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15 de octubre de 2020

Desarrollo y evolución de la guitarra flamenca antes del ricardismo, en Guitarra flamenca: diapasón y trastes (Flamencoradio. Canal Sur)

 

En el presente programa del ciclo Guitarra flamenca: diapasón y trastes abordaré el desarrollo y evolución de la guitarra flamenca previa al ricardismo.

 

Os enlazo el podcast: AQUÍ


        Apuntes históricos de la guitarra    

 

A modo de evocación de estas dos grandes figuras de la guitarra, Niño Ricardo y Sabicas, y de sus respectivos legados, escuchemos a este último en sus Variaciones de alegría. Tales variaciones pueden escucharse en el disco Homenaje a Niño Ricardo. In Memoriam, grabado el mismo año del fallecimiento del tocaor sevillano. 

 


 
            Audio: Sabicas, Variaciones de alegría (1972).

  

    Grandes figuras de la guitarra

 

La malagueña de Cádiz Gaditana, llevada a cabo por Manolo Caracol, presenta la armonía adscrita convencionalmente a la taranta, propuesta por Niño Ricardo, aquí en calidad de acompañante; todavía el guitarrista sevillano seguirá implementando este recurso estético veinticinco años más tarde en la malagueña grande de Chacón Que te quise con locura (1969), bajo la rúbrica interpretativa de Enrique Morente, gracias a acordes reconocibles en los estilos de Levante.

 

En otras palabras, la secuencia posicional La m, Sol M, Fa M, Mi M modal, jalonada sobre la cadencia andaluza, da paso, en virtud del transporte, a la armonía Si b m, La M, Sol M, que desemboca en la tónica modal: Fa # M.

 

     Audio: Manolo Caracol y Niño Ricardo, malagueña de Cádiz Gaditana (1944).

 

    La guitarra como compañera del cante y el baile

 

Las malagueñas No te hagas ilusiones de Manuel Vallejo (1935) son acompañadas en la posición de Si M modal, como las granaínas, por Manolo de Huelva. Asimismo, mediante una técnica similar, los fandanguillos Con la Virgen del Pilar de Tomás Pavón apuntan una proximidad armónica con la granaína al calor de la guitarra de un todavía joven Niño Ricardo.

 

 Audio: Tomás Pavón y Niño Ricardo, fandanguillos Con la Virgen del Pilar (1928).

  

Esta neutralización entre tales estilos se estaba materializando desde época temprana, como refleja la cartagenera Donde se había “bañao” el león del Niño de Cabra (1907), enriquecida por la bajañí de Enrique Molina, con reminiscencias del fandango y la malagueña.  Y todavía, andando el tiempo, el maestro Antonio Mairena habrá de contaminar armónicamente su fandango Vivir con una serrana (1943), alentado por el acompañamiento riguroso de Esteban de Sanlúcar, con el espíritu armónico de la malagueña.

 

     Audio: Antonio Mairena y Esteban de Sanlúcar, fandango Vivir con una serrana (1943).

 

    Claves musicales de la guitarra

 

Entre las claves musicales sobresale una visible experimentación armónico-melódica que estaba alcanzando amplias cotas de calidad estética en la década de los treinta del siglo XX. Tanto es así que los tangos de las caravanas Al Cristo de la Humildad de Manuel Vallejo, acompañados en fecha temprana por Niño Ricardo, dejan ver, en diversos momentos, concomitancias armónicas con las colombianas-habaneras por su vertiente tonal mayor.

 

     Audio: Manuel Vallejo y Niño Ricardo, tangos de las caravanas Al Cristo de la Humildad (1934).

  

Asimismo, la relación tonal de las falsetas con la melodía vocal se reconoce en las numerosas bulerías acupletadas, que gozan de notable predicamento desde la etapa pre-ricardista hasta la actualidad, así las realizadas en el plano vocal por Miguel Poveda. 

Si bien los artífices medulares de estas aportaciones interpretativas fueron los propios cantaores, en las modulaciones y sugerencias armónicas que conllevaba tal adaptación a efectos de cantabilidad armónico-melódica, con toda seguridad la guitarra pre-ricardista jugó un papel indiscutible.

 

     Audio: Antonio Mairena y Esteban de Sanlúcar, Me da miedo de la luna (1943).

 

    Mecanismos y técnica

 

En el periodo pre-ricardista, la falseta, con los diferentes mecanismos y técnicas empleados en su ejecución interpretativa, constituye un baluarte esencial.

 

De hecho, por su variada naturaleza, características y creatividad estética, viene a funcionar como una estructura armónico-melódica matriz tanto para la composición musical como a efectos de interpretación cantabile.

 

Veamos varios ejemplos de falsetas o variaciones por soleá y seguiriya.

  

     Por soleá. Ejemplo 1.

  

     Seguiriya. Ejemplo 2.

 

     Falsetas en las que se emplean posiciones, acordes y arquetipos armónico-métricos desde las generaciones de Montoya y Javier Molina hasta cristalizar en la primera etapa de guitarristas como Paco de Lucía bajo la influencia del ricardismo y el sabiquismo. Ejemplo 3.

 

    Vamos a escuchar

 

Entre las claves musicales de la guitarra flamenca pre-ricardista, suele suceder que, más allá del empleo de falsetas concretas, se atienda a estructuras armónico-melódicas complejas que pueden dar lugar no solo a la forja de una pieza por soleá u otro estilo sino a formas agenéricas o a otras de diversa naturaleza, tales como un tema o motivo con variaciones.

 

     Audio: Pepe Martínez, Motivos de fandangos (1960).

 

 

    Obras maestras/ Piezas con historia

 

Las falsetas de la guitarra pre-ricardista, con raíces en el acompañamiento al baile, generaron estructuras métricas muy elaboradas y virtuosas a efectos de zapateado hasta el punto de que se acabará forjando el zapateado como género de concierto, con arquetipos rítmicos de tanguillo.

 

Y es que dicho género concertístico contará con compositores para guitarra flamenca tan notorios como Esteban de Sanlúcar, con su Perfil flamenco. Dedicado a Paco de Lucía. Pues bien, destaca en la grabación fonográfica de Perfil flamenco las palabras elogiosas de Esteban de Sanlúcar brindadas a su amigo Paco de Lucía y, tras el toquese escuchan, a su vez, las palabras del genio de Algeciras agradeciendo esta dedicatoria y recordando que valoraba la calidad tanto de ese zapateado como su labor de acompañamiento a cantaores de la altura de Antonio Mairena y Canalejas.    

  

     Audio: Esteban de Sanlúcar, Perfil flamenco. Dedicado a Paco de Lucía.

 

            Y el propio Esteban de Sanlúcar será, en fin, el acompañante también de artistas como Conchita Piquer, en temas como No me digas que no. Tanguillo o Angelillo, este último en Homenaje a Ramón Montoya y su guitarra Leona, con recitado de por medio.

 

                Audio: Angelillo y Esteban de Sanlúcar, Homenaje a Ramón Montoya.

 

    La guitarra flamenca. Fusión y maridaje

 

La experimentación estética a modo de maridaje en la guitarra pre-ricardista dio como resultado, en ocasiones, la conjugación de armonías y ritmos distintos en virtud de contaminaciones genéricas que tuvieron implicaciones en el cante. 

Se identifica un claro testimonio de polimetría en los tangos-fandangos Tan sólo por ver (1943) de Juan Valderrama, bien conducidos, en lo que a cantabilidad armónico-melódica se refiere, por la guitarra de Bernabé de Morón.

 

     Audio: Juan Valderrama y Bernabé de Morón, tangos-fandangos Tan sólo por ver (1943).

 

Siguiendo con dicha hibridación genérica el tránsito de las bulerías a las malagueñas de Valderrama en el tema En el café de Chinitas, lo hace posible Esteban de Sanlúcar.

 

     Audio: Juan Valderrama y Esteban de Sanlúcar, En el café de Chinitas (bulería y malagueña), de 1944.

30 de marzo de 2020

Javier Molina y la escuela jerezana (II), en Guitarra flamenca: diapasón y trastes (Flamencoradio. Canal Sur)

Comparto con vosotros el presente ciclo Guitarra flamenca: diapasón y trastes, en esta ocasión a propósito de la segunda entrega dedicada a Javier Molina, figura indiscutible en la consolidación de la estética guitarrística moderna y la escuela jerezana del toque. 






Os enlazo el podcast y la playlist: 





  En lo que hace a su contenido integral, se ofrece un análisis monográfico a la luz de los siguientes microespacios temáticos:
              



Grandes figuras de la guitarra




   Para conocer la vida, obra y pensamiento estético de Javier Molina resultan esenciales los Apuntes de la vida artística del guitarrista Javier Molina, con datación en Jerez el 18 de octubre de 1938, contando el guitarrista con setenta años y “ya fatigada y confusa memoria”.

   Con todo, en sus amenas páginas nos regala recuerdos impagables sobre Antonio Chacón, Manuel Torre, la Niña de los Peines y otras reconocidas figuras de la época.

   Audio: Manuel Torre y Javier Molina, Soleares: Hasta la fe del bautismo.


Apuntes históricos de la guitarra 




   Escucharemos analíticamente el toque de guitarristas allegados al universo estético y afectivo de Javier Molina:

   1. Manolo de Badajoz, tocando en el acorde de La M modal, con Isabelita de Jerez, por Soleares: Si tú te casa[s], me caso y, también por soleá, junto a La Niña de los Peines en Pasito que yo doy, en la misma posición guitarrística.

   2. Perico el del Lunar en Media granadina: Rosa, si no te cogí, junto a Antonio Chacón, cantaor con quien el tocaor jerezano formó una distinguida y valorada pareja artística.

   3. Currito el de la Jeroma, a quien escucharemos acompañando, en el acorde de La M modal, a La Niña de los Peines en Soleares (Fui piedra y perdí mi centro), con guiño literario-musical a La Serneta y aire guitarrístico a la manera jerezana de Molina.


La guitarra como compañera del cante y el baile


   El toque de acompañamiento al baile de Javier Molina echó pronto raíces en los principales cafés cantantes de la época, sobresaliendo sus actuaciones en escenarios como la Tienda de la Primera de Jerez o en San Fernando.

   En 1936 Javier Molina fundó, con María Pantoja, una Academia en Jerez en la que aprendieron a bailar Lola Flores, La Niña de los Caireles, Paquita Durán o la Gitana Blanca. Incluso desarrolló sus cualidades guitarrísticas con artistas de la copla de la altura de Estrellita Castro.

   En este marco contextual, escucharemos a Luisa Requejo, con la guitarra de Ramón Montoya, admirador de Molina, en Bulerías (creación), siguiendo más, en esta ocasión, el aire de La Niña de los Peines que el de Antonio Chacón.


Claves musicales de la guitarra


   Entre las claves cardinales que sustentan el pensamiento estético de Javier Molina se encuentran su sólida formación cultural, entre la tradición oral y la música fijada, la repentización, improvisación y lectura del pentagrama, incluyendo un granado repertorio de guitarra clásica, y su especial inclinación por conceptos compositivos como el movimiento cromático.

Audio: José Luis Balao, Judith Ruth (Danza Árabe).

Obras maestras / Piezas con historia 



   En su cabal acompañamiento a Manuel Torre por soleá, Javier Molina nos ofrece un paradigma y canon digno de imitación tanto por su habilidad a la hora de encauzar el fraseo microtonal y los emotivos tercios del cantaor en la cuadratura rítmica como en la ejecución de falsetas y otros recursos expresivos.



Mecanismos y técnica 



    En el paulatino proceso de transmisión del legado estético de Javier Molina a la escuela jerezana por mediación de sus discípulos más directos, ya con una factura actualizada y cercana a nuestro tiempo, cabe situar el enfoque en otros géneros más allá de la soleá y la seguiriya.

    No obstante, al margen de la influencia en mayor o menor medida de Molina sobre este particular, lo cierto es que, especialmente en la década de los setenta del siglo XX, la bulería y otras modalidades genéricas como los aires de villancicos acaban conformando señas de identidad esenciales en la estética jerezana.

Vamos a escuchar




   Los principales discípulos de Javier Molina del fuste estético de Manuel Morao, Parrilla de Jerez, Manuel Lozano El Carbonero o José Luis Balao han venido a manifestar que es precisamente su generación, con notoria expansión creativa en los años setenta, la que ha conseguido imprimir, de manera definitiva, la factura y diseño característicos del toque actual por bulerías.

   Se trata este de un valorado legado canónico continuado por otros artífices de excepción, sobre todo a partir de las décadas de los ochenta y noventa, como Moraíto chico, Niño Jero, Diego Carrasco o Gerardo Núñez, este último con una maestra y virtuosa trayectoria a efectos de guitarra de concierto.

   Es más, sigue vigente, con variaciones interpretativas y rúbrica autorial plural conforme a nuestro tiempo, en el soniquete y aire expresivo de la generación que conforma la edad de oro del toque jerezano de hoy; así Diego del Morao, Alfredo Lagos, Antonio Rey, Manuel Parrilla, José Quevedo Bolita, Javier Patino, Santiago Lara, Manuel Valencia o Paco León.

Audio: Manuel Morao, Cuarta parte (Repetición y final) del Concierto de Jerez.





La guitarra flamenca. Fusión y maridaje



      
A efectos de transmisión fidedigna de fuentes, hay que lamentar que, hasta el momento, no se hayan podido localizar archivos fonográficos circunscritos al toque de Javier Molina por bulerías, a buen seguro al golpe, como otros artífices de su generación y de otras posteriores.

     De hecho, tal hallazgo permitiría analizar, con conocimiento de causa, las divergencias y analogías, de un lado, entre la soleá, bulería por soleá y bulerías desde la estética jerezana, y de otro, entre el toque airoso y con sabor bajo la rúbrica autorial de Molina y el actual que hunde sus raíces, a efectos de mediación y legado, en la generación de discípulos suyos.

Audio: Moraíto, Buleriando (Bulería I).


12 de marzo de 2020

Javier Molina y la escuela jerezana en Guitarra flamenca: diapasón y trastes (Flamencoradio. Canal Sur)

     
     Continuamos el ciclo Guitarra flamenca: diapasón y trastes con un destacado contemporáneo de Ramón Montoya, admirado por este: Javier Molina. 

       

     Se trata de una primera entrega monográfica a propósito del pensamiento estético, procesos de composición y aire musical de Javier Molina, con pervivencia en la escuela jerezana del toque, que tendrá su progresivo desarrollo en un segundo programa.



Os enlazo el podcast de radio y una playlist: 




  En lo que hace a su contenido integral, se ofrece un análisis monográfico al trasluz de los siguientes microespacios temáticos:



Grandes figuras de la guitarra: 

Tras una síntesis de los principales datos biobibliográficos  circunscritos a Javier Molina, escucharemos su toque cabal acompañando el cante de Manuel Torre en Soleares: Como la quería yo tanto (1930)Colección Carlos Martín Ballester.


Apuntes históricos de la guitarra: 

En consonancia con su granada maestría en el dominio de la estética flamenca, las inquietudes musicales de Javier Molina le llevarían a adquirir una considerable formación en guitarra clásica, así desde el conocimiento de partituras de Sor, Aguado, Arcas o Tárrega, que supo transmitir a sus discípulos más aventajados. En este contexto plural, más allá del deslinde entre el canon flamenco y clásico, escucharemos, en calidad de archivo fonográfico y bajo la rúbrica interpretativa de Paco Cruzado, Soleá de Arcas (2015), comprendida en su álbum La nueva escuela bolera.

La guitarra como compañera del cante y el baile: 

El extenso recorrido de Javier Molina en el acompañamiento al cante tuvo como protagonistas a figuras de la talla de Tomás el Nitri, Juan Breva, Chato de Jerez, Manuel Molina, Mezcle de Sanlúcar o Manuel Torre. Sin embargo, en una edad avanzada, según su opinión, el mejor cantaor resultaba ser Manuel Vallejo, artista no mencionado, en cambio, en sus Memorias autógrafasPues bien, teniendo en cuenta sus cualidades en este campo, escucharemos analíticamente el acompañamiento de Javier Molina a Manuel Torre en Seguidilla gitana: Por los rincones, mare (1930).

Claves musicales de la guitarra: 

En este microespacio temático, os propongo escuchar de manera analítica las variaciones por Alegrías de Manolo de Huelva, con quien Javier Molina compartió rasgos estéticos de manifiesto sabor andaluz. Para ello, el guitarrista onubense tomó como referente el acorde de Sol M, con modulación a su correlato menor, para rematar, como coda por bulerías, en el espacio tonal mayor. Se trata, en efecto, de una práctica estética llevada a cabo por Javier Molina, con resonancias en discípulos suyos, y que habrá de culminar en el imaginario compositivo-interpretativo tanto de Niño Ricardo como de Sabicas.

Obras maestras / Piezas con historia: 

Durante el examen analítico de los archivos fonográficos de Javier Molina acompañando a Manuel Torre, salta a la vista el palmario aire flamenco de su toque y la sugerente calidad de sus falsetas. Escucharemos, teniendo en cuenta tales planteamientos estéticos, el son de Javier Molina en Seguidilla gitana: A clavito y canela (1930) junto a Manuel Torre, además de Danza mora de Manolo de Badajoz.

Mecanismos y técnica: 

Desgranaremos, en este microespacio temático, los rasgos estéticos de la guitarra de Javier Molina conforme a los siguientes ejemplos analíticos:

1. Introducción ritual mediante rasgueos y compases por seguiriyas. 

2. Motivos de adornos in fieri, por lo general en virtud del dedo pulgar. 

3. Falseta por seguiriya, con posibilidad de exploración compositiva y creativa. 

4.1 Discurso musical por seguiriya de Javier Molina, con puntos de encuentro respecto al pensamiento estético de Ramón Montoya.

4.2. Continuidad estética de dicho principio compositivo-interpretativo en Niño Ricardo y la escuela sevillana, con resonancias en Manuel Morao a la luz de aires arábigos. 

5. Falseta de Javier Molina por seguiriya que denota movimiento cromático y ostinato desde el acorde axial y gravitatorio de Re m.

Vamos a escuchar: 

En aras de la reivindicación canónica de la figura, estética y legado de Javier Molina, cabe poner de relieve que estamos ante un paradigma versátil y poliédrico, a modo de fuente todavía vigente, para el siglo XXI. Fruto de este recuerdo y calado en la comunidad flamenca a raíz de su fallecimiento lo constituye el cante de La Paquera, con el toque de Juanito Serrano, en la soleá Llanto por Javier Molina.


La guitarra flamenca. Fusión y maridaje: 

En este último microespacio temático, les hago copartícipes de mi Evocación de Javier Molina, composición para guitarra, con citas y guiños a la relación conceptual entre el maestro jerezano y su pervivencia en Niño Ricardo y la escuela sevillana. Disfruten, en fin, de la profunda voz de Inés Bacán y la sutil percusión contemporánea de Antonio Moreno (audio en fase de publicación discográfica).