3 de abril de 2020

Pervivencia de la música en la obra de José Ángel Valente: perspectivas críticas para una monografía









   En la actualidad estoy preparando una monografía sobre la recepción de la música en la obra de José Ángel Valente, de la que he venido ofreciendo varios artículos a modo de anticipo. Os dejo aquí sus referencias bibliográficas y el enlace al texto completo:



«Y llevarte dormida a un jardín de coral: Representación de los femenino, violencia y compromiso social en Valente (con redoble ritual de tambor afrocubano)», Revista de Estudios de género La Ventana, 49 (2019), pp. 45-75. 




    «Valente interpreta a Schönberg: metamorfosis y avatares de un mito para una ópera de personaje», Degrés. Revue deSynthèse à Orientation Sémiologique, 169-170 (2017), pp. 1-19. 



    «Poesía y canción: El río sumergido de José Ángel Valente: cuestiones textuales, naturaleza genérica y fuentes», Demófilo. Revista de Cultura tradicional de Andalucía (2ª época de El Folk-lore andaluz), 45 (2013), pp. 11-40.



    «Sobre Valente y lo jondo: notas de poética», Studi Ispanici, 37, Pisa-Roma (2012), pp. 293-315. 








    «Tres lecciones de tinieblas, de José Ángel Valente: naturaleza musical, claves de poética e implicaciones simbólicas» Enthymema. Rivista internazionales di critica, teoria e filosofia della letteratura, 6 (2012), pp. 118-191. 




    «Pervivencia de Wozzeck, de Alban Berg en Invención sobre un perpetuum mobile, de Valente (con Celaya y Leopoldo Mª Panero como telón de fondo)», Il Confronto letterario. Quaderni del Dipartimento di Lingue e Letterature Straniere Moderne dell'Università di Pavia, 57.1 (2012), pp. 101-134. 







    31 de marzo de 2020

    Diálogo analítico con Dorantes desde los estudios culturales en La Musa y el Duende. Revista Internacional de Flamenco, 25, (2020)





    TONE AND MOODINTERSECCIONES MUSICALES, TONALIDADES EMOCIONALES:

    DIÁLOGO ANALÍTICO CON DORANTES 
    DESDE LOS ESTUDIOS CULTURALES



    A Joaquín Mora, en el recuerdo,

    por su amistad cabal y ejemplar magisterio.



       En el presente diálogo analítico no se plantea una entrevista al uso, aunque parta, en primera instancia, de un enfoque cualitativo y dirigido. El objetivo cardinal, en cambio, de este artículo-entrevista en aras de la transferencia cultural y del conocimiento es que resulte de interés a especialistas no solo adscritos al flamenco, sino a músicas del mundo, y a expertos en el campo y dominio de los Estudios culturales, historias de las mentalidades, ideas y representaciones, en la línea de Peter Burke o Roger Chartier. Incluso se podría ir más lejos, habida cuenta de que a buen seguro el público lector de esta investigación no se va a reducir exclusivamente al ámbito pianístico ni, tampoco desde una óptica reduccionista, a pianistas avezados que siguen las huellas estéticas de David Peña Dorantes (Lebrija, 1969), objeto de estudio de estas páginas. Estamos, en cualquier caso, ante un destacado pianista actual que suele despertar una visible admiración en el público suscitada en su práctica escénica al calor, por añadidura, de los destellos de su granada trayectoria profesional.

       Pues bien, desde este prisma contextual, ofrezco el siguiente eje vertebrador del presente artículo-entrevista:

    -Estado de la cuestión y nuevas perspectivas críticas.

    -Primeros compases: raíces y alas.

    -Búsqueda de una gramática musical: fuentes y notas de poética.

    -De los procesos de composición a la proyección didáctica: análisis musical de las fuentes.

    -Epistemología de la creatividad y arquitectura genética pianística: más allá de la disonancia y las inversiones.

    -Variantes redaccionales: fluir en el proceso de “improvisación” libre contemporánea.

    -Paisajes sonoros (Soundscape): contrastes, claroscuros y silencios.

    -Más allá de sonidos y silencios: equilibrio espiritual entre alma, mente y cuerpo.

    -Neuronas espejo e inteligencias múltiples: de la apropiación mimética al compromiso cívico-social.

    -Pervivencia de fuentes y huellas de modelos actuales.

    -La escritura como experiencia estética: pensar en imágenes con tonalidades emocionales y sonoridades sinfónicas.

    -Creación en el acto o estatismo dinámico: de la escritura a la creatividad in fieri.

    -De los tonos divinos al perfil humano: la música como bien social.

    -Creatividad y senderos estéticos para las nuevas generaciones.

    -Cadenza final.



    Enlace al texto completo: AQUÍ


         Francisco J. Escobar, Tone and Mood. Intersecciones musicales, tonalidades emocionales: diálogo analítico con Dorantes desde los estudios culturales, La Musa y el Duende. Revista Internacional de Flamenco, 25 (2020), pp. 57-97.

    30 de marzo de 2020

    Javier Molina y la escuela jerezana (II), en Guitarra flamenca: diapasón y trastes (Flamencoradio. Canal Sur)

    Comparto con vosotros el presente ciclo Guitarra flamenca: diapasón y trastes, en esta ocasión a propósito de la segunda entrega dedicada a Javier Molina, figura indiscutible en la consolidación de la estética guitarrística moderna y la escuela jerezana del toque. 






    Os enlazo el podcast y la playlist: 





      En lo que hace a su contenido integral, se ofrece un análisis monográfico a la luz de los siguientes microespacios temáticos:
                  



    Grandes figuras de la guitarra




       Para conocer la vida, obra y pensamiento estético de Javier Molina resultan esenciales los Apuntes de la vida artística del guitarrista Javier Molina, con datación en Jerez el 18 de octubre de 1938, contando el guitarrista con setenta años y “ya fatigada y confusa memoria”.

       Con todo, en sus amenas páginas nos regala recuerdos impagables sobre Antonio Chacón, Manuel Torre, la Niña de los Peines y otras reconocidas figuras de la época.

       Audio: Manuel Torre y Javier Molina, Soleares: Hasta la fe del bautismo.


    Apuntes históricos de la guitarra 




       Escucharemos analíticamente el toque de guitarristas allegados al universo estético y afectivo de Javier Molina:

       1. Manolo de Badajoz, tocando en el acorde de La M modal, con Isabelita de Jerez, por Soleares: Si tú te casa[s], me caso y, también por soleá, junto a La Niña de los Peines en Pasito que yo doy, en la misma posición guitarrística.

       2. Perico el del Lunar en Media granadina: Rosa, si no te cogí, junto a Antonio Chacón, cantaor con quien el tocaor jerezano formó una distinguida y valorada pareja artística.

       3. Currito el de la Jeroma, a quien escucharemos acompañando, en el acorde de La M modal, a La Niña de los Peines en Soleares (Fui piedra y perdí mi centro), con guiño literario-musical a La Serneta y aire guitarrístico a la manera jerezana de Molina.


    La guitarra como compañera del cante y el baile


       El toque de acompañamiento al baile de Javier Molina echó pronto raíces en los principales cafés cantantes de la época, sobresaliendo sus actuaciones en escenarios como la Tienda de la Primera de Jerez o en San Fernando.

       En 1936 Javier Molina fundó, con María Pantoja, una Academia en Jerez en la que aprendieron a bailar Lola Flores, La Niña de los Caireles, Paquita Durán o la Gitana Blanca. Incluso desarrolló sus cualidades guitarrísticas con artistas de la copla de la altura de Estrellita Castro.

       En este marco contextual, escucharemos a Luisa Requejo, con la guitarra de Ramón Montoya, admirador de Molina, en Bulerías (creación), siguiendo más, en esta ocasión, el aire de La Niña de los Peines que el de Antonio Chacón.


    Claves musicales de la guitarra


       Entre las claves cardinales que sustentan el pensamiento estético de Javier Molina se encuentran su sólida formación cultural, entre la tradición oral y la música fijada, la repentización, improvisación y lectura del pentagrama, incluyendo un granado repertorio de guitarra clásica, y su especial inclinación por conceptos compositivos como el movimiento cromático.

    Audio: José Luis Balao, Judith Ruth (Danza Árabe).

    Obras maestras / Piezas con historia 



       En su cabal acompañamiento a Manuel Torre por soleá, Javier Molina nos ofrece un paradigma y canon digno de imitación tanto por su habilidad a la hora de encauzar el fraseo microtonal y los emotivos tercios del cantaor en la cuadratura rítmica como en la ejecución de falsetas y otros recursos expresivos.



    Mecanismos y técnica 



        En el paulatino proceso de transmisión del legado estético de Javier Molina a la escuela jerezana por mediación de sus discípulos más directos, ya con una factura actualizada y cercana a nuestro tiempo, cabe situar el enfoque en otros géneros más allá de la soleá y la seguiriya.

        No obstante, al margen de la influencia en mayor o menor medida de Molina sobre este particular, lo cierto es que, especialmente en la década de los setenta del siglo XX, la bulería y otras modalidades genéricas como los aires de villancicos acaban conformando señas de identidad esenciales en la estética jerezana.

    Vamos a escuchar




       Los principales discípulos de Javier Molina del fuste estético de Manuel Morao, Parrilla de Jerez, Manuel Lozano El Carbonero o José Luis Balao han venido a manifestar que es precisamente su generación, con notoria expansión creativa en los años setenta, la que ha conseguido imprimir, de manera definitiva, la factura y diseño característicos del toque actual por bulerías.

       Se trata este de un valorado legado canónico continuado por otros artífices de excepción, sobre todo a partir de las décadas de los ochenta y noventa, como Moraíto chico, Niño Jero, Diego Carrasco o Gerardo Núñez, este último con una maestra y virtuosa trayectoria a efectos de guitarra de concierto.

       Es más, sigue vigente, con variaciones interpretativas y rúbrica autorial plural conforme a nuestro tiempo, en el soniquete y aire expresivo de la generación que conforma la edad de oro del toque jerezano de hoy; así Diego del Morao, Alfredo Lagos, Antonio Rey, Manuel Parrilla, José Quevedo Bolita, Javier Patino, Santiago Lara, Manuel Valencia o Paco León.

    Audio: Manuel Morao, Cuarta parte (Repetición y final) del Concierto de Jerez.





    La guitarra flamenca. Fusión y maridaje



          
    A efectos de transmisión fidedigna de fuentes, hay que lamentar que, hasta el momento, no se hayan podido localizar archivos fonográficos circunscritos al toque de Javier Molina por bulerías, a buen seguro al golpe, como otros artífices de su generación y de otras posteriores.

         De hecho, tal hallazgo permitiría analizar, con conocimiento de causa, las divergencias y analogías, de un lado, entre la soleá, bulería por soleá y bulerías desde la estética jerezana, y de otro, entre el toque airoso y con sabor bajo la rúbrica autorial de Molina y el actual que hunde sus raíces, a efectos de mediación y legado, en la generación de discípulos suyos.

    Audio: Moraíto, Buleriando (Bulería I).


    12 de marzo de 2020

    Javier Molina y la escuela jerezana en Guitarra flamenca: diapasón y trastes (Flamencoradio. Canal Sur)

         
         Continuamos el ciclo Guitarra flamenca: diapasón y trastes con un destacado contemporáneo de Ramón Montoya, admirado por este: Javier Molina. 

           

         Se trata de una primera entrega monográfica a propósito del pensamiento estético, procesos de composición y aire musical de Javier Molina, con pervivencia en la escuela jerezana del toque, que tendrá su progresivo desarrollo en un segundo programa.



    Os enlazo el podcast de radio y una playlist: 




      En lo que hace a su contenido integral, se ofrece un análisis monográfico al trasluz de los siguientes microespacios temáticos:



    Grandes figuras de la guitarra: 

    Tras una síntesis de los principales datos biobibliográficos  circunscritos a Javier Molina, escucharemos su toque cabal acompañando el cante de Manuel Torre en Soleares: Como la quería yo tanto (1930)Colección Carlos Martín Ballester.


    Apuntes históricos de la guitarra: 

    En consonancia con su granada maestría en el dominio de la estética flamenca, las inquietudes musicales de Javier Molina le llevarían a adquirir una considerable formación en guitarra clásica, así desde el conocimiento de partituras de Sor, Aguado, Arcas o Tárrega, que supo transmitir a sus discípulos más aventajados. En este contexto plural, más allá del deslinde entre el canon flamenco y clásico, escucharemos, en calidad de archivo fonográfico y bajo la rúbrica interpretativa de Paco Cruzado, Soleá de Arcas (2015), comprendida en su álbum La nueva escuela bolera.

    La guitarra como compañera del cante y el baile: 

    El extenso recorrido de Javier Molina en el acompañamiento al cante tuvo como protagonistas a figuras de la talla de Tomás el Nitri, Juan Breva, Chato de Jerez, Manuel Molina, Mezcle de Sanlúcar o Manuel Torre. Sin embargo, en una edad avanzada, según su opinión, el mejor cantaor resultaba ser Manuel Vallejo, artista no mencionado, en cambio, en sus Memorias autógrafasPues bien, teniendo en cuenta sus cualidades en este campo, escucharemos analíticamente el acompañamiento de Javier Molina a Manuel Torre en Seguidilla gitana: Por los rincones, mare (1930).

    Claves musicales de la guitarra: 

    En este microespacio temático, os propongo escuchar de manera analítica las variaciones por Alegrías de Manolo de Huelva, con quien Javier Molina compartió rasgos estéticos de manifiesto sabor andaluz. Para ello, el guitarrista onubense tomó como referente el acorde de Sol M, con modulación a su correlato menor, para rematar, como coda por bulerías, en el espacio tonal mayor. Se trata, en efecto, de una práctica estética llevada a cabo por Javier Molina, con resonancias en discípulos suyos, y que habrá de culminar en el imaginario compositivo-interpretativo tanto de Niño Ricardo como de Sabicas.

    Obras maestras / Piezas con historia: 

    Durante el examen analítico de los archivos fonográficos de Javier Molina acompañando a Manuel Torre, salta a la vista el palmario aire flamenco de su toque y la sugerente calidad de sus falsetas. Escucharemos, teniendo en cuenta tales planteamientos estéticos, el son de Javier Molina en Seguidilla gitana: A clavito y canela (1930) junto a Manuel Torre, además de Danza mora de Manolo de Badajoz.

    Mecanismos y técnica: 

    Desgranaremos, en este microespacio temático, los rasgos estéticos de la guitarra de Javier Molina conforme a los siguientes ejemplos analíticos:

    1. Introducción ritual mediante rasgueos y compases por seguiriyas. 

    2. Motivos de adornos in fieri, por lo general en virtud del dedo pulgar. 

    3. Falseta por seguiriya, con posibilidad de exploración compositiva y creativa. 

    4.1 Discurso musical por seguiriya de Javier Molina, con puntos de encuentro respecto al pensamiento estético de Ramón Montoya.

    4.2. Continuidad estética de dicho principio compositivo-interpretativo en Niño Ricardo y la escuela sevillana, con resonancias en Manuel Morao a la luz de aires arábigos. 

    5. Falseta de Javier Molina por seguiriya que denota movimiento cromático y ostinato desde el acorde axial y gravitatorio de Re m.

    Vamos a escuchar: 

    En aras de la reivindicación canónica de la figura, estética y legado de Javier Molina, cabe poner de relieve que estamos ante un paradigma versátil y poliédrico, a modo de fuente todavía vigente, para el siglo XXI. Fruto de este recuerdo y calado en la comunidad flamenca a raíz de su fallecimiento lo constituye el cante de La Paquera, con el toque de Juanito Serrano, en la soleá Llanto por Javier Molina.


    La guitarra flamenca. Fusión y maridaje: 

    En este último microespacio temático, les hago copartícipes de mi Evocación de Javier Molina, composición para guitarra, con citas y guiños a la relación conceptual entre el maestro jerezano y su pervivencia en Niño Ricardo y la escuela sevillana. Disfruten, en fin, de la profunda voz de Inés Bacán y la sutil percusión contemporánea de Antonio Moreno (audio en fase de publicación discográfica).

    10 de marzo de 2020

    Ramón Montoya en Guitarra flamenca: diapasón y trastes (FlamencoRadio. Canal Sur)


         El programa radiofónico con el que se inaugura el ciclo Guitarra flamenca: diapasón y trastes está dedicado a una de las figuras medulares para la forja, desarrollo y pervivencia de la guitarra hasta nuestros días: Ramón Montoya.   



    Os enlazo el podcast: 



         Se ofrece un análisis monográfico al trasluz de los siguientes microespacios:






     -Grandes figuras de la guitarra: Datos biobibliográficos circunscritos a Ramón Montoya, con síntesis del estado de la cuestión y nuevas perspectivas críticas. 

      -Obras maestras / Piezas con historia: Como fruto del armonizado diálogo entre cante y guitarra, analizaré, desde su arquitectura técnica, la Rondeña de Montoya, entre otros aspectos musicales significativos.

       -Claves musicales de la guitarra: Análisis de la Minera de Montoya en consonancia con directrices musicales complementarias.

       -Mecanismos y técnica: La aportación estética, conceptual y técnica de Montoya, con ejemplos analíticos e interpretación de los mismos.

        -El instrumento. Guitarreros: Se brindan claves organológicas  de las guitarras que acompañaron a Montoya durante su dilatada trayectoria profesional. Al tiempo, escucharemos el sonido de la Leona en el acompañamiento de Montoya a los Fandanguillos de Huelva de José Cepero en el I Concurso Cante Jondo, celebrado en Granada en 1922 bajo los auspicios de Miguel Cerón, Falla y Lorca.

        -La guitarra como compañera del cante y el baile: Se traza un marco contextual con encuadre y enfoque en las claves esenciales que sustentaron el acompañamiento al cante y baile por Montoya. Asimismo, escucharemos, de manera analítica, el acompañamiento de Montoya a Pastora Pavón en Yo nací en Argel (Bulería: Canto gitano), en una temprana grabación de 1910 para Zonophone, y Cómo reluce (Caracoles) junto a Antonio Chacón.

       -La guitarra flamenca. Fusión y maridaje: En un granado contexto de maridaje estético y fusión, se puede disfrutar de la imitación tímbrica por Fernando Vilches del fraseo melismático del cante con el saxofón alto, acompañado por Montoya en Mi colombiana.

        -Vamos a escuchar: Enrique Morente, para su homenaje en clave A Ramón Montoya en El pequeño reloj (2003), superpuso su propia voz en la Rondeña del compositor madrileño, con la valiosa aportación, a modo de polivocalidad, de Estrella Morente.