración de las artes como concepto alternativo al marco de legitimación del museo tradicional hospeda una exposición de obras llevadas a cabo desde estos parámetros artísticos y en consonancia con las implicaciones simbólicas emanadas del discurso poético-musical. Baste citar, en calidad de ejemplo representativo, el maquillaje al agua inspirado en una antigua fuente del siglo XI, Fustat, que el lector-oyente puede encontrar como feliz hallazgo entre las páginas del libreto.

Estamos, por tanto, ante un juego estético vinculado a la música visual o gráfica (Flamenco visual, podríamos decir), de manera que se conjugan música de cámara, artes plásticas, mensaje poético y arte conceptual en una integración de códigos o polisistemas, según sostiene Itamar Even-Zohar. El proyecto, en este sentido, mantiene lazos con el grafismo musical contemporáneo que encontrase ya granados frutos en el dadaísta francés Marcel Duchamp, con su Erratum musical (1913), evocado en algunos momentos de este libreto, hasta llegar al movimiento-música fluxus, en la década de los sesenta y setenta del siglo pasado, representado en Alemania por Wolf Vostell –en cuyo Museo se han realizado recitales de Flamenco–, en América por John Cage o Alison Knowles, y en Japón gracias a la aportación de Takehisa Kosugi o Mieko Shiomi, entre otros.

Teniendo en cuenta este marco conceptual, varios pasajes de los temas Alegato contra la guerra, Ave fénix, Noche oscura y Nana bajo la luna entroncan, de pleno, con el azar como componente estético, dado los apuntes de improvisación libre contemporánea que presentan la guitarra y la percusión de metales, en entronque con la pieza 4'33" o Silence de Cage. Ello se pone de relieve, además, gracias a la poética del silencio como necesidad de escuchar y visualizar, en un plano estético, el silencio mismo, aislado –así sucede en Noche oscura–, según formulase José Ángel Valente, aficionado al Flamenco y defensor de la unidad entre las artes, junto a Eduardo Chillida o Antoni Tàpies. Se trata, como se ve, de un Flamenco que fluye entre las artes, un Flamenco conceptual, en cierto sentido, fluxus o experimental, como el propio concepto defendido por Cage. Por esta razón, el presente proyecto no desea proponer una caracterización genérica anquilosada en virtud de estilos identificables de entrada, sino que trata más bien de lograr una actitud estética y espiritual en los pasajes sonoros propuestos mediante implicaciones simbólicas respecto a las otras artes, como postula la Etnomusicología o la Semiología musical.

Ahora bien, el hecho de que el grafismo musical o música gráfica abra senderos para la estética contemporánea (y, por ende, para el Flamenco) no resulta nuevo, si recordamos obras ancladas en el tiempo como Artikulation (1958), de György Ligeti o las partituras generativas, de Jesús Villa-Rojo con sus Juegos gráficos-musicales (1972). Incluso los fragmentos de notación musical como los que se reproducen en el libreto seguramente no interesen ya al lector-oyente sólo por los paisajes sonoros dibujados, sino más bien por sus propiedades o cualidades visuales intrínsecas, que sugieren, por lo demás, una actitud contemplativa, como advirtiera Joan Brossa. A este respecto, Partitura sobre acuarela y Anotaciones ofrecen el soporte artístico necesario para la notación del compositor de la música, en tanto que la acuarela Pizzicato está inspirada, a su vez, en una de las técnicas guitarrísticas empleadas en la interpretación instrumental.

Desde esta óptica poliédrica e interdisciplinar, el disco-libro se estructura en cuatro ciclos temáticos, derivados del concepto de palimpsesto y del diálogo entre las artes. Estos son, como refleja también la acuarela Manuscrito: Preludio, Criptogramas, Texturas y Claroscuro. El primero de ellos lo conforma el díptico programático Alegato contra la guerra y Cárcel del olvido. Se trata, en el primer caso, de una proclama contra la guerra en estos tiempos convulsos y deshumanizados en los que la victoria de las armas constituye, de manera inexorable, el fracaso del hombre. Además, el leitmotiv musical alude, a su vez, a la inmigración, de suerte que el sonido de las pateras en el mar queda evocado de forma mimética en la percusión de metales, en empaste cromático con la guitarra. Por las razones aducidas, si bien el tema parte, de entrada, de la naturaleza genérica de los tientos –remozada, además, con dibujos métricos de swing–, en el plano compositivo se procura ofrecer una lectura contemporánea y menos practicada en virtud de patrones cuaternarios o el mismo marco binario, de ahí que puedan ser entendidos como neotientos a la manera del neotango o libertango de Piazzolla. Incluso su cierre llega a entrar en diálogo intertextual, de un lado, con el final de la ópera Wozzeck, de Alban Berg –por la denuncia social y el sabor contemporáneo– y, de otro, con el poema “Invención sobre un perpetuum mobile”, de Valente. Sin embargo, en este caso, las voces de los niños encarnan una lectura dual y abierta; así pues, las nuevas generaciones se erigen como la única esperanza para cambiar el futuro del hombre, si bien la expresión de hilaridad se conjuga, al tiempo, con la de dolor, puesto que también pueden llegar a ser víctimas de la deshumanización actual (así lo reflejaron antaño las obras de Berg y Valente). De otro lado, el arquetipo rítmico ternario de los fandangos-sevillanas en Cárcel del olvido conduce a diferentes posibilidades creativas en lo que atañe a la polimetría y las estructuras armónico-melódicas sugeridas. Flamenco contemporáneo, en definitiva, que fluye en su travesía poético-musical en compañía de otras artes.

El ciclo Criptogramas arranca, en contraste, con el título genérico del disco, Palimpsesto, bulería que atesora mediante la técnica del palíndromo resonancias tanto de la tradición estética flamenca como de músicas étnicas y del pop. Se ofrecen, en este sentido, dos lecturas diferentes no sólo a nivel de duración y planos compositivos sino también de actitud estética, tomando como punto de partida un movimiento conceptual primario (Ursatz lo llamó Heinrich Schenker). En el primer caso se propone, por ende, una recreación del antiguo cuplé por bulerías –como reescritura de Antonio Mairena y Fernanda de Utrera– en el contexto tonal menor en diálogo con las músicas anteriormente referidas. En el segundo caso, Palimpsesto II, forjado como bonustrack, engloba, en cambio, la esencia de esta pero desarrollándola en el modo flamenco y la tonalidad menor. Se consigue, en concreto, gracias a un proceso de intensificación de las letras flamencas contemporáneas –compuestas sobre la base del tema– y de otras procedentes de modelos clásicos, tratadas mediante palimpsesto y a modo de archivos fonográficos. En consonancia con esta reescritura de la bulería, Aroma de arena, concebidas en un principio como alegrías de Cádiz desde Pericón o Sellés hasta Chano Lobato, dan paso a un recorrido por otras posibilidades armónicas mediante la técnica de los puentes modulatorios, entre el ámbito modal y tonal, con estilemas de la bulería por soleá o las alegrías de Córdoba como coda final. Se trata, por lo demás, de un guiño interdisciplinar, a modo de sinestesia, a la acuarela Aromas, recogida en estas páginas.

En el corazón del disco se ubica Texturas, ciclo que remite a las variadas ópticas y miradas que adquiere este concepto, sea en el ámbito musical, sea en el maquillaje mediante arcilla, visible en las imágenes del libreto. Así, el tema Ave Fénix pone de relieve las texturas tímbricas de la farruca, en maridaje, por añadidura, con otras modalidades que entroncan con el recitativo –con guiños al Sprechgesang o Sprechstimme de Schönberg– y la lectura poético-musical. De modo similar se comprueba este recurso en la Soleá del camino, en una búsqueda de paisajes sonoros no hollados a partir de la reescritura de la forma genérica definida y con guiños intertextuales al binomio Machado-Nono. Se concreta, de hecho, con la propuesta de una aparente scordattura como ilusión sonora o auditiva –al igual que sucede en la música africana–, sobre todo, en la relación de ámbito y textura entre guitarra, marimba y voz.

Concluye, en fin, el disco con Claroscuro, efecto cromático de luces y sombras que enlaza, una vez más, el discurso poético-musical con las artes plásticas, como reflejan dos composiciones hermanadas con la música contemporánea en su concepto estético, tanto en lo que hace a la armonía como al contrapunto rítmico propuestos por la guitarra y la percusión de metales: Noche oscura y Nana bajo la luna. Especial mención merece esta última, cuyo arranque reside en una nana cotidiana, con voz natural a cappella, que da paso, de manera paulatina, a la reproducción mimética, en el plano compositivo, de los rumores de la noche, evocados en la letra inicial. Estos rumores son, claro está, los miedos y temores experimentados por el niño durante la noche, sobre todo, al despertarse súbitamente en la oscuridad, aunque lo ilumine, al fondo, el fulgor de la luna. Se trata este de un aspecto soslayado, por lo general, en el tratamiento poético-musical de la nana pero consustancial, sin embargo, a la vida del niño. Seguiriya, cabales y nana se funden, en consecuencia, en este ciclo unitario para ofrecer pasajes de texturas tímbricas reconocibles, sea en la música clásica contemporánea o en el Flamenco.

En suma, a finales del siglo pasado Luigi Nono llegó a reescribir de manera poético-musical a Antonio Machado, a modo de palimpsesto, al proclamar que en el arte no eran tan necesarios los caminos como el hecho mismo de caminar, al margen de sendas establecidas. Por ello, siguiendo esta atalaya estética –como se comprueba en la Soleá del camino–, el lector-oyente podrá escuchar y visualizar, al tiempo y a tiempo, una obra de Flamenco conceptual o programático realizada en el marco académico universitario que trata de continuar, en un contexto de música de cámara, el camino y pasos trazados por el añorado maestro Enrique Morente, al que está dedicado este proyecto de investigación interdisciplinar.

Francisco Javier Escobar Borrego
Universidad de Sevilla


III Congreso Interdisciplinar INVESTIGACIÓN Y FLAMENCO - INFLA y II Encuentro Internacional de Análisis de Música Folclórica- FMA

Toda la información sobre el Congreso que tendrá lugar los días 19 y 20 de abril en la Universidad de Sevilla la podéis encontrar en el siguiente enlace: http://congreso.us.es/infla3/inscripcion.php

9 de febrero de 2011

Paco Escobar, A Contratiempo. Reseña de José Miguel Hernández Jaramillo en Sevilla Flamenca




   


A CONTRATIEMPO. PACO ESCOBAR


     En estas líneas trato de expresar algunas de las reflexiones que, como guitarrista, me produjo el concierto de Paco Escobar el pasado día 20 de Septiembre en el marco de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Tras una época donde la creatividad en la guitarra flamenca está algo más descuidada en comparación con las últimas décadas, Paco Escobar nos hizo disfrutar a los amantes de la música flamenca de un concierto con una base palpable en la tradición guitarrística flamenca sobre la que emerge una propuesta expresiva según la creatividad y sensibilidad del autor, muy valiente en su planteamiento, sin concesiones ni estando condicionada por otros elementos que no sean los de la transmisión de su concepción de la guitarra flamenca.

    En la obra se despliegan una serie de propuestas compositivas de muy alto nivel, únicamente perceptibles en toda su dimensión por músicos, siendo en algunas ocasiones difíciles de entender por el aficionado al flamenco, pero no hay que olvidar que estamos en una Bienal de Flamenco, el escaparate al mundo de nuevas propuestas del flamenco como arte vivo en continuo cambio. Quizás en una peña flamenca o reunión de cabales, el discurso que Paco Escobar propondría, sería bien diferente, pero en un festival de este tipo hay que hacer lo que exactamente hizo, expresar su música tal cual.





    Además de mostrar una técnica prácticamente impecable durante todo el concierto, Paco Escobar actuó como un perfecto director de orquesta de todo su grupo, salvando con solvencia las dificultades tímbricas e instrumentales que conllevaba tan compleja propuesta. Únicamente algunos fallos de los ingenieros de sonido, que no estuvieron al nivel exigido, enturbiaron algo el resultado de una equilibrada propuesta instrumental.

    Me gustaría destacar las pinceladas ofrecidas sobre los nuevos caminos por los que Paco Escobar está discurriendo, representadas en los temas Canción para Marina y sobre todo Seguirilla de los Metales dónde una magistral lectura percusiva de Antonio Moreno complementa a la perfección la contemporaneidad de una obra que quizás con el tiempo aparezca en el “Hall of Fame” de la guitarra flamenca. 

                                                        José Miguel Hernández Jaramillo

                                                                                 30 septiembre, 2010
                                                                               
                                                                                      Sevilla Flamenca

Paco Escobar y la Asociación Periodistas Culturales de Andalucía “José María Bernáldez”: Flamenco de cuartito en la Alameda. Tertulia flamenca.

Las Tertulias Flamencas, que se iniciaron el pasado 16 de septiembre, han tenido como invitados a David Carmona, David Lagos, Paco Escobar y Rocío Segura, que tras sus respectivas actuaciones en el Teatro Alameda han compartido un encuentro con los artistas, periodistas, aficionados y vecinos de la Alameda de Hércules que han participado en las sesiones. Además de los artistas, a cada sesión también han sido invitados vecinos de la Alameda de Hércules para hablar de la intensa historia flamenca del barrio.

8 de febrero de 2011

Seminario El Flamenco: Descripción y análisis musicológico en la Universidad Autónoma de México (Escuela Superior de Música)












II CONGRESO INTERDISCIPLINAR INVESTIGACIÓN Y FLAMENCO (UNIVERSIDAD DE SEVILLA)

CONCIERTO DE PACO ESCOBAR EN RECONTRES ARTISTIQUES MÉDITERRANÉENNES DU VAR

El pasado 4 de octubre de 2010, Paco Escobar ofreció un concierto en solitario en el Festival Internacional Recontres Artisques Méditerranéenes du Var.

Colaboración de Paco Escobar en el disco Déjà Vu del cantautor Juan Socas


Paco Escobar ha colaborado en los temas Bailarina y Antiguo Paraíso del disco Déja Vu del cantautor Juan Socas.
Reseña en Tertulia Andaluza: Déjà Vu de Juan Socas
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Por: José Antonio Martín Soto



Este es un disco de treintañeros. De los que empezamos a disfrutar de las canciones de Bob Dylan con buena poesía escupida delante de una armónica, nos emocionamos con Silvio (aunque Juan no consigue huir de su influencia, por ejemplo, en Mientras que ayer), recorrimos Europa con el optimismo de Yann Tiersen que revivo con Dis moi, y el animado ritmo de Noir Désir que me sugiere Esquizofonía. De los que ahora nos volvemos a abrazar a la música española gracias a grupos como Vetusta Morla (a los que recuerda el sonido Indie de Juego de disfraces o Vacío), y los que hemos adoptado como compatriotas, Jorge Drexler (pienso en él al escuchar Té) o José González en el tema Espejo. Eso sí, todo ello con el matiz de sensualidad con que Juan Socas nos cuenta sus trocitos de historias que nos desenredan de forma sencilla lo que nunca decimos.
De nuevo aparece el título Déjà Vu que esta vez nos cuenta cómo ha sido la colaboración con la docena de músicos que completan el disco. Ha trabajado componiendo y produciendo a partir del material grabado por los demás músicos; recuerdos. La música del percusionista Marco Gamero (Triana, Silvio y los Diplomáticos), el bajista Roberto Alda (Anatema Jazz Trio, Chico Ocaña) o el guitarrista flamenco Paco Escobar, de grandísima reputación, son una muestra muy poco generosa por mi parte de lo que podréis escuchar en el disco y en directo, próximamente, en los conciertos de presentación de Déjà Vu: búscalos, merece la pena.

ENTREVISTA A PACO ESCOBAR EN JONDOWEB CON MOTIVO DE SU ACTUACIÓN EN LA XVI BIENAL DE ARTE FLAMENCO DE SEVILLA







    Aglutina en su currículum tantos méritos académicos como falsetas en su sonanta. El guitarrista Paco Escobar, primer profesor universitario en actuar en la Bienal de Flamenco de Sevilla, es el mejor paradigma para derrocar el tópico de que el flamenco es un arte reservado a iletrados. Compositor culturalista, con propuestas barrocas y honda raíz flamenca, el sevillano confiesa ser antes músico que filólogo. Embriagado de sensibilidad musical y de un vasto conocimiento poético, el doctor en Filología Hispánica parece extrapolar las metáforas y motivos literarios que enseña en sus clases a las cuerdas de su guitarra.'A contratiempo' es su primera publicación musical, un disco en el que busca un equilibrio entre la tradición flamenca, pero con la mirada abierta al aprendizaje de otros discursos musicales. Adalid del humanismo y la música, Escobar aboga por un flamenco sin anclajes recalcitrantes, destapado hacia una continua evolución y, por supuesto, presente en las aulas universitarias.

Su disco busca la intertextualidad del flamenco con otras músicas, ¿cree que al flamenco se le pueden poner límites? ¿Hay una barrera entre la ortodoxia y la innovación?

    Si queremos hacer una propuesta estética de contenido, resulta imprescindible conocer, en primer lugar, las fuentes y modelos que han forjado las bases del Flamenco. Sin embargo, respetando este principio esencial, procuro, además, buscar mi propio lenguaje y señas de identidad. Por esta razón, el Flamenco, desde nuestra óptica contemporánea, no puede ser considerado únicamente como mera arqueología del pasado sino que debe estar abierto a un continuo enriquecimiento y evolución, como sucede en las restantes manifestaciones artísticas.

¿De qué otras fuentes aparte de la flamenca bebe su música?

    Analizo diferentes discursos musicales tanto de la música clásica, principalmente antigua y contemporánea, junto a otros de variadas músicas del mundo. También, en un plano de composición conceptual, trabajo las poéticas de maestros en artes tan variadas como la literatura, la filosofía, el cine o las artes plásticas. En definitiva, persigo un equilibrio entre el respeto y conocimiento de la tradición en armonía con una mirada abierta al aprendizaje en virtud de otros discursos musicales y estéticos.


¿Cómo acogió el público de la Bienal su espectáculo?

    La verdad es que estoy muy agradecido por varias razones. La primera es que llevaba una propuesta compleja de concierto en un doble formato: por un lado, mis composiciones vinculadas al Flamenco y otras de cámara que enlazaban, al tiempo, con el contrapunto barroco y la estética contemporánea; de ahí las transcripciones para marimba, viola da gamba, violín, bandoneón o percusión junto a un piano flamenco o voces de cantaoras. La segunda razón que hacía compleja la puesta en escena del espectáculo era la duración: aproximadamente casi dos horas de música real. Por último, aunque durante buena parte del concierto ponía en escena mi cd A contratiempo –por lo que a un sector del público podía resultarle la música un tanto conocida–, otras piezas como la seguiriya, inmersa de pleno en la estética contemporánea, o la suite dedicada a mi hija Marina las estrené allí y era la primera vez que se podían escuchar. Si a eso se le suma que a la gente, por lo general, le sorprende que haya sido el primer profesor universitario en treinta años de la Bienal que haya llevado a cabo un concierto íntegro de esta envergadura, estoy contento de haber cumplido las expectativas generadas. Al final, después del concierto todo el público se puso en pie y con bis incluido. Esta reacción me ayuda, de verdad, a continuar buscando mis señas de identidad como músico.

¿Se considera más guitarrista, compositor o filólogo?

    Comencé con siete años a tocar la guitarra, antes de ser filólogo. Luego durante mis estudios universitarios realicé la doble especialidad de filología hispánica y clásica, porque he valorado siempre la formación humanística e integral no sólo del profesor-investigador sino también del músico. Ahora me dedico a investigar tanto en el campo del humanismo como a nivel musical (en este último plano conciliando teoría musical y práctica creativa). En definitiva, procuro conciliar, con mucho esfuerzo y dedicación vocacional, estas dimensiones en la música que propongo como señas de identidad artísticas propias.

Usted que es doctor en Filología Hispánica, ¿cree que los artistas adolecen todavía de falta de cultura? ¿Se le hace todavía extraño a muchos ver a un flamenco con títulos universitarios?

    Creo que en los albores del siglo XXI este concepto de figuras estereotipadas está cambiando. Cuando viajo a otros países, compruebo, con alegría, que buena parte de los profesores universitarios con los que trabajo a nivel musical (música clásica, por lo general) son excelentes compositores; incluso la Universidad está vinculada al Conservatorio. Precisamente, hace unos días estuve dando un concierto en el sur de Francia en un festival de músicas del mundo y contemporánea y coincidí con profesores-músicos de la Universidad de Patras. Esta relación tan natural y sin fisuras, en contraste, la echo de menos cuando hablamos de Flamenco. Por ello, mi figura resulta, en un principio, un tanto anómala para el común de los aficionados al Flamenco (si bien me he dedicado antes a la música que a la filología) pero es sintomática de que están surgiendo nuevas figuras que van a romper el estereotipo de que el flamenco es una persona “iletrada” y el de música clásica, en cambio, es muy “culta”, u otro cliché habitual consistente en que un profesor universitario es muy “letrado”, al parecer, para componer música flamenca.

¿El flamenco debería estar más presente en la Universidad?

    Por supuesto. Estamos dando sólo los primeros pasos y queda mucho por hacer: implantación de estudios reglados en grado, máster, etc., formación de personal docente-investigador cualificado ... Por mi parte, estoy abriendo una línea de investigación en el doctorado de Flamenco en la Universidad de Sevilla en la que doctorandos que van desde profesores de conservatorio hasta artistas profesionales del Flamenco con formación académica están haciendo su Tesis doctoral en un maridaje metodológico que propongo entre música flamenca, literatura y procesos de comunicación.

¿Qué ofrece A contratiempo?

    Una suite de formas genéricas flamencas que he compuesto para voz y diferentes instrumentos (algunos un tanto novedosos para el Flamenco como el bandoneón o el corneto) junto a varias piezas de cámara que no podemos encuadrar dentro de la naturaleza habitual de palos habituales en el Flamenco. Al tiempo, estas composiciones ofrecen unas implicaciones simbólicas con la literatura y otras disciplinas estéticas (para eso me dedico a investigar sobre las relaciones entre música, literatura y procesos de comunicación). Por ello, presento la obra con mi texto “Poética musical o de los sentidos” en los que explico las claves compositivas en diálogo con los paratextos de poetas prestigiosos como Jaime Siles y José Mª Velázquez-Gaztelu.

Han definido su música como postmoderna, ¿cómo la definiría usted mismo?

    Sencillamente música fruto de años de reflexión compositiva para todo aquel que quiera acercarse a ella con sensibilidad y apertura estética acorde con nuestra época contemporánea.

¿Qué le evoca Almería con respecto a la guitarra flamenca? ¿A qué suena esta tierra?

    Un referente espacial y sonoro imprescindible para conocer formas genéricas del Flamenco capitales como los estilos de Levante. En estos momentos estoy indagando precisamente sobre la ejecución de estos estilos en sus formas más autóctonas como revisión canónica para varias composiciones que daré a conocer en un próximo proyecto: taranta, minera, bulería, con armonía de “Levante”, y también una rumba-tango evocando, desde mi universo compositivo, las sonoridades que tantas veces he escuchado en peñas flamencas como la del Taranto, en las calles de la Chanca incluso en las palabras de admiración de un poeta tan allegado a Almería como José Ángel Valente, del que estoy realizando, por cierto, una investigación sobre las relaciones entre música y literatura en su obra.

¿Cómo ve la situación del flamenco en la provincia almeriense?

    Veo que, a nivel artístico-cultural, continúa, por fortuna, siendo un referente crucial para todo aquel que quiera conocer con rigor la tradición flamenca. Sin embargo, para preservar tan rico caudal que atesora la provincia haría falta una buena inversión económica, como en otras provincias andaluzas, para seguir dando pasos adelante.


Antonio Alcántara

Jondoweb

Noviembre 2010