27 de junio de 2010

ENTREVISTA PARA LUNA DEL OLIVAR



   




    Paco Escobar es profesor titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. Es conocido por ser un gran impulsor del flamenco en todas sus dimensiones, tanto impartiendo un Doctorado o un Máster, como organizando seminarios y distintas actividades que se complementan con su trabajo como guitarrista. Estudioso de la sonanta y de su evolución por caminos que van del flamenco a la música clásica, Escobar ha acompañado a cantaores de la talla de Sordera, Antonio el Pipa, Chano Lobato o Antonio Agujetas, además de colaborar, fuera de este ámbito, con artistas como Kepa Junkera, Martirio o Fahmi Alqhai.

    -¿Qué dictas en la Universidad de Sevilla?

    Conjugada con mi docencia adscrita al área de literatura española, imparto dos seminarios de doctorado: uno dedicado al análisis de la música flamenca desde diferentes perspectivas y métodos provenientes de la estética, la historia de la música o la etnomusicología; el segundo, en contraste, está circunscrito a las relaciones que establece la música flamenca con diferentes discursos como la poesía, la pintura o el cine. En ambos casos (sobre todo en el segundo), atiendo a la conjugación de diferentes enfoques que van desde el análisis literario hasta la semiótica cognitiva. De forma paralela, en la docencia de máster propongo dos módulos en los que ofrezco, de un lado, claves para estudiar el Flamenco desde la tradición hasta su plena inmersión en las últimas tendencias estéticas contemporáneas y, de otro, sobre la gestión cultural en el Flamenco. En este último caso, tal línea de trabajo se ha gestado a raíz de la necesidad de gestionar la producción, circulación y consumo –partiendo del modelo de la sociosemiótica– de mi propia música. En tales caminos de investigación y gestión apuntados, los doctorandos que están llevando a cabo su Tesis Doctoral de mi mano parten de las diferentes implicaciones simbólicas que establece la música con variadas disciplinas abogando siempre por una pluralidad metodológica y científica.

    -¿Cómo y cuándo comenzaste con el flamenco?

La primera vez que me acerco conscientemente al Flamenco se remonta a la edad de siete años cuando escucho una falseta del tocaor Niño Ricardo. Dije con la inocencia de un niño: “quiero hacer esto”. De manera que mis padres me compraron una modesta guitarra y, tras un año de aprendizaje con un profesor en la academia de José Galván –el padre del bailaor Israel Galván–, comencé a acompañar el cante de mi madre y de otros artistas con los que, de forma paulatina y siendo un niño, comencé a trabajar. Así, acompañé a cantaores como Manolo Mairena, El Sordera, El Chozas, Rafael de Utrera o Paco Taranto con catorce años. Luego me adentré en el acompañamiento al baile en la academia de Matilde Coral para trabajar con artistas, en giras por Europa, como Antonio El Pipa o María Serrano. El hecho de iniciarme a tan temprana edad se debe a que podía disfrutar (y aprender) del Flamenco en el seno de mi familia, con mi madre y mi abuelo. Mi madre me cuenta que me dormía al son de una nana y que muy pequeño trataba de llevar el ritmo con las palmas mientras que ella cantaba en casa. Justamente, lo que ahora hacemos con mi hija Marina.

    -¿Quiénes fueron y/o son tus referentes tanto dentro como fuera del Flamenco?

    Son numerosos estos referentes. La llamada vocacional al escuchar el toque de Niño Ricardo me abrió un horizonte decisivo para el conocimiento de la guitarra de Ramón Montoya, Borrull, Molina, Sabicas, Pepe Martínez y otros tantos que todavía hoy analizo de forma detenida tanto a nivel de concierto como en el acompañamiento (esto es fundamental en nuestro aprendizaje). Junto a ellos, se encuentran, claro está, los maestros Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar –de este último he recibido clases y siento un enorme aprecio personal por él– en compañía de todos los guitarristas actuales que han abierto una pluralidad de estéticas a nivel compositivo y de acompañamiento. Sin embargo, mi temprano interés por la música clásica –especialmente la antigua y la contemporánea– y otras como el jazz, la africana u otras de las denominadas músicas del mundo, etc., me han abierto otros senderos con vistas tanto a la reflexión musical a nivel compositivo como de implicaciones simbólicas y culturales en el plano de la docencia-investigación universitaria. De tal suerte que he recibido clases, en seminarios especializados, de Leo Brouwer y Fisk al tiempo que analizo piezas de Busoni, Cage, Lutoslawski, Xenakis, Nono, Berio, Stockausen, Luis de Pablo, Takemitsu, Gubaidulina o Glass, por citar músicos que escucho a diario.

    -¿Qué opinas del flamenco fusión? ¿Cuáles son, a tu criterio, las músicas que se pueden fusionar con el flamenco?

    Dado mi aprendizaje de la música flamenca a partir del conocimiento de la tradición, debo indicar que el estudio de los cánones ortodoxos se hace imprescindible, sea para seguirlos o, en cambio, para reescribirlos, si abogamos por una deconstrucción consciente. Sin embargo, el respeto a la tradición no es óbice para abrir nuevos horizontes expresivos y estéticos. De lo contrario, estaríamos ante una música anquilosada sin la necesidad de investigar y formular otros caminos que nos ayuden a proponer para el Flamenco una revisión historiográfica mediante períodos, estéticas, generaciones, evolución de géneros, etc., como suceden en las restantes manifestaciones artísticas. Es más, el término fusión, en sentido estricto, genera “con-fusión”; en primer lugar, porque a tenor de la música preflamenca o su propia protohistoria observamos una koiné musical compartida y en diálogo con otras músicas hasta que, de manera paulatina, se van codificando las formas genéricas, estilos, etc. De otro lado, si se acepta, de forma lata, el término fusión, encontramos propuestas musicales de una valiosa calidad y esfuerzo compositivo, mientras que otras no tienden a estos valores sino más bien están condicionadas por cuestiones comerciales. Sea como fuere, cuando compongo o analizo la música, no contemplo nunca, claro está, este término. Sólo percibo y me interesa si una composición ha sido forjada de la mano de un músico con alma, gusto y criterio estético coherente, a veces a sabiendas de que se está alejando de la tradición. De lo dicho anteriormente se deduce que no busco posibles músicas que puedan imbricarse con el Flamenco a fin de obtener una “fusión” sino que trato de enriquecerme con otras perspectivas para buscar mi propia voz y señas de identidad estéticas.

    -¿Existe un punto de inflexión en el que la fusión hace que se pierda el flamenco y ya no esté claro si es flamenco u otra cosa?

    El Flamenco atesora unas señas de identidad muy claras y todo músico (bien formado) que lo conoce sabe cuándo está reescribiendo la tradición. Yo mismo, compongo piezas en las que se propone una deconstrucción de las formas genéricas esperables, sea a nivel de scordaturas, polifonía, textura tímbrica, polirritmia, hibridación genérica, mientras que en otras procuro, en contraste, rendir un homenaje –nunca demasiado explícito sino más bien velado– a los maestros de la tradición flamenca o de otras músicas.

    -¿Qué te inspiró a hacer el concierto y CD “A contratiempo”?

Constituye una primera e ilusionada entrega de una vida dedicada al estudio e investigación tanto del Flamenco como de sus implicaciones simbólico-culturales en el marco estético contemporáneo. Para ello se establece un diálogo con otras disciplinas como la poesía, la pintura o la fotografía (es lo que justifica la presencia de los paratextos de Jaime Siles, Velázquez-Gaztelu o el mío Poética musical o de los sentidos, con un guiño al texto de Stravinsky). En esta obra se recogen piezas de una etapa que se cierra para dar paso a mis actuales composiciones que reflejan una mayor inmersión en el arte contemporáneo, aunque teniendo en cuenta siempre la tradición. Este Cd lo he concebido como un género en el que debes ofrecer, como un variado muestrario, distintas perspectivas a nivel compositivo. Al quedar fijado, muestras tu potencial estético-compositivo en un ámbito –diríamos– de investigación y “redacción” musical. El concierto, en cambio, no permite escuchar continuamente un tema para extraer de este los múltiples guiños e implicaciones que se han codificado. Por tanto, no se puede proponer una enorme densidad musical, como sí he pretendido en el disco, de manera que siempre el oyente-lector va a encontrar (eso espero al menos) un nuevo detalle o matiz, puesto que el cd así lo permite. En la puesta en escena, la música debe ser directa y viva para transmitir y emocionar en ese instante preciso que se nos escapa a una velocidad vertiginosa. En resumidas cuentas, el cd lo concibo, salvando las distancias, como una publicación en el marco de la investigación fijada (sea un libro o un artículo) mientras que el concierto lo asemejo a una conferencia o clase impartida, en la que la conexión con el público-auditorio debe ser inmediata y siempre en interacción, sin la posibilidad de volver a escuchar las palabras que han sido dictadas para la ocasión.

    -¿Por qué elegiste el bandoneón como instrumento no flamenco para incluir en tu disco?

    Desde hace años he sentido una admiración por las llamadas músicas del mundo. Entre ellas ocupa un lugar señero la argentina, tanto en su vertiente tradicional como en las aportaciones de la estética contemporánea de Astor Piazzolla o Alberto Ginastera. Por tanto, decidí que en mi primer cd iba a rendirle un homenaje al trabajar la textura tímbrica del bandoneón. En el cd A contratiempo son varios los recuerdos. Así, en la rumba con la que sea abre la obra, Momentos, mi música se expande en un diálogo entre la guitarra y el bandoneón, como se comprueba en el ritornello y ciertos juegos de polimetría que entroncan con el género de los tangos. El tema Palabras, dedicado a mi esposa Isabel y concebido desde la técnica contrapuntística barroca, refleja la primera vez que hablamos, de manera que los dos instrumentos conversan reflejando esa circunstancia vital. Por último, Bajañí (rondeña-bulerías) propone, además de una scordattura o afinación alternativa a la rondeña de Montoya, la primera bulería en la historia del Flamenco íntegra para guitarra y bandoneón. La compuse con esta intención porque veía, al margen de una original propuesta, la rica potencialidad expresiva de un bandoneón tocando por bulerías. De otro lado, es la primera vez que un corneto barroco dialoga con el timbre de la guitarra en una neo-rondeña. El punto de equilibrio lo concebí enlazando una nota sostenuta desde la rondeña en el corneto hasta llegar al inicio de la bulería con el timbre del bandonéon que da paso a mi pizzicato por bulerías. Pese a esta aportación un tanto compleja a nivel conceptual, sin embargo, le hago, de forma implícita, un homenaje al toque jerezano de Javier Molina.

    -¿Cómo ves al flamenco fuera de España?

    Estoy muy contento cuando contemplo a diario la expansión, el respeto e interés que suscita el Flamenco más allá de nuestras fronteras. Por fin, podemos decir que el Flamenco es, en realidad, patrimonio de la humanidad.

-¿Qué mensaje te gustaría trasmitirle a los guitarristas de Flamenco, que no pueden acceder a una formación académica como la que vos impartís? ¿Y por qué recomendarías encarar el estudio del Flamenco de forma académica?

    En el primer caso, la mejor escuela –al menos, así ha sido en mi caso– viene dada por el acompañamiento al cante y al baile junto al estudio riguroso de los maestros del Flamenco, tanto en la guitarra como en el de las restantes modalidades. El segundo caso complementa y enriquece el anterior si deseas trabajar con músicos forjados en la formación académica o ajenos al Flamenco, puesto que el solfeo, la teoría musical, los tratados de composición o de armonía abren la mente y posibilitan el acceso a otras fuentes y nuevas posibilidades expresivas. A nivel profesional, trabajo con músicos flamencos y otros al margen de nuestro arte. De esta suerte me veo en la necesidad de recurrir a ambos campos y métodos de trabajo.

    -¿Qué te hace sentir tocar para el baile a diferencia de sólo hacer música? ¿Qué consejos le darías a los guitarristas que se dedican a una u otra cosa o a ambas?

    Cuando he tocado de forma tradicional para el baile esta práctica me ha abierto una enseñanza reglada, firme y rigurosa, sobre todo en lo que atañe al ritmo y a la naturaleza genérica de los estilos. Al tiempo, constituye la formación más completa que tiene el guitarrista puesto que acompaña los dibujos percutivos del baile al tiempo que tiene en cuenta el cante y realiza sus falsetas en las escobillas, el silencio de unas alegrías, los cortes y cierres propuestos en las llamadas, etc. También he trabajado, desde una perspectiva más contemporánea y creación personal, como músico que compone para una compañía de baile o coreografía un repertorio completo desde su universo e ideario estético. Las dos propuestas, en armonía y concierto, son fundamentales en la formación y desarrollo de un guitarrista.

    -El concierto "A contratiempo" está programado dentro del ciclo "El flamenco que viene" para el día 20 de septiembre en el Teatro Alameda a las 23.00 horas, dentro de la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla 2010.¿Cómo te preparas y qué te hace sentir estar allí?

    Este nuevo encuentro con el público interesado en mi universo musical me llena de ilusión y de una enorme responsabilidad. La prensa está anunciando que soy el primer profesor universitario, con formación académica, que tiene un concierto íntegro para compartir su música en la historia de la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla. Sin embargo, creo que este precedente mío preludia una figura de músico que va a estar cada vez más presente en los albores del siglo XXI para el Flamenco. Además, para mí, no existe distinción alguna, a nivel de calidad estética y profesional, entre el músico académico y no académico, sino entre el músico de calidad y el que, por distintas razones, por desgracia, no la tiene.

    En cuanto a la preparación personal, trabajo siempre con el mismo método: comienzo tocando la pieza de mayor dificultad técnica para ver cómo responden las manos y el equilibrio interno. A la vista de los resultados, trabajo con ejercicios que ejercitan las técnicas principales a nivel instrumental. A continuación repaso el repertorio íntegro de mis composiciones, estando muy pendiente de la calidad y limpieza de cada sonido en lo que hace a la ejecución. Si dispongo de más tiempo, dependiendo del día y de la inspiración, trazo ideas musicales que pueden germinar en futuras composiciones. A veces, incluso compongo en los trayectos de autobuses, trenes y aviones madurando tales ideas, sin necesidad de tener cerca el instrumento. Este método lo complemento con un análisis pormenorizado de piezas de otros compositores –maestros consagrados en diferentes géneros musicales– o lecturas rigurosas que versan sobre teoría musical, historia y estética de la música, etnomusicología, etc. En otras ocasiones, trabajo con diferentes músicos, sea para elaborar una transcripción con vistas a una grabación o concierto, sea con vistas a estudiar a nivel de ejecución técnica. Por último, tenemos ensayos generales con todos los instrumentistas que van a participar en el concierto. Y por supuesto, a medida que se acerca el día del concierto intensifico más, si cabe, las horas diarias de ensayo personal y de conjunto.


    -Cuéntanos alguna anécdota memorable (o inolvidable o graciosa) dentro de tus experiencias flamencas.

    Tengo muy buenos recuerdos cuando he compartido experiencias musicales con maestros como Manolo Sanlúcar, Leo Brouwer, o he trabajado con artistas de la talla de Sordera, El Pipa, Chano Lobato, Rafael de Utrera o Arcángel, con este último en una experiencia que le propuse recientemente en el pasado Congreso universitario Investigación y Flamenco (evento que este año va a contar en septiembre con una nueva edición). Sin embargo, me llega, de verdad, al alma cuando guitarristas y otros músicos incluso ajenos al Flamenco se ponen en contacto para conocerte o compartir su música contigo. Así, con las nuevas tecnologías como el blog o el myspace que tengo, los músicos podemos entablar relaciones en estas redes sociales. Recuerdo, como anécdota, que hace años tocando en el teatro de la Filarmónica de Berlín, un profesor de guitarra clásica del conservatorio llegó a mi camerino con su guitarra para que le escuchase tocar flamenco a fin de que le diera mi opinión sobre una soleá. Este hecho me emocionó no por la admiración que sintiera hacia mi música sino, claro está, por el respeto e ilusión que este hombre transmitía al tocar flamenco. Circunstancias como esta dan sentido a mi lucha diaria para que la música flamenca pueda estar presente, con vistas no sólo a su enseñanza reglada sino también de cara a la investigación con Tesis Doctorales, en el espacio universitario.


    -¿Cuáles son tus sueños?

    Compartir mi música y continuar dialogando (“conversando”), a nivel estético, con otros músicos, como estoy haciendo ahora.

    -¿Cómo hacemos para adquirir tu CD desde Argentina y tantos otros países donde no se comercializa?

    Además de los establecimientos habituales en España, se puede conseguir mediante internet en los portales digitales de las tiendas más representativas dedicadas a la venta de productos relacionados con el Flamenco. Incluso lo puedes comprar en el formato mp3, si lo deseas, en vez de adquirirlo con el formato habitual y completo. Para localizar la relación de estas tiendas basta teclear en el buscador de google: Paco Escobar A contratiempo.

Por Laura Pauza, Luna del Olivar, junio 2010


25 de junio de 2010

RESEÑA DEL DISCO "A CONTRATIEMPO" POR JOSÉ RAMÓN ZAPATA (REVISTA FLAMENCA COLMAO)





A CONTRATIEMPO


   Mucho, pero que mucho, ha llovido desde que quedara grabada para la posteridad, una de esas tantas mentiras que los escribidores del arte flamenco de épocas pasadas se encargaron de hacernos creer: “para cantar flamenco, hay que haber pasado fatiguitas” (aplíquese también al toque y baile). Con el devenir de los tiempos, y a medida que la población va adquiriendo más y más cultura, la música –incluida la flamenca- va evolucionando al mismo ritmo. Van apareciendo los primeros concertistas de guitarra flamenca y aquello de: “el flamenco no cabe en el pentagrama” queda al descubierto que es otra de las muchas mentiras cuyo único fin era, y aún sigue siéndolo en muchos círculos, crear en torno al flamenco un gueto donde sólo tengan cabida unos pocos elegidos. Hoy ya se puede tocar flamenco leyendo un pentagrama; y no sólo por “solfeo cifrado”, sino aprovechando los ricos melismas que nos proporcionan todas y cada una de las notas musicales que conforman la escala diatónica; pero claro, para eso hay que estudiar música: solfeo, armonía, ritmo, etc.

   Dicho lo anterior, tengo que decir, porque es verdad, que no todo lo que se oye actualmente es bueno; por mucho que esté escrito en un pentagrama en cuanto a concertistas flamencos se refiere. Ahora bien, si hablamos de la guitarra de acompañamiento el tema adquiere otra dimensión. Aquí no es un monólogo donde la inspiración del guitarrista –y conocimientos del diapasón- es fundamental, sino que debe existir una simbiosis entre el cantaor y el guitarrista. Pero centrémonos en la guitarra de concierto que es lo que hoy nos ocupa. Hoy traigo a “colmao” un compacto cuyo autor es el profesor de la Universidad de Sevilla, donde imparte clases de literatura, Francisco Javier Escobar Borrego, conocido artísticamente como “Paco Escobar”. En este CD podemos encontrar rumbas, tangos, fandangos choqueros, rondeña, bulerías, soleá por bulería, sevillanas, tanguillos y alguno que otro tema de auténtica inspiración.



    Ni que decir tiene, no es lo mismo escuchar un trabajo discográfico que una interpretación frente al respetable. No obstante, escuchado varias veces este compacto, observamos que, el autor, ha dedicado muchas horas de preparación hasta ver realizado este trabajo que nos presenta muy bien cuidado y, sobre todo, con honradez musical. Se podrá estar de acuerdo, o no, en cómo enfoca los temas, de qué otros instrumentos se rodea, qué visión musical tiene del flamenco de concierto este sevillano. Pero recuerden que, el concertista de flamenco, no tiene por qué ajustarse, estrictamente, a los cánones flamencos; sino dejar que su imaginación y, sobre todo, su inspiración y un buen aprendizaje, haga deslizar sus dedos por el diapasón buscando aquello que en flamenco conocemos como “duende”.

    Paco Escobar llevará este trabajo a la Bienal de Flamenco de Sevilla este año. No sé qué grado de aceptación tendrá en la crítica flamenca (bueno los pocos que hay, porque la gran mayoría sólo llegan a comentaristas) y, sobre todo, en la afición. Pero ya se sabe, cuando de arte se trata no sólo hay que tener en cuenta los gustos, sino el conocimiento también.

    A mí, me ha gustado “a contratiempo”; si lo miramos como lo que es: un trabajo discográfico flamenco de un concertista.

José Ramón Zapata


18 de junio de 2010

ENTREVISTA Y VÍDEO PARA FLAMENKO.ES (CANAL SUR)








"Echo en falta mayor riesgo y creatividad"

ENTREVISTA.- Paco Escobar será el primer profesor universitario que actúe en la Bienal de Flamenco de Sevilla. El guitarrista, que conjuga su pasión con la guitarra con las clases de Literatura en la Universidad de Sevilla, nos habla de ese hecho singular, de su visión de la guitarra contemporánea y de su primer trabajo: A contratiempo.

25 de marzo de 2010

Una nueva vía para el flamenco. Entrevista a Paco Escobar para miusyk








    Además de profesor titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, en la que ejerce con compromiso y pasión su profesión, principalmente en torno a la Literatura, Paco Escobar es conocido por ser un gran impulsor del flamenco en todas sus dimensiones, tanto impartiendo un Doctorado o un Máster como organizando seminarios y distintas actividades que se complementan con su trabajo como guitarrista. Estudioso de la sonanta y de su evolución por caminos que van del flamenco a la música clásica, Escobar ha acompañado a cantaores de la talla de Sordera, Antonio el Pipa, Chano Lobato o Antonio Agujetas, además de colaborar, fuera de este ámbito, con artistas como Kepa Junkera o Martirio.





    Actualmente, acaba de sacar a la calle A contratiempo, primer trabajo discográfico en solitario aunque con colaboraciones de lujo que presentará en la Bienal de Sevilla y en el que, en líneas generales, propone la apertura de otros senderos que, al contrario que muchas voces que en los últimos tiempos venden humo, se fundamentan en el estudio y la investigación, y siempre sin perder de vista el pasado. A la vez, se pone el acento en la confluencia de diversas disciplinas, con lo que la suma de todos estos factores bien podría considerarse una nueva vía con la que acceder al siempre complejo mundo del flamenco.

¿Cuál es el concepto en torno al que gira A contratiempo?

    Se trata de una obra en la que mi labor de composición musical entra en diálogo simbólico con otras disciplinas como la literatura (de la que soy docente e investigador universitario), la pintura o el cine; de ahí la presencia del tríptico programático firmado por los textos de presentación del disco-libro A contratiempo a cargo de Jaime Siles, José María Velázquez-Gaztelu y mi “poética musical o de los sentidos”, en un guiño metadiscursivo, al tiempo, a la obra de Igor Stravinsky. Asimismo, es un posicionamiento conceptual estético, en un maridaje entre las artes, en consonancia con otros espacios artísticos como la música clásico-contemporánea. Trato de ofrecer, en consecuencia, una propuesta artística en la que la música me permite adentrarme en espacios de reflexión estética sobre la adquisición de conocimiento junto a variadas posibilidades de experimentación entre la reescritura de la tradición y la vanguardia. Además de la formulación de una “poética musical” como metadiscurso estético, la estructura y organización del disco-libro recuerda, por su relación orgánica y narratividad sonora, los capítulos de una novela o narración lírica (así: I. Soñar; II. Rito; III. Metamorfosis; y IV. Inspiración), en consonancia, al tiempo, con los cuadernos de un libreto de partitura a modo de suite (de hecho, estamos ante una suite cromática) para guitarra.

Conociéndole un poco, supongo que será casi inevitable dejar de lado en él la labor pedagógica e investigadora que le caracteriza.

    La obra refleja mi posicionamiento en el mundo tanto a nivel artístico como ético y de compromiso profesional. Por tanto, me interesa explorar y transitar caminos enriquecedores para la investigación en el plano compositivo. Al tiempo, aplico, de forma creativa, teorías y principios estéticos que desarrollo, de forma analítica, en mi seminario de doctorado y máster sobre Flamenco y su relación con la filología y los procesos de comunicación. Para ello tengo en cuenta referentes literarios, la semiótica cognitiva, la estética, la historia de la música o la etnomusicología; es decir, parámetros científicos con los que estoy tratando de abrir una línea de investigación para la elaboración de Tesis doctorales circunscritas al estudio del Flamenco (ya están saliendo, de hecho, los primeros resultados). La investigación me ha llevado, entre otros caminos, a abordar la polifonía tanto a nivel instrumental como vocal (en A contratiempo, Momentos, Nostalgia o Sabor a canela) de forma análoga, salvando las distancias, a la técnica de la polivisión que un cineasta experimental e independiente como Jaime Rosales ha aplicado, a nivel cinematográfico, en la obra Soledad o como, en el Flamenco, ha propuesto el maestro Enrique Morente.

¿Qué puede contarnos de los músicos y las colaboraciones presentes en él?

    Agradecimiento es el primer vocablo que me viene a la cabeza y al corazón. Su disponibilidad a ser receptivos y sensibles a mi concepto musical para interpretar y enriquecer el disco con la profesionalidad y la riqueza de sus timbres sonoros ha sido una experiencia notable. Entre otros senderos me ha llevado a intensificar la composición para música de cámara en diálogo con otros instrumentos como la viola da gamba, la marimba, el bandoneón o el piano, instrumentos con los que últimamente estoy preparando mis conciertos en directo.

¿Qué supone para usted estar presente en la próxima Bienal de Arte Flamenco de Sevilla?

       Supone, de entrada, una enorme responsabilidad puesto que constituye un espacio de reconocido prestigio internacional, como marco de legitimación, por el que han transitado las figuras más importantes del Flamenco en estos últimos treinta años. La presencia de mi música refleja, como se indica en la sección en la que se enmarca mi espectáculo (El Flamenco que viene), una propuesta acorde con los nuevos tiempos para nuestra música en los albores del siglo XXI. De esta suerte, varios compañeros que participamos en la presente Bienal venimos estableciendo, en este sentido, una actitud de compromiso con el Flamenco a nivel de investigación y enseñanza en marcos institucionales en los que luchamos a diario, con vocación y entrega, para que nuestra música se difunda y esté al alcance de todos con rigor académico. Sobre este particular, varios periodistas han puesto ya de relieve, como una novedad, que mi caso sea el del primer profesor universitario que toque como compositor y solista en la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla. Sin embargo, para mí supone, en contraste, el inicio precisamente de lo que va a ser “El Flamenco que viene”.

Segunda parte de la entrevista al guitarrista y profesor universitario Paco Escobar, en la que, además de revelar cuáles son sus referentes en el ámbito de la música, habla de la fusión en el flamenco, sus antecedentes (en general desconocidos para el gran público) y el sentido que tiene para él, al tiempo que también aborda la manera de aplicarla en su disco A Contratiempo.



¿En qué espejos se mira a la hora de tocar o componer?

    Aprendo de todo músico o música que me ayude a perfeccionarme con un alto nivel de exigencia, sea a nivel compositivo, conceptual o técnico. Por tanto, escucho, a diario, buena parte de las denominadas músicas del mundo (griega, africana, hispanoamericana, etc.), en consonancia con mi interés por la etnomusicología, además de clásico, jazz, etc. En el marco concreto del Flamenco, siempre he estudiado, con detenimiento y dedicación, los referentes clásicos tanto en la guitarra (Montoya, Sabicas, Niño Ricardo, Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar…) como en el cante: Manuel Torre, Tomás y Pastora Pavón, Antonio Chacón, Antonio Mairena, Caracol, etc., hasta los actuales como Agujetas o Enrique Morente. Y en lo que hace a la música clásica, desde el contrapunto barroco de Bach y su estilo fugado hasta la recepción de esta línea en la Fugata de Astor Piazzolla o el clásico-contemporáneo de Schöenberg –con su lectura, por añadidura, de la Pasión según san Mateo de Bach en su Tratado de armonía–, Olivier Messiaen, Xenakis, Penderecki, Philip Glass o Leo Brouwer, con el que he realizado cursos de especialización de composición para guitarra.

En A contratiempo no faltan incursiones o guiños hacia otros estilos musicales, lo que se puede ver en la inclusión de instrumentos poco frecuentes en el flamenco. ¿Cómo entiende el concepto de fusión?

    Desde el más absoluto respeto al conocimiento de los parámetros canónicos que jalonan el Flamenco y la imprescindible escuela, como banco de la paciencia, que proporciona el acompañamiento al cante y el baile, estoy abierto a la pluralidad de mensajes musicales que puedan abrirme universos sonoros para el desarrollo y evolución de mi concepto musical entre la contemporaneidad y la expresión lírica. Además, el Flamenco no debe entenderse como un fenómeno musical en el que sólo desde la década de los años setenta aproximadamente experimenta un proceso de “fusión”. Pensemos, por un momento, en su protohistoria (la música preflamenca) o el diálogo tímbrico entre la guitarra de Ramón Montoya y el saxofón de Vílchez, imitando la melodía del cante que anuncia la técnica actual de Gualberto con el sitar o las aportaciones de Jorge Pardo con el saxo y la flauta, así como Benavent y su tributo al bajo eléctrico o la mandolina.Por ello, me propuse en mi primera obra incorporar el timbre del bandonéon para hacerle un homenaje, en clave, a Piazzolla, uno de mis músicos preferidos, o el corneto, instrumento plenamente barroco, por el interés que siempre ha despertado en mí este instrumento a nivel musical. 

    Como resultado, temas como Bajañí, que ofrece una imbricación tímbrica en su preludio con guitarra y corneto para dar paso al diálogo entre la guitarra y el bandoneón en una rondeña-bulería, que he compuesto con la conciencia (y responsabilidad) de que era la primera que se hacía en su integridad para guitarra, bandoneón y corneto. De forma análoga, Vuelo de golondrinas, título de sesgo becqueriano, abre un espacio intimista y melódico al tiempo que subtitulo esta composición diálogo para una granaína para “conversar”, en un plano de mímesis técnica, con el corneto. Asimismo, Palabras, tema dedicado a mi esposa Isabel, trata de imitar, bajo la técnica de diálogo entre la guitarra y el bandoneón, la primera vez que nos conocimos y conversamos con sensibilidad para compartir mundos comunes, ya de por vida. La técnica en este tema, cercano al género de la fantasía y la balada, es fundamentalmente de contrapunto, articulado bajo un ritornello con un final suspendido. Por último, en la rumba Momentos se hace un guiño a Piazzolla con la presencia del bandonéon que reproduce el leitmotiv compuesto para guitarra en aras de ofrecer variedad tímbrica en cuanto a la textura de la pieza.

En ese sentido, ¿considera que puede llevar a que se pierda el norte o que, por el contrario, engrandece nuestro panorama?

    La piedra angular para esta cuestión la proporciona el sentido del equilibrio entre el conocimiento y asimilación rigurosa de la tradición para poder pasar, posteriormente, al terreno de la reescritura y la deconstrucción de los parámetros canónicos. Por mi parte, trato de encontrar este equilibrio o eje vertebrador en una propuesta musical conceptual entre la contemporaneidad y la expresión lírica. Desde esta óptica, abogo por técnicas compositivas como la politonalidad en la soleá por bulerías Altozano, en Paisaje cromático y Vuelo de golondrinas, o el estilo fugado en A contratiempo y la coda final de los fandangos de Huelva Junto a la ermita.Otros puntos de referencia, además del intimismo melódico como en Vuelo de golondrinas, Palabras y Altozano, son los detalles sutiles de la música concreta en varios temas del cd. Así sucede con la sonoridad de las campanas en el arranque de los fandangos Junto a la ermita para evocar la atmósfera ritual y situación de la escena en la que los devotos esperan, con anhelo, junto a la ermita, el contacto con la Virgen del Rocío, o el sonido del viento o el agua de un río (en este caso, por mímesis respecto al Guadalquivir) como evocación del marco temporal melancólico de Otoño en Sevilla, estación ésta en la que la ciudad ofrece “un color especial” y distinto al conocido y primaveral de abril.Otras formas de investigación compositiva lo constituyen la imitación de texturas instrumentales (así un pizzicatto con la guitarra recuerda un laúd en los tangos A contratiempo), la polimetría, con un preludio ternario como antesala al ritmo cuaternario de este mismo tema o la superposición de períodos métricos de tanguillos en los tangos, o una indagación sobre el ritmo interior bajo patrones métricos definidos en el trémolo a ritmo de vals en Vuelo de golondrinas o cortes del acompañamiento al baile con juegos de ritmo interior en los tanguillos Nostalgia. Con esta técnica última, trato de acercar este juego simbólico musical propuesto al versolibrismo o la prosa poética de la literatura contemporánea.

Tercera y última parte de la entrevista a Paco Escobar, en la que se abordan cuestiones como la penetración del flamenco en el área de la enseñanza, la necesidad de estudiar a tocaores legendarios a la par que casi desconocidos o la piratería, que abre para este género posibilidades distintas a las de otros estilos musicales, y en la que el guitarrista también habla de lo que oye últimamente.



Cambiando de tercio radicalmente, ¿cómo valora que el flamenco esté cada vez más presente en la Universidad, y también, aunque quizás algo menos, en colegios e institutos?

    Crucial con vistas a que las generaciones venideras puedan analizar el Flamenco de forma científica y rigurosa, o sencillamente disfrutarlo como música pero con garantías. Este es, de hecho, uno de los motores que me impulsan a trabajar, con conciencia, responsabilidad y compromiso ético, a diario, desde mi doble condición de profesor universitario en el área de literatura y músico flamenco.

Respecto al tema de la piratería, ¿piensa que puede ayudar a que la gente joven se acerque o profundice en el conocimiento del universo flamenco, por ejemplo accediendo a materiales a los que sería casi imposible llegar o, por el contrario, cree que es más bien un lastre?


    Siempre que una acción determinada no constituya un atentado contra los derechos de los compositores, soy partidario de difundir y compartir la música en espacios cibernéticos que hayan sido legitimados por estos músicos. Por esta razón, trato de difundir los parámetros estéticos que sustentan mi música y su relación simbólica con otras disciplinas artísticas en mi blog o en el myspace. Si el contenido musical atesora calidad, contenido e interés, estos cauces para la “democratización” del arte ofrece una “ventana global” para que todas las músicas (y músicos) del mundo estén en continuo diálogo comunicativo sin perder sus señas de identidad.

Por último, al igual que a todos los entrevistados, me gustaría que nos sugiriera algo de lo que esté escuchando últimamente, de flamenco o del género que sea.

    En estos momentos, estoy analizando Plektó de Iannis Xenakis, la Threnodia para las víctimas de Hirosihma de Krzysztof Penderecki y los Epitaffi lorquianos junto a las Canciones a Guiomar de Antonio Machado por Luigi Nono, en el marco del clásico-contemporáneo. En el campo del Flamenco, estoy investigando, de nuevo, sobre el acompañamiento al cante y las falsetas que nos han legado tocaores –necesitados, por cierto, de una revisión canónica a nivel de investigación– de la altura de Juan Gandulla Habichuela, Miguel Borrull, Luis Yance, Manolo de Huelva, Manolo de Badajoz, Javier Molina, Paco Aguilera, Esteban de Sanlúcar, Perico el del Lunar o Pepe Martínez. Ello me permite, al tiempo, paladear el cante –siempre sabroso– de maestros canónicos e imprescindibles como Antonio Chacón, la Niña de los Peines, Tomás Pavón o Manuel Torre.

Curro Arenillas



12 de marzo de 2010

"A contratiempo" en programación de la XVI Bienal de Flamenco de Sevilla





    




    El concierto "A contratiempo" está programado dentro del ciclo "El flamenco que viene" para el día 20 de septiembre en el Teatro Alameda a las 23.00 horas.




RESEÑA DEL DISCO A CONTRATIEMPO EN LA REVISTA DE FLAMENCOLOGÍA




    

"CONTRATIEMPO" DE PACO ESCOBAR


    Tocaor, productor musical y artístico, compositor de música original y letras y director musical de su propia grabación, Francisco Javier Escobar Borrego, profesor titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla se nos da a conocer en este DC como guitarrista, con el nombre familiar y artístico de Paco Escobar, en lo que su prologuista el flamencólogo María Velázquez-Gaztelu califica como "un disco ilustrado", dada la formación académica del intérprete, que es "un consciente y documentado constructor de pautas musicales".


    Según el propio profesor-tocaor Paco Escobar, su disco –primero que ha grabado hasta la fecha-, viene a ser "una poética musical de los sentidos" queriendo reflejar en su obra las dimensiones esenciales de la guitarra: el toque solista y el acompañamiento al cante y al bailes. Y así, como una suite andaluza y flamenca, su concierto nos suena por tangos, fandangos de Huelva, tanguillos, bulerías y otros sonidos flamencos, en los que se deja acompañar de otros instrumentos, cantes y palmas.

REVISTA DE FLAMENCOLOGÍA, año XIV, núm. 27, 2º semestre 2009, Pág. 123.


CÁTEDRA DE FLAMENCOLOGÍA DE JEREZ DE LA FRONTERA 

6 de marzo de 2010

Conferencia: Introducción general al toque por Paco Escobar (vídeos)






La conferencia Introducción general al toque flamenco, impartida por Francisco Javier Escobar en el marco de Flamenco en red (Curso Universitario de Iniciación al Flamenco), se puede ya visualizar en la web

Aquí tenéis el primero de los once vídeos que conforman la conferencia.











ENTREVISTA A PACO ESCOBAR POR CONRADO MEDINA EN EL PROGRAMA DE RADIO OÍDO AL CANTE (UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE VALENCIA)



    

    En esta entrevista realizada por Conrado Medina en su programa especializado en flamenco Oído al cante (jueves, 4 de marzo, 2010), se reflexiona sobre el proceso compositivo de A contratiempo. Además, se pueden escuchar varios temas del disco.
 


Puedes escuchar y descargar la entrevista (a partir del minuto 52): AQUÍ 



25 de febrero de 2010

Conferencia: Introducción general al toque por Paco Escobar




Paco Escobar ofrecerá la ponencia "Introducción general al toque" dentro del ciclo de Conferencias de Flamenco en Red el martes 2 de Marzo 2010 a las 19:00 horas. El Programa Flamenco en Red se desarrolla en el Salón de Grados del Campus de la Asunción en Jerez, Edificio Servicios Comunes, primera planta. La ponencia será retransmitida en directo por internet en la siguiente dirección electrónica: http://www.flamencoenred.tv/

14 de febrero de 2010

El próximo 27 de febrero Radiolé Sevilla celebra “Festival Flamenco Temple y Pureza”

La cita será en el Teatro Joaquín Turina de Sevilla y los asistentes al “Festival Flamenco Temple y Pureza” podrán disfrutar de las actuaciones de excepción de artistas de la talla de Manuel Paradas, Dorantes o Argentina. Presentado por Tere Peña, y a partir de las 21.00 horas, los asistentes a la cita presenciarán las obras de los grandes del flamenco. Obras que son al mismo tiempo un placer para los sentidos y una razón para reflexionar. Son obras necesarias, para el flamenco y para los aficionados. Obras que participan en reforzar lo que muchos ya sabemos, que el flamenco es un arte de composición, en el más amplio sentido de la palabra.
Así, el guitarrista y profesor de literatura Paco Escobar nos deleitará con “A Contratiempo”, disco con el que remarca por un lado un nuevo momento para el arte y para el flamenco, pero también una particularidad de su propia manera de tocar, de entender la guitarra y el flamenco mismo en toda su complejidad formal. Un disco que es una obra en sí mismo, hecho para escucharlo pero también para leerlo y aprender. Es una poética, una estética, y también una autobiografía musical. Tiene una fuerza especial en cuanto que toda la energía, el tiempo y la reflexión empleada en su composición, no le restan nunca ni un ápice de sentimiento, ni de emoción, ni de flamenquería.

16 de enero de 2010

RESEÑA DE ÁNGEL ÁLVAREZ CABALLERO EN EL CULTURAL EPS DEL PAÍS (16 de enero 2010)





   De Sevilla nos llega una grabación distinta, pues la firma el guitarrista Paco Escobar y ofrece sonidos novedosos en ocasiones difíciles de clasificar. Es, se nos antoja, una obra de notable complejidad, nada habitual. Que yo sepa, es lo primero que graba Escobar y, desde luego, es una obra inspirada no en los conciertos al uso, sino en un concepto diferente del flamenco. Música, en cualquier caso, de gran brillantez.

23 de diciembre de 2009

Entrevista: Flamenco conceptual entre la contemporaneidad y la expresión lírica: A contratiempo, de Paco Escobar (La Flamenca)





 A contratiempo es, como bien manifiesta en el prólogo José María Velázquez-Gaztelu, un disco ilustrado. En su primer CD, Francisco Javier Escobar Borrego, de nombre artístico Paco Escobar, establece una unión entre las dos facetas que dibujan su perfil: la de teórico (es filólogo, profesor titular de la Facultad de Comunicación y componente del programa de Doctorado de la Universidad de Sevilla El Flamenco: un acercamiento multidisciplinar a su estudio), junto a la de músico en calidad de compositor e instrumentista.


    Tomando esta directriz como punto de partida, Escobar establece una relación dialógica entre su cosmovisión estética y su tiempo –forma parte de la nueva generación de artistas flamencos como Israel Galván, Arcángel, Miguel Poveda, Rafael de Utrera, etc.–, extrapolándola a su composición. Se trata, en efecto, de un diálogo también con diferentes artes: literatura (a la manera de los novísimos de la poesía española, de ahí la presentación prologal de Jaime Siles), pintura, cine y, sobre todo, distintas influencias musicales, a nivel conceptual, en una conjugación de tradición y vanguardia. Este hecho posibilita que A contratiempo sea una obra que permite múltiples lecturas. Como se ve, estamos ante un proyecto multicultural.


    Pese a este amplio manantial de referencias, A contratiempo se erige como una obra que, ante todo, transmite y llega al alma desde un Flamenco conceptual. Refleja, por ende, una manifiesta labor de investigación musical en la que el virtuosismo técnico, la complejidad con la que ha sido compuesta, en numerosos pasajes de la obra, no estará al alcance de oídos profanos, pero sí será capaz, en contraste, de emocionar a cualquier amante de la música.








P: A Contratiempo constituye un álbum marcado por la pluralidad. ¿Es un CD para muchos públicos o, más bien, se trata de una obra elitista?


    Paco Escobar: Mi propuesta estético-musical permite una doble lectura: por una parte, se trata de un complejo proyecto de investigación conceptual a nivel compositivo que he ido madurando con el transcurso de los años; de otro, procuro, en todo momento, que mi sensibilidad y creatividad estética venzan la frialdad del raciocinio intelectual. El punto de equilibrio entre ambos polos se encuentra, según mi perspectiva, en componer y tocar con sentimiento y desde el corazón.


P: El calambur presente en el título nos remite a distintas lecturas, el contratiempo musical, característico del Flamenco, o el contratiempo de la cotidianidad, por ejemplo; incluso se localiza en la portada el diseño visual @contratiempo, una alusión referida al dominio de la comunicación. ¿Cuál ha sido tu propósito a la hora de elegir este título?


    Paco Escobar: Cuando contemplé la posibilidad de proponer un título significativo, me parecía sugerente encontrar un referente musical distintivo del Flamenco pero que, a su vez, remitiese a la vida misma. A contratiempo resume, de hecho, un concepto musical a la par que refleja las múltiples dificultades que debemos vencer en la vida cotidiana. En este contexto, el diseño visual forma parte de tal concepción en ambos senderos, a saber: el ámbito de la comunicación y el espacio en el que desarrollo, a diario, mi actividad profesional.


P: En el plano musical, ¿qué elementos has utilizado para dar forma concreta a ese objetivo?


    Paco Escobar: Fundamentalmente, diferentes contratiempos un tanto arriesgados visibles en los temas A contratiempo, Altozano, Bajañí o Sabor a canela. Al tiempo, he trabajado con silencios, compases sincopados, cortes o cierres (a la manera del toque para el baile), rubatos y otros recursos expresivos a fin de darle vivacidad y frescura a la música.

P: ¿Qué es la poética musical o de los “sentidos”?


    Paco Escobar: Se trata de una formulación teórica en la que explico, de forma pormenorizada y a nivel de investigación, el concepto desde el que está realizada la obra. El texto evidencia, en síntesis, una conjugación de las dos esferas en las que vengo desarrollando mi labor profesional: la música en armonía con la literatura y otras disciplinas vinculadas a la comunicación estética. Actualmente, mi perspectiva de investigación estético-musical comparte ciertos lazos de unión con artistas contemporáneos como Mauricio Sotelo o Pedro G. Romero, por mencionar varios nombres representativos de nuestro Arte contemporáneo. En mi caso concreto, abogo por un Flamenco a medio camino entre la contemporaneidad conceptual y la expresión lírica.

P: ¿Cómo la trabajas tanto desde el ámbito de la formulación teórica como a tenor del punto de vista estético?


    Paco Escobar: Una de las señas de identidad de mi música viene dada por el lirismo estético conceptual que trato de transmitir en consonancia con la creatividad. De esta suerte, entablo una relación de continua complicidad con el receptor en diferentes planos y marcos. Soy partidario, por ello, de guiños implícitos y una codificación semántica mediante disemias. Este proceder, que llevo a la práctica tanto a nivel de escritura literaria como musical, permite una visible pluralidad de lecturas, dependiendo del lector. De esta manera, en la línea de la estética de la recepción de Jauss y la escuela de Constanza, considero que es el lector de mi obra quien debe completar sus “sentidos” dependiendo de la formación, gustos estéticos y conocimiento del mundo que posea. Por tanto, el texto programático poética musical o de los “sentidos” ofrece unas claves que orientan, a modo de paratexto, sobre la obra que el lector-oyente tiene entre sus manos. Pero a él le queda, en fin, la labor de decodificarlo e interpretarlo, si nos atenemos a un análisis hermenéutico o de exégesis interpretativa.


P: Un rasgo que impresiona en esta obra es el carácter polifónico de la guitarra, que ocurre también en la voz, en algunos pasajes, a la manera “morentiana”. ¿Cómo lograste este resultado?


    Paco Escobar: En efecto. La obra ofrece, como un retablo pictórico-musical, un muestrario de posibilidades estético-expresivas: desde mi reescritura de las formas genéricas del Flamenco (en algunos casos, con una evidente voluntad de deconstruirlas en el sentido de Derrida) hasta la propuesta de formas agenéricas como Paisaje cromático o Palabras, con correspondencias en el contrapunto barroco, el jazz, la música étnica o la evocación de Piazzolla. En este marco de experimentación creativa, el empleo polifónico, que otorga a la composición una compleja densidad armónico-métrica, cobra especial realce en temas como Nostalgia, A contratiempo o Junto a la ermita. Mi consciente decisión de manejar este recurso tiene su antecedente en un ensayo que llevó a cabo antaño Sabicas. Es un homenaje, en cierta medida, a este maestro. También Niño Ricardo llevó a cabo dúos de guitarras con Melchor de Marchena y, más recientemente, contamos con el testimonio (desgraciadamente, no demasiado atendido) de la Suite Sevilla de Riqueni y Gallardo. En cuanto a la polifonía vocal, Rafael de Utrera se vale de este recurso en A contratiempo en equilibrio y coherencia compositiva con las voces de la guitarra. Sin duda, el principal referente actual en tal juego de polifonías vocales es el maestro Enrique Morente, cuya creatividad compositiva me ha inspirado en esta obra.

P: ¿De qué manera conseguiste que instrumentos como el bandoneón y, principalmente, el corneto sonaran tan flamencos pero, al mismo tiempo, no perdieran sus características ni renunciaran a sus orígenes?


    Paco Escobar: Con ambos artistas me puse a estudiar de forma intensiva para compartir con ellos mi música y transmitirles mi propósito estético. Sí tenía muy claras las posibilidades expresivas de ambos instrumentos. El corneto, como adalid por excelencia de la música barroca, me permitía crear, con sus registros, una atmósfera intimista en el preludio de rondeña (Bajañí) y una relación dialogística en la granaína Vuelo de golondrinas. En el primer caso, cuando el corneto se va despidiendo de la escena, enlaza su timbre con el del bandoneón que, a continuación, dialoga conmigo a ritmo de bulería. Me había propuesto, de hecho, llevar a cabo la primera composición íntegra por bulerías (que yo sepa) para guitarra y bandoneón. Al tiempo, rindo un homenaje implícito al toque jerezano de Molina pero con una nueva scordattura en Re para el modo flamenco. Como siempre en mi música, abogo por la armonización entre tradición y la lectura vanguardista-experimental.

P: Junto a la utilización de instrumentos ajenos al flamenco, se perciben muchas otras aportaciones en el disco, como por ejemplo, una nueva scordattura para el preludio de la rondeña Bajañí y una “falsa” scordattura en la soleá por bulerías Altozano o, incluso, la técnica clásica del pizzicatto, en esta obra, aplicada al Flamenco. ¿Puedes ofrecer algunas directrices en esta orientación?P


    Paco Escobar: La primera scordattura a la que me refería (la de Bajaní) me permite crear una sonoridad personal cuando toco el tema, aunque sin desnaturalizar el género de la bulería. En cuanto a Altozano, he formulado nuevos registros tomando como punto de partida dos tonalidades distintas sobre las que voy modulando de forma paulatina. El espacio armónico con el que tienes la impresión de que la guitarra está afinada de otra manera lo he forjado mediante los acordes de Sol, por un lado, y Do, de otro, siempre en el modo flamenco. Se asemeja, en buena medida, a la armonía de los estilos de levante pero con otros registros y matices armónicos. Esta propuesta armónica la he aplicado también en el cante con resultados ofrecidos en el pasado concierto en Sevilla en el ciclo cultural 21 Grados del CICUS. En el ámbito instrumental, la adaptó, en el mismo concierto, para marimba el percusionista Antonio Moreno, quien colabora en A contratiempo. Tendrá acogida, asimismo, en el Proyecto La otra Utrera, en el que se propone una lectura de varios compositores, con los que me siento identificado, como Pedro G. Romero, Mauricio Sotelo o Alfredo Lagos. En cuanto al pizzicatto, se trata de una técnica de notorio predicamento en la guitarra clásica que desarrollo aquí en el marco del Flamenco. Se comprueba de forma evidente, a partir de la creación de melodías “en sordo”, en el arranque de Momentos, A contratiempo o Bajaní.


P: Ésta es una obra en la que se percibe una granada madurez así como un cuidado minucioso en cada detalle, sea musical, poético o de producción. ¿Cuánto tiempo ha tardado el proceso compositivo de este disco en su integridad?


    Paco Escobar: A nivel compositivo, toda una vida. Así, la granaína la compuse a temprana edad y desde esa fecha he venido investigando (sin prisa pero sin pausa) hasta el momento. En cuanto al período de grabación, las voces de mi guitarra quedaron fijadas en una semana escasa. Luego, el proceso se ha venido acomodando a medida que los diferentes músicos han podido hacer un hueco en sus agendas para participar en el proyecto. Cuando, por fin, decidimos cerrar la fase de mezclas quedaban todavía los prólogos de Jaime Siles y Velázquez-Gaztelu, el diseño de la portada, etc. En fin, es una obra no realizada con premura, dada su complejidad. El Arte necesita (así lo entiendo) su tiempo y su tempo.


P: En esta grabación has trabajado con excelentes artistas como Rafael de Utrera y Victoria Escobar (cante), Joseph Roussiès (corneto), Ariel Hernández (bandoneón) y Antonio Moreno (percusión). ¿Cuáles fueron los criterios para la elección de estos profesionales y qué han aportado en el marco de tu música?


    Paco Escobar: Rafael de Utrera, amigo desde niños, responde a un criterio bastante afín al que tengo yo de la música: conjugación de tradición y apertura a nuevos caminos expresivos. Así lo deja ver en los tangos A contratiempo, tema en el que a partir de mis letras y las melodías que le brindé las convirtió en verdadero arte. Participa, de hecho, en el Proyecto Lorca junto a Antonio Moreno, quien ha enriquecido a nivel rítmico la obra con los distintos timbres de la percusión desde una perspectiva sutil y contemporánea. En cuanto a Hernández y Roussiès, aunque sus instrumentos expresen mi música, sin embargo, no se limitan únicamente a reproducir estribillos como en la rumba Momentos o en Palabras sino que dialogan, imprimiéndoles su personalidad, con mi guitarra a tenor de mi lectura estética y concepto musical. Además, el timbre del bandoneón me permitía evocar, en cierta medida, la música de Piazzolla, de la que he aprendido tanto. Por último, mi hermana se ha sumado, como en el caso de Rafael de Utrera, a compartir estéticamente esta faceta que tanto me apasiona como es la de componer temas para el cante. Su aportación interpretativa de mi música en Junto a la ermita, Nostalgia y Sabor a canela deja ver un marcado sabor flamenco.

P: “Acordes que vuelan alto, brillan en la inmensidad, sonrisa sincera y pura, son sueños de libertad”. En estos versos que compusiste para los tangos A contratiempo, encontramos casi una metáfora-síntesis de este trabajo audaz. ¿Crees que has “volado alto”, pero manteniéndote fiel a tu compromiso estético y a tus motivaciones artísticas?


    Paco Escobar: Los versos de los tangos A contratiempo corresponden, en efecto, al correlato creativo de la Poética musical o de los sentidos. En este ejercicio metadiscursivo y de deconstrucción, trato de poner de relieve cómo la creatividad artística conlleva apostar por el riesgo y el desafío audaz para “volar alto”. Cuando nos ubicamos en un espacio de libertad –a veces, quebrando la fórmula esperable–, la música “brilla en la inmensidad”, con plenitud y no sujeta a la monotonía sino a una continua sorpresa. Al tiempo, la sensibilidad transmitida es verdadera, como la mirada de un niño (“sonrisa sincera y pura”), porque refleja, mediante el cauce musical, tus verdaderos sentimientos. Llegados a este punto de experiencia estética, el músico disfruta, en fin, de “sueños de libertad”. Éste es mi único compromiso estético: la sinceridad que emerge desde el alma, una vez madurado el armazón técnico.

P: ¿Cómo ves el resultado de este trabajo y qué significa en el marco de tu trayectoria artística?


    Paco Escobar: A contratiempo constituye una primera plasmación estética de una vida plenamente consagrada al Arte, sea la música flamenca o la literatura. Asimismo, se configura como un variado retablo de opciones estéticas en las que me encuentro inmerso a nivel de investigación musical.

P: El Flamenco se está abriendo, cada vez más, a nuevos espacios, como por ejemplo, la Universidad. Incluso A contratiempo es resultado de un Proyecto que se enmarca en la convocatoria de actividades de carácter científico y técnico del Servicio de Investigación de la Universidad de Sevilla. ¿Cómo ves esta nueva línea de actuación? ¿En qué medida va a repercutir en el futuro la consecuente reflexión de los artistas respecto a sus propias obras?


    Paco Escobar: A contratiempo, por su propia naturaleza genérica, cobra sentido en el espacio de investigación universitaria. De hecho, estoy integrado tanto en el programa de doctorado de la Universidad de Sevilla circunscrito al Flamenco, el único existente en el mundo, como en el Proyecto de Investigación COFLA (Computational analysis of Flamenco music). De esta forma, conjugo la labor teórica con la praxis compositiva. La reflexión de los artistas sobre su propia obra me parece muy positiva (ésta fue, de hecho, la propuesta que le hice a Arcángel en el pasado Congreso Investigación y Flamenco). Nos ayuda, de un lado, a conocer las propiedades de la música que componemos al tiempo que se ofrecen, por otra parte, claves aclaratorias a fin de que la propuesta estética pueda ser analizada de forma rigurosa. Ello no es óbice para que el oyente-lector que sólo desee disfrutar la música mediante la audición lo haga sin necesidad de adentrarse en el estudio científico de la misma. De esta suerte, con vistas al futuro, el Flamenco va a poder difundirse con garantías en todos los ámbitos comunicativos posibles.

P: Tú has crecido en el seno de una familia flamenca. Has escuchado desde pequeño el cante de tu abuelo, de tu madre y de tu hermana, o sea, has recibido esa transmisión tradicional o más bien memorial, como suele suceder con los artistas flamencos. ¿Cómo se articula esa experiencia vital con los conocimientos académicos?; o, mejor dicho, la vivencia familiar, la praxis estética como músico junto a la reflexión teórico-compositiva sobre tu obra.


    Paco Escobar: En mi caso, el ámbito de la familia constituye la base cardinal sobre la que he edificado mi música como arte de la memoria. Coincide con una etapa crucial en la que he aprendido, al tiempo, a acompañar al cante y al baile, asimilando, por ello, la base armónico-métrica imprescindible para formarte como músico. Mi base académica me ha ayudado, al unísono, a ser consciente de la importancia que merece en el estudio de la música o la literatura la pluralidad metodológica y el rigor científico. La faceta como compositor conjuga, en consecuencia, ambos espacios complementarios. Por ello, abogo por ofrecer textos teóricos, de visible complejidad en el plano de la investigación, en aras de reflexionar sobre mi universo musical a nivel de concepto.


P: Formas parte de una generación de nuevos artistas flamencos que tienen en común un camino bastante reflexivo hacia sus propias obras, artistas que, sin olvidarse de la tradición canónica, buscan una nueva manera de expresarse, apoyándose esencialmente en las relaciones existentes entre el Flamenco y otras artes, como la literatura, por ejemplo. ¿Podemos hablar de una nueva etapa en el Arte Flamenco?


    Paco Escobar: Es cierto que artistas de mi generación como Israel Galván, Rafael de Utrera, Arcángel, en colaboración con Sotelo, Poveda –en proyectos como los poemas de Alberti y autores en lengua catalana como Verdaguer, Brossas o Margarit– y otros abogamos por el concierto entre formulación teórico-estética y los vínculos entre el Flamenco y diferentes disciplinas artísticas. En este sentido, estamos contribuyendo entre todos, como paseo de la memoria, a abrir un sendero en el que el Flamenco queda integrado, sin perder su singularidad, en otras manifestaciones artísticas contemporáneas. Sea como fuere, estamos viviendo, a nivel artístico –valga el título desde Buñuel hasta Israel Galván–, una Edad de Oro para el Flamenco.

                                                                   Silvia de Rezende Canarim
                                                                              Revista La Flamenca.