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18 de agosto de 2009

La Hispalense se llena de jazz, teatro y flamenco (EL PAÍS, 03/08/2009)

ÁNGELES LUCAS - Sevilla - 03/08/2009 

 Teatro, jazz, flamenco, lecturas. Las actividades culturales fluyen en las noches del verano universitario de Sevilla. El ciclo 21 grados, que comenzó en junio, prosigue su andadura en agosto con nuevas actuaciones. Hoy, a las 22.30, en el Patio del Rectorado, se abre el séptimo ciclo de cine que lleva por título Noche, y se estrenará con la película La noche de la iguana, de John Huston (1964). Basada en una obra teatral de Tennessee Williams, la película está protagonizada por Richard Burton, Deborah Kerr y Ava Gardner. Habrá tres ciclos de cine más durante el mes, que serán: Siempre Paul Newman, Dirige y produce: Steven Soderbergh y Releyendo a Rafael Azcona. Nacido en Logroño en 1926 y muerto en Madrid en 2008, Azcona es el guionista por excelencia del cine español posterior a la Guerra Civil. El ciclo profundiza en la trayectoria del responsable de guiones tan célebres como los de El pisito o El verdugo. El viernes y el sábado, el grupo Vaujaus de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura presentará Un verano interrumpido. A lo largo del mes seguirán los ciclos de jazz, que estarán interpretados por los alumnos del taller de jazz de la Universidad, que dan clases durante todo el año. Y después se podrá ver la obra Los sonidos de la noche, de Producciones Imperdibles, y se contarán Las mil y una historias de Pericón de Cádiz. Agosto terminará con un cierre de lujo. El día 29 actuará, a las 22.30, en el Patio del Rectorado, el guitarrista Paco Escobar, que también es profesor en la Facultad de Comunicación de Sevilla. La Universidad abre sus puertas de noche. Toda la información en la página www.21grados.us.es.

ENTREVISTA EN NUESTRO FLAMENCO (RNE) POR JOSÉ MARÍA VELÁZQUEZ-GAZTELU





 Si quieres escuchar y descargar la entrevista de José M.ª Velázquez-Gaztelu a Paco Escobar con motivo de la publicación de su obra A contratiempo en el programa de RNE Nuestro Flamenco (06/08/2009), accede: AQUÍ


3 de agosto de 2009

RESEÑA DE A CONTRATIEMPO EN JONDOWEB (JOSÉ CENIZO)

    



    Francisco J. Escobar Borrego, Paco Escobar, edita su primer CD como solista de guitarra flamenca. José M.ª Velázquez Gaztelu, en las palabras que le dedica en el folleto, lo define como “un disco ilustrado”, y otro crítico, Paco Vargas, en una página de Internet, sabemos que habla de “un disco de culto”. Menudos piropos. Merecidos, a nuestro entender.

    Es una obra del y para el siglo XXI, e imperecedera por aunar emoción y ritmo, técnica y sentimiento. Su vocación musical intertextual -tanto a nivel musical como artístico en general- es patente, con guiños a García Lorca, el cine moroso de Angelopoulos, el Picasso flamenco, etc.Y, obviamente, el respeto al canon guitarrístico flamenco -Ramón Montoya, Javier Molina…-, compatible, con belleza, con diálogos con otras músicas como las de Astor Piazzolla. Tradición y vanguardia, como en la generación del 27, en simbiosis ejemplar y sin estridencia alguna. Recursos tomados de su experiencia como solista y como acompañante del cante y del baile y una clara voluntad de recreación y madurez completan nuestra valoración de esta obra primera pero en modo alguno primeriza por ser el resultado de años de experiencia y de aprendizaje.

    Recorramos brevemente las piezas de este disco. “Momentos” es una rumba de calidad y a la vez con un toque más comercial, más pegadizo, lleno de matices musicales sin salirse del esquema de la rumba. Precioso el inicio de bandoneón de Ariel Hernández, todo un aviso de lo que será el resto del disco, un diálogo con otros instrumentos, siempre desde la esfera flamenca.“Paisaje cromático”, dedicado a su madre, es un pasaje de tres minutos de alta belleza melódica y rítmica, sugerente expresión impresionista musical de sentimiento patente. “A contratiempo”, tangos, donde canta Rafael de Utrera, es, como dice la letra, “acordes que vuelan alto / brillan en la inmensidad”. Son tangos vigorosos, que no pierden nunca la raíz de su signo flamenco, pero enriquecidos con matices melódicos y armónicos, ajenos a la estridencia o la aceleración insustancial. Estos tres cortes forman la seria “Soñar”. La segunda parte, “Rito”, contiene otras tres composiciones. “Junto a la ermita” son unos fandangos con inicio de campanas, sonidos que, sinestésicamente, evocan olores, aires, sabores de la marisma. Canta Victoria Escobar una letra por fandangos. “Bajañí”, con inicio de corneto, es una rondeña-bulerías, una de las piezas más elaboradas y originales. Usa una nueva afinación, con el recurso de la scordattura. El resultado es vibrante, alegre, de andadura muy flamenca en diálogo con otros instrumentos como el corneto o el bandoneón. “Altozano” es una soleá por bulerías, quizá la pieza más flamenca en el sentido tradicional, con sólo el guitarrista y las palmas de Rafael de Utrera. Es más canónica en este sentido. Es un homenaje a Triana, con “el apunte percutido sugerido de los ritmos matrices”, como dice el propio compositor.“Metamorfosis” es la tercera parte del trabajo, con cuatro nuevos cortes. Las sevillanas “Otoño en Sevilla”, con la paradoja contenida en el título (otoño, cuando la feria de abril, reino de las sevillanas, es en abril) es un composición estilizada y elegante, armónica, feliz, redonda, con algún retazo de maestros, de sus maestros, como Manolo Sanlúcar. “Palabras”, dedicado a su mujer, Isabel, tiene un inicio penetrante y sensible de guitarra, en diálogo fructífero y tierno con el bandoneón de Ariel Hernández. Pura delicatessen musical, un lujo para el oído y el alma. La siguiente es “Nostalgia”, tanguillos, donde canta de nuevo su hermana Victoria Escobar. Es una composición nada superficial ni reiterativa. Un homenaje al recurrente mundo de los tanguillos, aquí pletóricos, luminosos, completos, un ritornello fragante y lleno de luz y de vida. Termina esta sección con la granaína “Vuelo de golondrinas”. Tras evocar a Cádiz, Triana o Ronda, toca el turno a Granada y la música lánguida y sublime de la granaína, con el corneto de nuevo adornando para enriquecer este reconocible armazón flamenco.La última parte, “Inspiración”, contiene las bulerías “Sabor a canela”, con el cante de Victoria Escobar. Es un resumen de su inspiración: cuadratura e identificación con la tradición y rítmica del Flamenco, enriquecida con matices melódicos y armónicos aprendidos con el tiempo.Es palpable la enjundia flamenca de esta obra, el esfuerzo de investigación musical, la experiencia que hay debajo de su composición. 

    Paco Escobar ha entrado con buen pie en el mundo de la edición discográfica, con una obra madura, culta, moderna, universal.

José Cenizo Jiménez

22 de julio de 2009

RESEÑA EN TRISTE Y AZUL POR RAFAEL HOCES





    La guitarra flamenca, en continua evolución, va ampliando su lenguaje a veces hasta límites que superan ampliamente lo que de manera estricta comprende el flamenco. Necesitaríamos numerosas páginas para intentar definir dichos límites y, aún así, no lo conseguiríamos. Como si de una lucha maniquea entre el bien y el mal se tratase, la ortodoxia defiende las características musicales del flamenco tradicional, mientras lo heterodoxo intenta modificarlas y ampliarlas. Un equilibrio entre ambas fuerzas puede dar como resultado un trabajo reconocible por los aficionados y que comprenda, a la vez, una ampliación de las armonías y melodías tradicionales. Éste es el caso del disco de Paco Escobar A contratiempo. En él se conjugan toques tradicionales como la soleá y la granaína con otros que son ajenos a los cánones (Paisaje cromático o Palabras) y con un tercer grupo de estilos que podemos denominar de difícil clasificación. En el último caso, Paco juega con nuestra capacidad intuitiva como conocedores del flamenco haciéndonos dudar del palo que se trata, haciéndonos creer que se trata de uno para desembocar en otro. Este hecho ha sido muy criticado por la flamencología tradicional; el oyente necesita identificar lo que escucha para abandonarse al placer que supone dicho reconocimiento estético. En esta línea encontramos en algunos trabajos de guitarra flamenca palos que empiezan y terminan sin que el oyente identifique de cuál se trata, pero Paco, sabiamente, combina fragmentos de incertidumbre con otros canónicos, proporcionando rasgos flamencos e innovadores a la vez. Tenemos la medida exacta entre novedad y tradición. Es, indiscutiblemente, flamenco, pero se hacen “excursiones” fuera de la frontera. A este nivel juega un papel importante la instrumentación. El bandoneón y corneto no son instrumentos en absoluto tradicionales en los discos de guitarra flamenca. Paco utiliza, por ejemplo, un corneto en Bajañí, comenzando con características musicales que poco tienen que ver con la guitarra flamenca tradicional para después comenzar de lleno con los doce tiempos de la bulería en modo flamenco, despejando toda duda. En este contexto, el disco no se rinde a la comercialidad, pero sí se compone según la moda. Las composiciones comerciales son aquellas que buscan que el disco sea lo más sencillo posible, lo más cercano al gusto del público, aún sacrificando fragmentos u otras cuestiones que puedan proporcionar calidad al trabajo. La moda es aquello que ocurre cuando existe un estilo compositivo común a una época. El romanticismo o el nacionalismo no eran sino modas y no por seguir una determinada moda las composiciones eran de peor calidad. Paco se encuentra, como los guitarristas de la época en que vivimos, a medio camino entre los toques tradicionales y las nuevas afinaciones, armonías y rítmicas, aportando una visión muy personal, difícilmente clasificable en una corriente concreta. Destacamos también, a este tenor, el aspecto formal, curiosamente descuidado en algunos guitarristas contemporáneos. Un toque no debe, a mi entender, estructurarse en un compendio de falsetas y rasgueos sin solución de continuidad. Ambos deben aparecer con sentido como lo hace cualquier narración. No por ser abstracta, la música ha de presentarse sin sentido. Llamadas, cierres, falsetas, rasgueos y estribillos han de emerger de forma ordenada, siguiendo la lógica musical, extremo que Paco conoce perfectamente. Se perciben, con nitidez, trazas de su experiencia en el campo del acompañamiento al baile y cante en la cantidad de cierres, llamadas y contratiempos que realiza la guitarra en los temas rítmicos. No quiero dejar pasar la oportunidad de subrayar el aspecto literario-musical del disco, importante pilar tanto por la doble vocación del autor (profesional del mundo de las letras a la vez que guitarrista y compositor) como por la colaboración de Velázquez-Gaztelu y Jaime Siles. Quizá lo que pretendía Wagner con su concepto de “obra de arte total”, en donde quería integrar todas las artes a través de la música, pueda empezar a verse en el flamenco en este CD. Texto y música. Y música con influencias del cante y el baile. En cuanto al análisis de las piezas en sí, en el comienzo del disco (la rumba Momentos) destacamos el uso del pizzicato, como técnica nada común en la guitarra flamenca, que Paco ejecuta con sobrado conocimiento de causa, estructurando las frases de forma equilibrada, evitando el abuso de esta técnica que puede resultar incómoda y extraña a un profano no avezado en la materia. Posteriormente, manejará el pizzicato también con el mismo concepto compositivo en Bajañí.

    Tras la sección en pizzicato, hace la aparición en el disco el bandoneón de Ariel Hernández, como referencia a Astor Piazzola, autor que influye en su estilo compositivo. En un sendero compositivo paralelo, Paisaje cromático y Palabras son intenciones expresas del compositor de salirse de los cánones del flamenco. Ambas representan lo que denomina “diálogos instrumentales”. El primero dedicado a su madre y el segundo a su esposa. Podríamos enmarcar estos temas en lo que se llama forma Fantasía. En Paisaje cromático encontramos una leve referencia al ritmo ancestral y prístino del jaleo. Aquí vamos a descubrir complejas estructuras armónicas que sitúan al oyente en una gama amplia de colores tonales, las cuales proporcionan frescura constante a la composición. Palabras, dedicado a Isabel, su esposa, nos presenta una rica armonía que culmina en el final en virtud de una melodía que no desciende a la tónica, dejándonos en un lugar de indefinición tonal. Evoca, en concreto, la técnica del bajo Alberti, típica del periodo clásico de la música culta. Comparando el uso de los instrumentos podemos notar cómo Paco es tan capaz de introducir el bandoneón y el corneto en temas o fragmentos no flamencos como aquellos que sí lo son, haciéndolo con pleno sentido.En su recorrido compositivo, sorprende el uso que hace Paco de las scordaturas, contempladas tanto para el tema principal que da nombre al disco, A contratiempo, como en Bajañí. Los guitarristas contemporáneos, en la búsqueda constante de nuevos horizontes musicales, recurren a afinaciones que imprimen un color diferente al de las armonías tradicionales. El colorido es distinto cuando tratamos la cadencia andaluza sobre los acordes lam, SolM, FaM y MiM y cuando lo hacemos en fa#m, MiM, ReM, Do#M. Paco conoce estos extremos y se maneja con soltura en el amplio registro de las nuevas afinaciones haciendo uso de todo el mástil. En A contratiempo consta otro diálogo entre la guitarra y la voz. Llama la atención la intro del trémolo en compás ternario, que crea una expectativa de un palo en este compás o en doce tiempos para luego romper súbitamente en los cuatro tiempos de los tangos. Es éste tema el más complejo a nivel rítmico y que mejor representa el nombre del disco. Paco superpone ritmo de tanguillo sobre tangos y realiza un juego rítmico-armónico para situar al oyente en un plano de incertidumbre rítmica. Es fácil argumentar que está “fuera de compás”, cuando en realidad lo sigue perfectamente. Hagan la prueba. La voz de Rafael de Utrera se adapta perfectamente a la melodía principal compuesta por Escobar.

    Junto a la ermita recrea el ambiente de la gente que espera a la Virgen del Rocío en armonía con el sonido de las campanas. La voz de Victoria Escobar recoge perfectamente el motivo melódico del fandango. A modo de homenaje al toque tradicional de Juan Díaz, introduce Paco su falseta más conocida en diálogo con la scordattura en Si de una voz paralela. Más tarde, en el discurso instrumental, Paco imita la procesión ritual en torno a la virgen con un bello trémolo. Termina con un ritmo más marcado típico del fandango. En este sendero conceptual, la idea del diálogo instrumental constituye un leitmotiv de este disco, como podemos comprobar en esta rondeña-bulerías llamada Bajañí (homenaje implícito al toque jerezano de Javier Molina). Como su estilo reza, la afinación de la guitarra imita la de la rondeña que creara Ramón Montoya. Sin embargo, Paco añade la prima en re, con lo cual crea un color diferente al tradicional de este toque. Tenemos que continuar hasta Altozano para adentrarnos en un toque tradicional en lo que se refiere sobre todo a armonía. Encontramos aquí interesantes propuestas en el campo del ritmo por su variedad. Tras los primeros compases rasgueados, podemos percatarnos de cómo van desarrollándose las células rítmicas, organizadas en frases atípicas con cambios continuos en la acentuación de dichas células y cierres que caen en lugares nada habituales. En el trémolo la melodía predominante en el bajo rompe con la tiranía de los agudos como líder en este tipo de pasajes. Asimismo, haciendo honor a su tierra, Paco compone según el estilo considerado “aflamencado” de la sevillana Otoño en Sevilla. Para ello recurrirá al esquema modulatorio que ya el propio Paco de Lucía utilizara en Cobre, esto es, una tonalidad diferente para cada una de las cuatro partes de la sevillana. Pero va aún más allá introduciendo modulaciones dentro de cada sección, presentando cada parte en varias tonalidades. Se vale del recurso de los puentes modulantes como elemento de enlace. Destacamos el novedoso comienzo con ritmo interior para luego entrar en el ritmo típico de este palo. En la última sevillana encontramos una ruptura con forma típica de la sevillana. Nos encontramos ante un homenaje, según las palabras del autor, a Isidro Sanlúcar y Sal marina.Uno de los palos más comerciales suele ser el tanguillo, por la facilidad con que se presta a los estribillos fáciles. En Nostalgia Paco rompe con esta gastada idea. La percusión adquiere un papel diferente, en segundo plano y siguiendo esquemas distintos a los típicos. Conjuga el ritmo de los tanguillos modernos con los antiguos de tal forma que resulta difícil identificarlos. En contraste, en Vuelo de golondrinas se alza una granaína que introduce el corneto. Pero éste no va a imitar la voz sino que jugará con esquemas melódicos nada habituales en este palo. La armonía sitúa al oyente en un plano extraño con distintas modulaciones hasta que escucha el motivo por el cual se reconoce fácilmente el palo: el ligado en la sexta cuerda. Destacamos el interesante trabajo del trémolo, muy elaborado. Por último, en Sabor a canela, hemos de esperar a los primeros cierres tras la voz de Victoria Escobar para establecer sin miedo a errar la bulería. De nuevo sobresale el comienzo con acompañamiento en pizzicato en un 3/4 que en nada se parece a lo que viene a continuación. En definitiva, estamos ante un disco muy elaborado, fruto de largos años de trabajo e inspiración de Paco Escobar. En él encontramos la medida equilibrada entre la tradición y la innovación. Es un disco para guitarristas, en el que los amantes de este instrumento se reencontrarán con composiciones hechas para y por ella. Disfrútenlo. Paco Escobar ( Francisco Javier Escobar) es profesor de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Sevilla, matricula de Honor en Filología Hispánica.

                                                                                    RAFAEL HOCES

24 de junio de 2009

ENTREVISTA EN LOS CAMINOS DEL CANTE POR JOSÉ M.ª CASTAÑO (Podcast)

Nuestro programa tuvo la visita del guitarrista flamenco Paco Escobar, quien presentó durante el transcurso del mismo su primer disco en solitario A contratiempo, fruto de un intenso trabajo y dedicación. Paco actualmente trabaja como profesor titular en la Universidad de Sevilla y es uno de los encargados en la docencia del Doctorado en Flamenco de dicha institución. Labores que comparte con el ejercicio de la música y, en concreto de la guitarra flamenca que interpreta desde la infancia. Una interesantísima entrevista, ilustrada con los cortes de este su disco.




La entrevista se puede escuchar y descargar: 




10 de junio de 2009

RESEÑA DE "A CONTRATIEMPO" EN JEREZJONDO.COM (POR ERNESTO NOVALES)


 



  Paco Escobar: 'A Contratiempo'


Si un amante de la música se detiene a escuchar con atención el primer trabajo discográfico del guitarrista sevillano Paco Escobar descubrirá que se trata de una obra eminentemente emotiva, en la que las scordatturas, los transportes armónicos y demás innovaciones están al servicio de un deseo de expresar con sensibilidad, un afán por transmitir sus vivencias que tienen su germen en su propia familia (dos de los cortes están dedicados a su madre y su esposa). Una vez tenida en cuenta esta premisa inicial, podemos abordar en toda su complejidad y esencia A contratiempo, un disco concebido como suite andaluza o cromática en el que sus once composiciones se organizan en cuatro movimientos que hacen referencia al propio proceso de creación artística: Soñar, Rito, Metamorfosis e Inspiración. Desde este metadiscurso, Escobar, que no en vano compatibiliza su labor de músico con la de profesor de Literatura en la Universidad de Sevilla, elabora un disco que viene a posicionarse en la vanguardia del flamenco del siglo XXI. Y de ahí su denominación, A contratiempo, porque en este momento puede no ser comprendido en su máxima plenitud, bien sea por el continuo recurso al contrapunto polifónico, sus nuevas afinaciones, su percusión contemporánea o la experimentación con instrumentos foráneos como el bandoneón o el corneto, bien por los guiños discursivos (paratextos, hipotextos, hipertextos) que invaden la obra y que conforman la poética musical o de los sentidos del artista. Pero, ante todo, Paco Escobar es un guitarrista flamenco y su música, como no puede ser de otra manera, así lo pone de relieve: podemos reconocer fácilmente los palos tradicionales en todas las piezas salvo en dos, precisamente las que están dedicadas a sus referentes familiares. En el transcurso de los once temas que conforman el compacto encontramos diálogos con el jazz (la rumba Momentos y las sevillanas Otoño en Sevilla), recuerdos a Astor Piazzolla incluso con contrapunto barroco (Palabras), la música étnica con base rítmica en el jaleo antiguo (Paisaje cromático) y otras manifestaciones contemporáneas (los tanguillos Nostalgia y la rondeña-bulería Bajañí) a fin de explorar nuevos recursos expresivos con los que enriquecer sus composiciones. Y todo ello desde un amplio conocimiento y un encomiable respeto por los cánones clásicos fijados por Ramón Montoya del que toma la scordattura de su rondeña para los tangos A contratiempo, Niño Ricardo, Sabicas o Javier Molina en Bajañí. De forma análoga sucede con el toque de los fandangos de Huelva de Juan Díaz en un delicado diálogo con su propio universo musical en virtud de la scordattura de Si (Junto a la ermita). Es en este punto de encuentro tan sutil como fértil, en el que tradición y vanguardia se dan la mano en armonía, donde encuentra Paco Escobar su pleno oasis creativo. Un oasis tan distinguible y con tanta distinción como la trianera Plaza del Altozano a la que está dedicada la soleá por bulerías y tan universal como las emociones que nos transmite su música.

                                                                                    Ernesto Novales


6 de junio de 2009

RESEÑA DE "A CONTRATIEMPO" EN LA FLAMENCA



El que durante un tiempo ha sido colaborador en esta revista, Paco Escobar, pone de relieve todos sus conocimientos flamencos. No solo de la palabra vive el profesor de la Universidad de Sevilla, muchas veces metido en tareas de investigación flamenca, sino que ahora nos muestra su faceta más cabal con una guitarra entre las manos. Desde muy joven ya acariciaba la bajañí, y prueba de ello son estos once temas donde hace un repaso al corpus musical del arte jondo. Se hace acompañar de la gran voz de Rafael de Utrera y de Victoria Escobar. Completan este bagaje poético musical el bandoneón de Ariel Hernández y la percusión de Antonio Moreno. Esperemos en breve que demuestre su valía en los escenarios.

30 de mayo de 2009

ENTREVISTA A PACO ESCOBAR EN COM.FLAMENCO POR ANTONIO ORTEGA

La entrevista a Paco Escobar realizada por Antonio Ortega en Com.Flamenco (CRN Andalucía TV / Giralda Digital TV) se emitirá el viernes, 29 de mayo 2009 a las 21.30 h. Será reproducida también los días 30 (22 h.) y 31 de mayo (23 h.).

18 de mayo de 2009

ESCOBAR O EL CLÁSICO GUITARRISTA VOCACIONAL. CORREO DE ANDALUCÍA (MANUEL BOHÓRQUEZ)






Primera obra del guitarrista Paco Escobar

El guitarrista sevillano Paco Escobar acaba de sacar al mercado su obra A contratiempo, un elaborado trabajo musical al que ha dedicado muchos meses. El resultado es interesante, una obra de gran belleza.

                                                                            Manuel Bohórquez. 
                            El Correo de Andalucía, viernes 27 de marzo de 2009







Escobar o el clásico guitarrista vocacional

Conozco a Paco desde que era un niño y siempre he admirado de él su vocación musical y esa madurez que, aun siendo imberbe, le hacía parecer adulto. Es guitarrista de flamenco y profesor universitario y acaba de lanzar al mercado su primer trabajo discográfico, A contratiempo. A pesar de mi admiración y del aprecio que le tengo me cuesta trabajo opinar de su obra, porque de entrada es de una elaboración tan compleja desde el punto de vista conceptual que escapa de mis cortas entendederas. En casos como éste lo críticos solemos buscar algunos juicios técnicos como qué bien conoce el diapasón y cuánto aporta al terreno de la armonía. En el caso de Paco Escobar es absolutamente cierto, aunque no sea un gran ejecutante, de esos que se comen la guitarra y que pican más que un pollo esquizofrénico en una era. Paco Escobar no vive del público ni de los discos y no tiene la necesidad de ser efectista, como no la tuvo el cantaor Tomás Pavón. Creo que ahí radica la pureza de este guitarrista, que nos presenta una obra personalísima en el campo de la composición y meritoria en el aspecto intelectual. Lo mejor será que compren el disco y que lo escuchen a solas en casa. Le puede ayudar lo que el propio guitarrista escribe en el cuadernillo de la obra, aunque el texto es tan complejo como la música de Escobar.

Manuel Bohórquez. 

El Correo de Andalucía, viernes 17 de abril de 2009

ENTREVISTA EN EL OLIVO: SOBRE SU NUEVO CD A CONTRATIEMPO (JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ)









SOBRE SU NUEVO CD A CONTRATIEMPO



JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ

    Francisco J. Escobar Borrego es Profesor Titular adscrito al Departamento de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Literatura de la Facultad de Comunicación (Universidad de Sevilla). Imparte actualmente, conjugada con su labor docente como filólogo, Seminarios de Doctorado y Licenciatura sobre Musicología y Flamenco.


    Como guitarrista, se ha enriquecido con estudios musicales, recibiendo seminarios de especialización de la mano del maestro Manolo Sanlúcar, Leo Brower, Eliot Fisk, Rafael Riqueni, José María Gallardo, Manuel Abella, Sabas de Hoces, Ana Vega Toscano o Paco Peña. Habiendo obtenido distinciones en diversos concursos nacionales (La Unión, Alhaurín de la Torre…), ha trabajado profesionalmente en variados escenarios (teatros, festivales, Peñas…) con artistas flamencos de la talla de Sordera, Chano Lobato, Manolo Mairena, Antonio El Pipa –con el que ha grabado, por añadidura, un vídeo en una gira–, Antonio Chacón, El Chozas, Manolo Marín, Rafael Utrera o Antonio Agujetas. A la par, ha llevado a cabo diversas giras internacionales con la Compañía Flamenca Alhama y María Serrano –para cuyos espectáculos coreográficos compone la música–, en tanto que ha colaborado con intérpretes de otros géneros, por ejemplo, Martirio (en TVE 1) o Kepa Junkera (Festival Música de los Pueblos: Territorios Celtas).

    Contratado como solista, actúa en diversas ciudades españolas (Sevilla, Córdoba, Madrid, Barcelona, Murcia, etc.) y en otras europeas: Hamburgo, Viena, Stuttgart, Berlín, Munich, Amsterdam o Berna. Su guitarra ha recorrido múltiples escenarios y Salas de Concierto, a saber: el Palacio de Deportes de Sevilla, la CCH, el Wilhelmatheater, la Gasteig, la Konzerthaus, el Forum am SchloBpark o la Filarmónica de Berlín. Entre sus últimas colaboraciones reza su participación en la serie documental Palabra de sur con un capítulo circunscrito al Flamenco (2006). En cuanto a la docencia, ha ofrecido el curso anual de Composición para Guitarra Flamenca en la Fundación de Flamenco Cristina Heeren y el II Curso Internacional de Flamenco en Oromana, en la especialidad de la guitarra de concierto. Se dedica, en la actualidad, a la composición para guitarra (y otros instrumentos), voz flamenca y Nuevas Músicas.


    Aprovechando la aparición de su primer disco, A contratiempo, una bella recopilación de temas entre la tradición flamenca y el diálogo con otras músicas, le realizamos una entrevista. Le hicimos otra hace unos años, con motivo de su gira por varios países de Europa con la compañía Alhama. Ahora su madurez expresiva es patente.

José Cenizo: ¿Qué sientes al estrenar tu primera grabación después de más de veinte años dedicado a la guitarra, sin descuidar tus ocupaciones como estudiante y luego como profesor?

    Paco Escobar: En primer lugar, experimento una sensación de responsabilidad y compromiso con el Arte Flamenco al tiempo que cierta alegría al poder compartir con más amantes de la música esta primera obra realizada con cariño e ilusión. No son caminos independientes, de hecho, puesto que continúo trabajando en el Flamenco no sólo como compositor sino también en calidad de docente-investigador desde mi trabajo universitario. Prueba de ello es que estoy integrado en el Programa de Doctorado circunscrito al Flamenco de la Universidad de Sevilla y en el Proyecto de investigación COFLA o Grupo de investigación sobre tecnología computacional aplicada al Flamenco, con subvención de la Agencia Andaluza.


J. C.: Sé que has preparado especial y personalmente los detalles de la edición, ¿ha sido un duro esfuerzo?

    P. E.: En efecto, se trata de un proceso complejo y minucioso dado que había concebido una obra en la que las diferentes artes estuvieran integradas. Así se comprueba desde el diseño pictórico-fotográfico de la portada, los paratextos de dos poetas y conocedores de las relaciones entre la literatura y la música como Velázquez-Gaztelu o Jaime Siles hasta los referentes simbólicos del reloj por el leitmotiv del título “A contratiempo” o la ermita del Rocío por el tema “Junto a la ermita”.

J. C.: ¿Por qué se titula "A contratiempo" y cuál es el concepto musical que sustenta la obra?

    P. E.: He partido de la figura retórica del calambur. En concreto, el título tiene diferentes lecturas, atendiendo al concepto musical como efecto rítmico del contratiempo, pero también es, a su vez, reflejo de los inconvenientes y rémoras que nos encontramos en la vida cotidiana para ser fiel a nuestros proyectos, pensamientos y formas de entender la vida. Por otra parte, contextualiza un recurso expresivo frecuente en esta obra, como demuestran los tangos A contratiempo en los que, sobre todo, en dos momentos se riza el rizo “a contra tiempo” a partir de esta técnica estética.


J. C.: ¿Quiénes han colaborado contigo?

    P. E.: Músicos de reconocido valor profesional y sensibles al proyecto, para los que no encuentro palabras de agradecimiento por su entrega y dedicación. Éstos son: Rafael de Utrera, que conjuga a la perfección un conocimiento maestro de la tradición pero receptivo, al tiempo, a la experimentación artística, como se ve en los tangos; Ariel Hernández, líder de Che Camerata, que, siendo respetuoso con mi música, me ha brindado el timbre de su bandoneón en Momentos, Bajañí y Palabras para homenajear a un músico con el que me siento muy identificado a nivel compositivo, Piazzolla; Antonio Moreno, como Rafael de Utrera, integrantes del proyecto Lorca (La otra Utrera), de una sensibilidad, gusto estético y talante humano ejemplares; Joseph Roussiès, músico con formación clásica adquirida en el Conservatorio de París, me acompaña con su corneto, a modo de diálogo instrumental, en el preludio de rondeña para bajañí y, sobre todo, en Vuelo de golondrinas. Por último, mi hermana, Victoria Escobar, colabora con su voz en los fandangos de Huelva Junto a la ermita, los tanguillos Nostalgia y la bulería Sabor a canela.


J. C.: ¿Qué otros proyectos tienes para el futuro a medio plazo? ¿Siguen una orientación distinta respecto a A contratiempo?

    P. E.: Tengo compuesta la música para un segundo CD realizado desde otra perspectiva. Con vistas a su ejecución instrumental estoy pensando, para determinados temas, en varios instrumentos como un piano, un laúd árabe o un bouzouki. Esencialmente es de base flamenca pero, como en A contratiempo, hay varios temas que entroncan con las Músicas del Mundo o sencillamente se alejan de las estructuras armónico-rítmicas esperables en nuestra música. En A contratiempo sucede con dos temas que tienen un significado sentimental especial para mí: Paisaje cromático, dedicado a mi madre, que no se puede adscribir a una forma genérica reconocible en el Flamenco (así lo he pretendido), y Palabras, para mi esposa Isabel, a modo de fantasía con base en el contrapunto barroco. En el segundo trabajo, desarrollo más estas perspectivas que en A contratiempo, aunque continúo el concepto propuesto para la soleá por bulerías Altozano. En este tema en particular, da la impresión que he afinado la guitarra de otra forma mediante una scordattura; sin embargo, no es así. La aportación es que la he compuesto trabajando con el acorde de Sol, de una parte, y de Do, de otra, en el contexto de la cadencia flamenca. En cambio, propongo una nueva afinación alternativa a la de Montoya para el preludio de rondeña de Bajañí sin desnaturalizar el género. La propuesta por este maestro de la guitarra la empleo, en contraste, en los tangos A contratiempo.

J. C.: ¿Cómo ves el panorama actual de la guitarra flamenca?

    P. E.: Esperanzador porque nuestro instrumento despierta cada vez más el interés de músicos, investigadores y otros profesionales de todo el mundo. Ello está haciendo posible, por fin, que se pueda estudiar y difundir de forma rigurosa en ámbitos académicos en los que (no sé por qué extraña razón) se les estaba vetando su presencia.

J. C.: ¿Y el del Flamenco en general?

    P. E.: Como sucede en el caso de la guitarra, está en expansión, a medio camino entre la necesidad de conservar el canon ortodoxo-tradicional y la mirada hacia otras músicas y medios de expresión estéticos. Podemos disfrutar, por fortuna, desde una seguiriya desgarrada y emocionante de Agujetas hasta espectáculos como los del maestro Enrique Morente o las propuestas de Israel Galván y Belén Maya en el marco de la danza.

J. C.: ¿Cuáles son tus referentes como guitarrista y concertista flamenco, tus maestros?

    P. E.: Sería interminable mencionar todas mis influencias musicales, no sólo ya en el espacio más preciso de la guitarra flamenca. Además, tienen cabida varios marcos de actuación. De nuestros clásicos, prácticamente todos: desde Montoya pasando por Ricardo o Sabicas. Tocando sus composiciones fui adquiriendo las herramientas para con el tiempo emprender, con garantías, mi propio sendero. Fue una etapa crucial que conjugué con el acompañamiento (siempre imprescindible) al cante y al baile. Asimismo, con maestros como Sanlúcar, Leo Brower o Riqueni, de los que he recibido clases en seminarios especializados, he aprendido el rigor en el estudio diario y el compromiso para con nuestra música. Junto a su estética he ido estudiando, al igual que todos mis compañeros, la música del maestro Paco de Lucía y de otros referentes posteriores que nos han enseñado cómo la guitarra flamenca debe estar en continua revisión y frescura; así los casos de Isidro Sanlúcar o Vicente Amigo. Quisiera destacar, en un capítulo especial, tanto a Sanlúcar como a Gerardo Núñez por la apertura mental compositiva de la que hacen gala. Siempre se muestran receptivos a una colaboración con artistas flamencos tradicionales o de vanguardia junto a otros instrumentistas de variadas músicas del mundo. Por otra parte, los veo siempre comprometidos con la guitarra flamenca y la necesidad de difundirla.

J. C.: Sabemos de tu pasión por la actividad compositiva y la investigación musical. ¿Disfrutas más como compositor o como concertista?

    P. E.: En mi caso, son facetas que vienen de la mano. Disfruto bastante tanto componiendo, sea para mí o para otros músicos, como plasmando mi obra en un escenario. Con todo, de cara a definir mi perfil respecto a la música, en verdad, me considero más bien compositor porque me apasiona investigar y adentrarme en los senderos rigurosos y creativos de la composición. Una vez que he compuesto un tema (para instrumentos o voz), me gusta dejarlo madurar y, andando el tiempo, compartirlo con otros compañeros sensibles a mis ideas musicales y prisma estético. Si tuviera que destacar un rasgo mío como compositor señalaría, en fin, el equilibrio entre sensibilidad estética y creatividad musical.

J. C.: Ahora que estamos en sendos centenarios, ¿Mairena o Caracol?

    P. E.: Difícil me lo pones. Son tan parecidos en maestría pero tan distintos en la expresión estética… De Antonio Mairena me quedo, junto a su calidad artística, su vertiente enciclopédica e investigadora a la hora de estudiar los cantes. Fruto de ello es su encomiable compilación antológica de soleares y seguiriyas. En cuanto a Caracol, me conmueve, sobre todo, su versión del fandango de Triana, el que decimos los cabales “caracolero”, y otras formas musicales como la zambra, la seguiriya o la soleá. A propósito de lo que me preguntas, en el segundo CD que estoy preparando uno de los temas es un homenaje precisamente a Caracol.


J. C.: ¿Algo que añadir?

    P. E.: Sí. Un último pensamiento no tanto en calidad de músico como por mi propia condición de ser humano. En estos tiempos de desgracias interesadas, guerras y otros desastres que constituyen el vivo reflejo del fracaso del hombre, me gustaría transmitir un mensaje de solidaridad, amistad y paz no sólo para la comunidad flamenca sino para todos: músicos y no músicos. Ello es lo que siempre me ha llevado a dedicarme a la guitarra y a la enseñanza, espacios en los que abogo por edificar ideas para aportar mi pequeño granito de arena a este mundo que cada vez me gusta menos. Si tan sólo un tema de A contratiempo le ayuda a ser feliz a una persona, en los tiempos que vivimos, habrá merecido la pena mi dedicación a esta obra.




15 de mayo de 2009

A CONTRATIEMPO SUENA EN EL SON DE LA TRIBU, EL PÚBLICO Y LA NOCHE MÁS HERMOSA (Podcast)

  



  Esta semana se han podido escuchar varios temas de A contratiempo en los programas Son de la tribu, de Miguel Ángel Fernández (Radiolé), y El Público, de Jesús Vigorra (Canal Sur Radio). 

 



    Además, fue un placer y privilegio ser entrevistado en La noche más Hermosa (Canal Sur radio) y enriquecerme con la compañía profesional y ejemplar de Siempre Así.

14 de mayo de 2009

ENTREVISTA EN LA CADENA SER (Programa Hoy por hoy)











Entrevista y actuación de Paco Escobar en el programa Hoy por Hoy en la Feria del Libro de Sevilla (2009).






13 de mayo de 2009

Reseña de Paco Vargas en Jondoweb y Ático Izquierda


    




En los tiempos que corren, encontrar en el mercado un disco de estas características es cosa insólita toda vez que no es una obra comercial, ni pretende provocar innecesariamente, ni es fácil de catalogar desde el punto de vista musical.

    Su propio autor, Paco Escobar, profesor de la Universidad de Sevilla con un largo currículo, nos explica al principio del libreto que acompaña al disco cuál es la propuesta que nos ofrece: "La obra constituye, como el propio calambur indica, el reflejo de una poética musical desde el metadiscurso y el compromiso estético. Bajo este pórtico de entrada –fruto de una experiencia vital y artística como músico-, está concebida, en lo que a la naturaleza genérica se refiere, como una suite armónico-métrica (o suite andaluza) en la que se conjugan distintos espacios, frases a contratiempo y un ejercicio de contrapunto polifónico en una continua armonización de colores (…) En cuanto a su intencionalidad primaria, se define como una reflexión estética interna, a modo de poética, que refleja diversos planos en el proceso compositivo de la obra, es decir, desde la semilla primigenia e incipiente emanada de la experiencia vital hasta llegar a su constitución orgánica y granada(…)" 

    La intimista experimentación musical bebe del flamenco (más de la música andaluza) y de otras músicas para conjugar una atmósfera nunca inhóspita que se recrea en el sueño del músico que la realiza. Once piezas musicales –muchas de las cuales vienen acreditadas como tangos, fandangos de Huelva, rondeña-bulerías, soleá por bulerías, sevillanas, tanguillos, granaína o bulería- componen este disco, sólo apto para mentes abiertas a lo por venir, para flamencos curiosos o para coleccionistas. Es lo que se llama un disco de culto. Escúchenlo y saquen sus propias conclusiones.






Guitarra, música y letras: Paco Escobar. Cante: Rafael de Utrera y Victoria Escobar. Palmas: Rafael de Utrera. Percusión: Antonio Moreno. Corneto: Joseph Roussiès. Bandoneón: Ariel Hernández. Producción y dirección: Paco Escobar.


                                                                                            Paco Vargas
                                                                                            
                                                                                            


18 de abril de 2009

Flamenco entre la contemporaneidad y la expresión lírica



LETRAS DEL DISCO A CONTRATIEMPO




A CONTRATIEMPO (TANGOS) 

Paisajes imaginados, 
vivencias que desear, 
aroma de la mañana, 
ay, del cielo al clarear; 

 acordes que vuelan alto 
brillan en la inmensidad; 
sonrisa sincera y pura: 
son sueños de libertad. 

 La brisa en arena fina, 
el perfume de azahar, 
el sabor de la canela 
me embriagan al recordar 

 la noche que me inspiraba 
el son de la soleá: 
palabras, ritmo profundo, 
cadencias de eternidad. 

JUNTO A LA ERMITA (FANDANGOS DE HUELVA) 

El sabor de yerbabuena 
y el perfume de azahar 
embriagan mis emociones 
al despertar. 
Con la luz de la mañana 
yo iba haciendo el camino, 
a ver a mi Señora, 
luz clara de mi Rocío.

NOSTALGIA (TANGUILLOS) 

Dices que es amor, 
dices que ilusión 
esto que tú sientes, 
palabras vacías y sin corazón, 
que no me conmueven. 

 Nostalgia de ti y de tu recuerdo 
embriaga mi mente; 
aunque no me importa, 
ya lo sabes tú: 
sólo sé quererte. 

SABOR A CANELA (BULERÍAS) 

Bulería de mi alma, 
brotas, ay, de una pasión, 
conmoviéndome en la vida 
con tu ritmo y feliz son.

© Francisco Javier Escobar Borrego.

A contratiempo suena en Canal Flamenco Radio





Si os apetece, podéis escuchar diferentes temas de A Contratiempo en Canal Flamenco Radio. Accesible en la web:

17 de abril de 2009

A contratiempo en las tiendas





      El CD A Contratiempo se encuentra ya disponible en el FNAC de Sevilla, en el Museo del Baile Flamenco de Cristina Hoyos, en Compás sur y en Flamenco y más.

ON LINE se puede adquirir en el portal de Flamenco world , Deflamenco y en Flamenco vive

27 de marzo de 2009

A CONTRATIEMPO: UNA POÉTICA MUSICAL O DE LOS SENTIDOS



    
    La obra A contra-tiempo constituye, como el propio calambur indica, el reflejo de una poética musical desde el metadiscurso y el compromiso estético. Bajo este pórtico de entrada –fruto de una experiencia vital y artística como músico–, está concebida, en lo que a la naturaleza genérica se refiere, como una suite armónico-métrica (o suite andaluza) en la que se conjugan distintos espacios, frases a contratiempo y un ejercicio de contrapunto polifónico en una continua armonización de colores (podría considerarse incluso, en este sentido, una «suite cromática»). En cuanto a su intencionalidad primaria, se define como una reflexión estética interna, a modo de poética, que refleja diversos planos en el proceso compositivo de la obra, es decir, desde la semilla primigenia e incipiente emanada de la experiencia vital hasta llegar a su constitución orgánica y granada. Su génesis se enmarca, de hecho, en una paulatina reflexión teórica en el seminario de Doctorado de la Universidad de Sevilla La complejidad musical del Flamenco: estructuras armónicas y rítmicas, que imparto como docente-investigador aquí llevadas al dominio de la praxis creativa en la faceta de compositor. Con este propósito se atiende, por ende, a una sensibilidad estética permeable a los diversos planos artísticos –buena parte de ellos, inspirados en nuestra cultura andaluza– y sus diversos procesos de comunicación, como la literatura (el recuerdo de García Lorca para la granaína), el cine –la morosidad narrativa de Angelopoulos u Oliveira a la hora de apuntar períodos como los de la soleá por bulerías, sin olvidar nuestra tradición– o las artes plásticas (el cuadro de Picasso sobre el guitarrista y el correlato propuesto en Bajañí) en relación con el discurso musical y en virtud del comparatismo artístico. A este tenor, la sutil imbricación entre Flamenco y Comunicación en el ámbito estético conlleva, necesariamente, el preceptivo respeto de la tradición canónica pero adecuado a los nuevos tiempos en los que se bosqueja, aunque todavía con retazos difuminados, un Flamenco posmoderno en los aledaños del siglo XXI. Por tanto, se propone un concepto de obra esencialmente de espíritu flamenco –con un conocimiento de la tradición canónica; hay ecos del toque de Ramón Montoya, Javier Molina o Juan Díaz– pero en consonancia, al tiempo, con las denominadas Músicas del Mundo, englobadoras, como se sabe, de ritmos ancestrales y propiedades de preferencia etno-musicales con valor universal; de ahí, entre otras razones, el maridaje entre dos espacios culturales propuestos, Sevilla y Buenos Aires, a saber: el sabor flamenco según lo concibo desde mi sensibilidad (en la rumba Momentos) junto al lejano recuerdo evocador del espíritu de Astor Piazzolla.

    Ahora bien, más que plantear este pórtico de entrada como un manifiesto artístico de una nueva sensibilidad o concepto musical –y este es un trabajo plenamente guitarrístico, de hecho, se proponen incluso pasajes de plena concepción coreográfica–, se pretende, en concreto, una consciente hibridación entre tradición y vanguardia presidida por la creatividad a partir de los parámetros armónico-métricos constitutivos de las formas musicales (en algún caso, agenérica desde la óptica del Flamenco; es el caso de Paisaje cromático y Palabras). Por esta razón, se ha optado, en buena medida, por el apunte percutivo sugerido de los ritmos matrices –verbigracia, los tangos A contratiempo o la soleá por bulerías Altozano– en aras de poner de relieve la aportación personal en cuanto a contratiempos, síncopas, silencios o desviaciones expresivas, especialmente los rubatos, en una clara voluntad artística. Como contrapunto, se realzan, en contraste, cortes o cierres de baile plasmados con la guitarra, puesto que, en cierta medida, esta obra refleja las tres dimensiones esenciales del instrumento: el toque solista, pero con sus vertientes esenciales (y que dan sentido a su nacimiento), esto es, el acompañamiento al cante y al baile. Con vistas a esta apertura en el horizonte de expectativas integral, se trata, además, como se ha indicado, de una dimensión alternativa estimulada por la interacción artístico-discursiva respecto a otros marcos de la cultura y la comunicación. Como resultado, esta suite andaluza o cromática conjuga, en consecuencia, variados espacios musicales en virtud de una continua apelación a los sentidos –la vista en Paisaje cromático y Vuelo de golondrinas o el gusto en Sabor a canela– mediante la melodía guitarrística a modo de evocación o anámnesis. Optamos, entre otros recursos «sensitivos», por un juego de «sonoridades líquidas» en el empleo de un ritmo interior a fin de crear la sensación de otoño en Sevilla o «narrativas sonoras» –como el ritual en torno a la ermita de nuestra Señora del Rocío– incluyendo los colores (son los temas Paisaje cromático y Palabras) en una línea afín a Kieslowski en el cine o el cromatismo pictórico-musical impresionista de Debussy. Se trata de un recurso este último realzado en las scordatturas de la guitarra, según sucede en lo que hace a la nueva afinación para la rondeña de Bajañí en una alternativa a la de Montoya, que se emplea, en cambio, en los tangos A contratiempo.

    En efecto, la sucesión iniciática de colores marca, subsiguientemente, las distintas fases y espacios musicales que componen la obra. Asistimos a la reflexión, por tanto, de «la obra dentro de la obra», como obra total o unitaria –no sólo en el nivel guitarrístico–, en una lectura de segundo grado a modo de mise en abyme. Para ello el recorrido propuesto se organiza, en lo que atañe a su diátaxis interna, en cuatro fases. La primera, Soñar, otorga corporeidad y sentido a la forja de la frase musical sobre el acto de «soñar» e «imaginar» experiencias vitales y emocionales (se observa en la rumba Momentos, de concepción coreográfica en buena medida). En este marco inicial se concibe, por ende, el pensamiento como una «visión sonora» en una continua abstracción musical. La segunda, Rito, se circunscribe, esencialmente, a una ceremonia de iniciación o ritual (así lo reflejan los Fandangos de Huelva Junto a la ermita o la bulería Bajañí). Para ello se parte, en efecto, de la «visión sonora» –es el caso de la imagen de la ermita en pleno Rocío y con el perfume de la marisma– en búsqueda de una actitud reflexiva evocadora (potenciada por el repique de campanas como inicio de la actitud cultual o de rito). En lo que a la tercera se refiere, Metamorfosis, durante el proceso de dicho camino compositivo emanan, claro está, diversas variantes o versiones de los períodos musicales en cuestión, incluso, en ocasiones, a modo de ritornello (tanguillos Nostalgia) o relación dialogística entre la guitarra y el corneto en Vuelo de golondrinas. Es por ello por lo que al llegar al último ciclo o cuaderno, Inspiración, se comprueba cómo en la selección apuntada se alza, en fin, la plenitud compositiva y artística, reflejada mediante una metáfora continuada en la bulería Sabor a canela (y así se enfatiza en la letra cantada). Nos adentramos, en fin, llegados a este punto, ante las puertas de la incertidumbre del músico, el temor a dejar reflejada una obra considerada in fieri, inacabada, work in progress, en definitiva, pero, al tiempo, dirigida, de forma inexorable, hacia los umbrales del «misterio» que conlleva la inspiración. Finalizado este periplo o camino iniciático por las cuatro fases, en calidad de poética musical y rito compositivo, cabe concluir que esta obra se jalona, como propuesta musical, sobre el compromiso personal y profesional así como de actitud estética anteriormente expuestos para con el Flamenco. Constituye, en suma, el vivo reflejo pictórico-musical de nuestra cultura, con sus características y definidoras «señas de identidad», pero, al tiempo, revestido de un valor universal destinado a cualquier «ciudadano del mundo» que desee compartir mi música.

Francisco Javier Escobar Borrego
Universidad de Sevilla.


A contratiempo: A musical or «sensitive» Poetics

    The work A contra-tiempo is, as the very own Calambur says, the image of a musical Poetics from the meta-speech and the aesthetic commitment. Under this porch it is conceived, born from a life and artistic experience like a musician. It is like a harmonic-metric suite (andalusian suite) than encloses different spaces, out if time sentences and an exercise of poliphonic counterpoint in a constant colourful harmony (it could be called a “chromatic suite”). About its first intention, it is like a inner aesthetic thought, a Poetics, that shows different views in the proccess of the work; that is to say, from the first seed born from the life experience to its organic structure. In fact, its genesis is in a progressive and theorical reflection in the course of Doctor in the University of Seville The musical complexity in the Flamenco: harmonic and rythmics structures that I teach as a researcher-teacher and that is moved to the creative praxis for the composer. Under this will there are a aesthetic sensibility that is permeable to the different artistic views (a big part of them inspired in our andalusian culture) and its communication proccess, as Literature (let us remember García Lorca), Cinema (Angelopoulos or Oliveira’s narrative morosity pointing at periods as the “soleá por bulerías”) or other arts (Picasso’s picture about a guitarman and the story of Bajañí). The subtle link between Flamenco and comunication in the Aesthetics necessarily includes a respect for the canon tradition, but adapted to the modern times, although with diffused bits of a postmodern Flamenco in the begin of 20th Century. It is proposed a work with a essencial Flamenco spirit. There are echoes from Ramón Montoya, Javier Molina or Juan Díaz to the world music with its ancestral rythms and etno-musical features; in this way there is a union between two cultural spaces, Seville and Buenos Aires: the Flamenco flavour in the “rumba” Momentos, and the far evocating memory of the Astor Piazzolla’s spirit.


    Far from presenting this hall like and artistic manifesto of a new sensibility –and this is a very guitarristic work, with choreographic passages– the aim is a conscious hybridation between tradition and avantgarde headed by the creativity from harmonic-metric parametres of the musical forms (at some case it is ageneric in Paisaje cromático and palabras). By this reason, it is taken the percusion note, suggested from the first rythms, as the “tangos” A contratiempo o the “soleá por bulerías” Altozano, in order to emphasize the personal contribution of the out of time pieces, syncopations, silences or expresive desviations, speciallyl the rubatos. As contrast it is underlined cuttings or closings of dancing with guitar because of, at a certain point, this work shows the three essential dimensions of a instrument: the soloist sound with its essential sides for the accompaniment for singing and dancing and that take point in their born. Pointing at this opening in the integral horizon of expectations its an alternative dimension pushed by the artistic-discursive interaction regarding with other frames of culture and communication. As a result, this andalusian or chromatic suite joins, several musical spaces by virtue of a continuous call to the senses –seeing in Paisaje cromático and Vuelo de golondrinas, or tasting in Sabor a canela– by mean of the guitar melody as a evocation or annamnesis. It is choosen, between others “sensitive” resourses a play of liquids sonorities in using a inner rythm in order to make the sensation of Autum in Seville or another one of sound narrations –as the ritual about the Our Lady of Rocío’s chapel– including the colours (Paisaje cromático and Palabras) like Kieslowski in the cinema or the impresionistic pictoric-musical chromatism in Debussy. This last one is a resourse that is underlined in the guitar scordatturas with a new afination for the “rondeña” Bajañí, different from the Montoya’s one, that is used in the tangos A contratiempo.

    The sucesion of colours consecuently shows the different phases and musical spaces that form the work. It the reflection about “the work inside the work” as a total or united work –not only at a guitar level– in a second level reading in a way of mise en abyme. For this the proposed itinerary is organized , in its inner diataxis, in four phases. The first one, Soñar, gives body and point to the born of the musical sentence about the very act of “dreaming” and “imagining”, as life and emotional experiences (in the choreographic rumba Momentos). It is here where thinking is like a “sound seeing” in a continuous musical abstraction. The second one, Rito, is basically a iniciation or ritual ceremony (The Huelva “Fandangos” Junto a la ermita or the bulería Bajañí). All this is born from the “sound seeing” (the picture of the chapel in Rocío and the perfum of the marshlands) searching of a reflexive and evocating attitude (empowered by the pealing as begining of the cultural attitude or the rite). The third one is Metamorfosis; during the making proccess several versions of these musical periods are shown, sometimes like a ritornello (“tanguillos” Nostalgia) or dialoguistic relation between the guitar and the corneto in Vuelo de golondrinas. The four and last one, Inspiration, evidences the compositive and artistic fullfillment, by mean of a continuous metaphore in the “bulería” Sabor a canela (and this is emphatized in the lyrics). And finally we enter the author’s uncertainty, his fear about th work remains in fieri, unfinished, in progress, but at the same time orientated inexorably towards the threshold of mistery that implies ispiration. Finished this iniciatic travel throughtout the four phases, considerated musical Poetics and compositive rite, the summing is that this work is based –as a musical proposal– on the personal and professional commitment and on the aesthetic attitude. In conclusion, it is the very pictoric-musical reflect of our culture, with its features of identity and at the same time covered with an universal value for any world citizen that wants to share my music.

Francisco Javier Escobar Borrego
University of Seville