"Anjara. La mia parte"
es un proyecto de músicas del mundo, con muestras de música contemporánea,
étnica, jazz, flamenca, etc. Un mosaico artístico-musical precioso, variado,
armonioso. Encontraremos artistas de distintas partes del mundo como Antonio
Forcione, Gavino Murgia, Olga de Madgascar, entre otros, o, el más cercano a
nosotros los flamencos, Paco Escobar.
Ahí participa este profesor de Literatura de la Universidad de Sevilla y
concertista de guitarra flamenca, que ha grabado varios discos de sutil e
hiperculta construcción musical flamenca con múltiples influencias de otras
músicas y artes. En este CD participa por España. Aporta dos piezas bellísimas
llenas de ternura, incluso oímos la voz de Marina, su hija pequeña. La
composición musical de Paco llena la vida de ánimo interior, de deleite y
bálsamo. El proyecto, además, es de índole solidaria. Lo recaudado se destinará
a la educación en una escuela de Madagascar: puede verse la web
anjara-lamiaparte.tumblr.com
Ofrecemos el comentario que hace
el propio autor de su aportación y verán a qué refiero cuando digo
“hiperculto”, profundo, muy intelectual pero a la vez muy cercano, armónico,
vital:
“Miniaturas espirituales para niños (Suite en dos movimientos)
Templo de la Iluminación
(Bacchiana).
Mantra sobre mandala de arena
(Meditación). La presente Suite para guitarra y voz se estructura, a modo de
díptico, en dos miniaturas o tiempos complementarios. El primero de ellos
constituye un guiño intertextual a los espacios sonoros de Johann Sebastian
Bach, «Templo de la Iluminación» y modelo canónico para las formalizaciones
musicales sacras. Así lo refleja ya la concisa evocación, como preludio del
tema, de los clásicos minuetos en La menor y Sol mayor sobre el que se edifican
las variaciones propuestas en progresivas tonalidades, transportes y
modulaciones, esto es, como obra en continuo desarrollo y reescritura en la
línea de compositores como Heitor Villa-Lobos (Bacchianas) o Astor Piazzolla
(Fugata). Para dicho work in progress, se sigue, además, el paradigma
conceptual modélico de autores contemporáneos como Pierre Boulez o Picasso, si
bien se encuentra también presente, como sabían estos artistas, en oraciones de
diferentes religiones.
Tanto es así que el segundo
movimiento de la Suite, como contrapunto, evoca la tradición espiritual de los
mantras meditativos y salmódicos budistas con el objeto de transmitir mensajes
edificantes en la educación emocional, psicológica y ética de los niños. Se
incardina este código estético espiritual, pues, en el interés que ha
despertado el budismo, el taoísmo o el sufismo en personalidades de la cultura
tan relevantes como Olivier Messiaen con su sinfonía Turangalila, Herman Hesse
con su novela Siddhartha o Jorge Luis Borges con su conferencia sobre Budismo en
Las Siete noches. Tampoco ha faltado dicha influencia, hasta el momento, en
eminentes autores de la Psicología humanista o de la posmodernidad,
transpersonal e incluso cognitiva como Abraham Maslow, Erich Fromm, Carl Rogers
o Daniel Goleman, entre otros, especialmente en sus planteamientos terapéuticos
y epistemológicos sobre autorrealización, conciencia, sentimientos y emociones,
intuición, examen contemplativo, meditación holística y consciencia plena
(mindfullness), trascendencia del ego, relaciones interpersonales y
cooperación, aprendizaje vivencial, psicodrama, flujo energético o creatividad
estética, en la que se aúnan, claro está, mente y cuerpo.
Por último, el «aire» andaluz que
rezuma el conjunto integral de la Suite responde al empleo de arquetipos
armónico-rítmicos procedentes, entre otros estilos, del fandango, la malagueña
y la minera, con ecos de Ramón Montoya, además de jaleos y bulerías canasteras
o al golpe. Tampoco falta, como complemento conceptual, el empleo de escalas
pentatónicas y de tonos enteros, presentes con frecuencia en los métodos de
música para niños como el de Carl Orff o el de Kodály, en la obra de
compositores contemporáneos como Debussy, Mahler, Bartók, Dvořák, Stravinski o
Gershwin, y reconocible también en la escala yo de la salmodia budista y de
otros cánticos orientales. Por ello, los títulos de los movimientos que aquí se
ofrecen aluden a referentes o realia de sabor andaluz, aunque con un toque
binaural zen, identificables en una Stupa budista de la Costa malagueña, en
concreto en Benalmádena, sobre un paraje montañoso desde donde se contempla,
como una trascendente iluminación, el Mar mediterráneo. «Templo de la
Iluminación» es, de hecho, la denominación de dicho santuario, mientras que
«Mandala sobre arena» corresponde a uno de los símbolos religiosos que pueden
contemplarse en su interior junto a escenas narrativas murales sobre la vida y
aretalogía de Buda. Valgan, en fin, estas miniaturas espirituales para niños,
que hermanan la tradición espiritual occidental y oriental en un mismo paisaje
sonoro, como rendido homenaje a la ejemplar vida y obra de Vicente Ferrer”.
Lo dicho: una joya musical para
disfrutar. No se la pierdan.
José Cenizo Jiménez